Influencia de la edad, la reserva cognitiva y el estado anímico en el rendimiento cognitivo de una población de mayores de 60 años

Resumen

A lo largo del último siglo, se ha venido produciendo un envejecimiento de la población en el mundo, que ha traído consigo importantes consecuencias sociales y económicas en la mayoría de países occidentales. A pesar de que nuestra sociedad ha conseguido grandes avances en el ámbito médico, todavía no contamos con herramientas suficientes para contrarrestar el efecto que la patología cognitiva produce en nuestro funcionamiento diario. Es por esto que se vuelve conveniente ahondar en el conocimiento acerca del modo en el que se relacionan variables como la reserva cognitiva, el estado anímico o la edad con el rendimiento cognitivo en adultos mayores. Sólo a través de un mejor conocimiento acerca de nuestro funcionamiento normal, podremos desarrollar herramientas de prevención más ecológicas e integradas en su vida diaria. Sin embargo, los constructos de rendimiento cognitivo y reserva cognitiva entrañan una seria dificultad a la hora de acotarlos y evaluarlos, lo que dificulta el estudio de estas variables de una manera profunda. El objetivo de este estudio fue explorar la relación que se establece entre las variables antes mencionadas (reserva cognitiva, estado anímico y edad) con el rendimiento cognitivo, así como el modo en el que cada una de ellas puede llegar a predecir este rendimiento. La muestra con la que se contó estaba formada por 62 adultos mayores sanos cuya media de edad fue de 72,87 (±7,75). Para su evaluación, se utilizó el Cambridge Neuropsychological Test Automated Battery (CANTAB), el Addenbrooke¿s Cognitive Examination (ACE), la escala de depresión geriátrica (GDS) y el Cuestionario de Reserva Cognitiva (CRC). Los resultados muestran que la edad, produce un enlentecimiento en la velocidad de procesamiento que puede llegar a afectar al rendimiento cognitivo en procesos como el lenguaje. Un estado anímico bajo, genera un patrón de respuestas erráticas ante tareas de detección rápida, pero no llega a afectar a su tiempo de reacción; encontrándose también en este caso afectado el lenguaje. Respecto a la reserva cognitiva, los resultados muestran que se trata de una variable moduladora en procesos como la atención, la velocidad de reacción, la memoria o las funciones ejecutivas. Por último, los datos obtenidos en este estudio apuntan a que la mayoría de las variables vinculadas al rendimiento cognitivo, se verán principalmente explicadas por el hábito lector con el que cuente el sujeto, siendo ésta una de las variables que conforman la reserva cognitiva. Todos estos datos en su conjunto, indican que el proceso de envejecimiento, si bien tiene asociados algunos patrones de deterioro, se verá marcado principalmente por la reserva cognitiva con la que cuente el sujeto. Dentro de los factores que conforman esta variable moduladora, será el hábito de lectura la herramienta que más pueda llegar a incidir en nuestra efectividad diaria. En la medida en la que la sociedad desarrolle mecanismos de concienciación acerca de la importancia de estas variables en nuestro envejecimiento, las herramientas con las que puedan contar las personas para enfrentarse a las posibles patologías cognitivas del futuro, serán más fuertes, conscientes y eficaces. Over the last century there has been an ageing of world population that has generated great social and economic implications. In spite of the countless advances in the medical field, our knowledge about how to respond to the effect that cognitive pathology produces in our daily functioning is not enough. Increasing knowledge about the way variables such as cognitive reserve, mood or age relate to cognitive performance in older adults should become a priority. Only through a deep understanding of our normal functioning we will be able to develop better integrated into our daily habits and more ecological prevention tools. Exploring the relationship established between the variables afore mentioned (cognitive reserve, mood and age) with cognitive performance, and the way in which each of the variables can predict cognitive performance is the aim of this study. The sample consisted of 62 healthy older adults, with a mean age of 72,87 (±7,75). Cambridge Neuropsychological Test Automated Battery (CANTAB), Addenbrooke¿s Cognitive Examination (ACE), Geriatric Depression Scale (GDS) and Cognitive Reserve Questionnaire were used to evaluate the sample population. The results show that age produces a slowdown in processing speed that can affect cognitive performance in production processes such as language. A low mood generates a pattern of erratic responses to rapid detection tasks and an affection in language but does not affect the reaction time of the subjects. The results show that, cognitive reserve could be considered as a variable that modulates processes such as attention, reaction time, memory or executive functions. Finally, the data obtained in this study suggest that most of the variables related to cognitive performance, will be mainly explained by the reading habit, this being one of the variables that makes up the cognitive reserve. All these data suggest that the ageing process -although it is associated to some impairment patterns- will be mainly characterized by the cognitive reserve of the subject. Among the factors that make up this moderator variable, reading habits will be the tool that could generate more influence on our daily effectiveness. The way in which our society develops mechanisms to raise awareness about the importance of these variables on our aging process, will characterize the tools to face up the cognitive