Conocimiento del mundo y restricciones de selección en la semántica de marcosuna aproximación lingüística y psicolingüística

  1. VELA CANDELAS, JUAN
Dirigida por:
  1. Josep Demestre Director/a
  2. Natàlia Català Torres Codirector/a

Universidad de defensa: Universitat Rovira i Virgili

Fecha de defensa: 21 de julio de 2020

Tribunal:
  1. Ignacio Bosque Presidente
  2. José Eugenio García-Albea Ristol Secretario
  3. Elena de Miguel Aparicio Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 634381 DIALNET lock_openTDX editor

Resumen

El presente trabajo quiere ser una contribución eminentemente teórica, pero también experimental, que dé cuenta de las nociones de restricción de selección y conocimiento del mundo desde la perspectiva de la semántica de marcos, haciendo acopio de herramientas y datos procedentes tanto del ámbito de la psicolingüística como del de la lingüística teórica. A continuación, explicamos sucintamente los principales conceptos que vamos a abordar y que dan lugar al título del trabajo: a) ¿Por qué estudiar el conocimiento del mundo y las restricciones de selección? En primer lugar, porque ambas ostentan un papel primordial dentro de la legislación semántica a la que acabamos de aludir. En segundo lugar, las restricciones de selección se revelan como la noción más importante cuando se trata de abordar el fenómeno de la combinación semántica, pues son precisamente las constricciones semánticas que el predicado impone sobre sus argumentos la principal fuerza que rige la manera como las palabras se combinan en función de sus características semánticas. Asimismo, las restricciones de selección pueden concebirse fácilmente como parte constitutiva del significado de un determinado predicado, por lo que nos hallamos ante una noción de interés tanto para la semántica léxica como para la semántica composicional. Por último, cabe preguntarse por qué seleccionar estas dos nociones en concreto, y cuál es el vínculo que las une. Un recorrido histórico por las propuestas de los principales marcos teóricos de la semántica nos permitirá constatar hasta qué punto el papel desempeñado por el conocimiento del mundo y las restricciones de selección atraviesan todas o casi todas las escuelas semánticas, y hasta qué punto ambas nociones devienen indisociables. De hecho, la inmensa mayoría de los trabajos experimentales que, desde la psicolingüística, se proponen analizar la influencia del conocimiento del mundo en el procesamiento oracional acaban por involucrar, de un modo u otro, las restricciones de selección como concepto a través del cual puede vehicularse y ponerse en funcionamento nuestro conocimiento del mundo durante la interpretación de oraciones. Del mismo modo, toda tentativa teórica de describir y explicar las restricciones de selección debe establecer si estas son limitadas en número y forman parte del significado lingüístico, o bien si no son fácilmente reducibles y enumerables y forman parte del conocimiento del mundo. b) ¿Por qué estudiarlas desde la óptica de la semántica de marcos? Porque, tras revisar una parte significativa de los estudios previos, tanto teóricos como experimentales, sobre las restricciones de selección y el conocimiento del mundo, este marco teórico se presenta como el más conveniente para, por un lado, sortear algunas de las dificultades históricas que aparecen recurrentemente cuando se intenta explorar la noción de restricción de selección y, por otro lado, porque permite integrar de forma orgánica propuestas provinentes de distintos ámbitos a partir de las cuales formulamos nuestra propia propuesta. c) ¿Por qué adoptar una perspectiva lingüística y psicolingüística? Por dos razones fundamentales. La primera, y más importante, porque consideramos necesario contribuir a revertir el hecho paradójico y generalizado de que, por una parte, las escuelas lingüísticas hegemónicas reivindiquen la ciencia del lenguaje como parte de la psicología, y, por otra parte, la mayoría de los trabajos realizados en este campo ignoren por completo los trabajos experimentales y teóricos que llevan a cabo los psicolingüistas (y viceversa). Como se viene subrayando, una de particularidades de este proyecto es la voluntad de integrar dos ámbitos de investigación estrechamente vinculados, pero no siempre tan bien comunicados como parecería deseable: la psicolingüística y lingüística teórica. Al asumir este propósito, nos vemos irremediablemente abocados a hacer uso de los recursos y de los procedimientos metodológicos característicos de cada una de estas disciplinas. En esta línea, ha resultado imprescindible emplear algunas de las técnicas experimentales online más frecuentemente utilizadas en el campo de la psicología del lenguaje, como son las tareas de lectura autoadministrada y el seguimiento de movimiento oculares. Por otro lado, también ha sido preciso recurrir a métodos offline como, por ejemplo, los juicios de aceptabilidad que, partiendo de la intuición y del conocimiento de la lengua del hablante nativo de español, pueblan buena parte de las argumentaciones que se ofrecen en los apartados más teóricos del trabajo. Estos juicios de aceptabilidad se acompañan a menudo de ejemplos extraídos de una base de datos de ineludible referencia en la práctica totalidad de los trabajos que se interesan por la semántica de marcos, a saber, FrameNet. En efecto, FrameNet es una base de datos léxica del inglés que se basa en ejemplos de anotaciones sobre cómo se usan las palabras en textos reales. Además, y lo que es más importante, FrameNet encuentra su fundamento teórico en la semántica de marcos, por lo que representa una suerte de implementación de esta. Este trabajo se consagra, pues, al estudio de dos conceptos en apariencia dispares, pero íntimamente vinculados entre sí, como las restricciones de selección y el conocimiento del mundo. En realidad, todo aquel que se aproxime a uno de ellos con la voluntad de explorarlo con cierta profundidad, acabará por interesarse necesariamente por el otro. Por esta razón, hemos llevado a cabo un recorrido por la manera como los han concebido algunas de las tradiciones lingüísticas y psicolingüísticas más importantes, con el propósito de evaluar sus principales virtudes y defectos. En un primer momento, la férrea voluntad de las teorías semánticas minimalistas por mantener el conocimiento del mundo al otro lado de sus fronteras dio lugar a una visión de las restricciones de selección que agotó rápidamente su recorrido y no halló la manera de reformularse. La postulación de un conjunto limitado, atómico (y, en ocasiones, universal) de restricciones de selección tropezó bien pronto con un número significativo de objeciones. Y es que las posibilidades de unas restricciones semánticas estrictamente lingüísticas, reducidas en número y no descomponibles son esencialmente las siguientes: a) O bien se postula un conjunto verdaderamente limitado de rasgos muy abstractos y generales (como animado, humano o líquido), y se renuncia, como consecuencia, a dar cuenta de los distintos grados de extrañeza semántica que existen (lo que resulta del todo indeseable para la teoría semántica, como ya afirmaban Katz y Fodor (1963) en su trabajo de referencia), b) o bien se trata de identificar todas y cada una de las restricciones que operan en la selección semántica, incluyendo algunas más específicas (como joven o viejo, por ejemplo), lo que conduce a la creación de un inventario cuyas dimensiones exceden los límites admisibles para una teoría minimalista (como sucedía con la conversión incontrolada de los distinguidores en marcadores en la propia de teoría de Katz y Fodor (1963), quienes terminaron por abandonarla). Más tarde, la lingüística cognitiva daría un giro de 180º y volvería a ubicar la semántica en el corazón del estudio del lenguaje. En este cambio de paradgima, opta por eliminar el límite entre el significado lingüístico y el conocimiento del mundo. Sin embargo, y como ha sido habitual a lo largo de la historia de la semántica, no encontramos definiciones explícitas, transparentes y detalladas sobre las restricciones de selección. De algún modo, se sobreentiende que se trata de las constricciones semánticas que un predicado impone sobre sus argumentos, pero no se trasciende esta definición elemental. Este desinterés que en las últimas décadas la lingüística teórica ha mostrado por las restricciones de selección contrasta con la prolija variedad de trabajos experimentales que, desde la psicolingüística, abordan la influencia de estas dos nociones en el procesamiento. Cabe señalar que la mayor parte de los trabajos experimentales consagrados al conocimiento del mundo y a las restricciones de selección caen del lado de los modelos modelos interactivos y basados en la satisfacción de constricciones. En este sentido, es necesario subrayar que la ingente cantidad de estudios y la solidez de los datos ofrecidos hacen muy difícil de rebatir lo que Matsuki resume contundentemente con estas palabras: «it seems that selectional restrictions, which are often considered to be lexical-grammatical constraints, and event-based knowledge, which is conceptual, may be, in fact, the same thing» (Matsuki et al., 2011, p. 929). En la interpretación de sus resultados, muchos de los psicolingüistas que han abordado el estudio del conocimiento del mundo y las restricciones de selección se sirven de conceptos como marco, esquema de evento o guion para dar cuenta de cómo el conocimiento extralingüístico es activado y puesto en funcionamiento durante el procesamiento. El concepto que subyace a todos estos términos representa una encrucijada entre distintas disciplinas de la ciencia cognitiva. Atendiendo, por lo tanto, a la estecha relación entre los esquemas de evento y los marcos semánticos, consideramos la semántica de marcos de Fillmore como el marco teórico idóneo para el desarrollo de una caracterización detallada de las restricciones de selección que preconizase su pertenencia al conocimiento del mundo. Teniendo en cuenta todos estos antecedentes teóricos y empíricos, hemos formulado una teoría de las restricciones de selección dentro de una semántica maximalista y de la comprensión, como la semántica de marcos, y definimos las restricciones de selección como el contenido conceptual (extralingüístico) de los participantes estereotípicos de un evento, esto es, el contenido conceptual de los argumentos de un sentido verbal. En esta línea, hemos demostrado la necesidad de postular unas restricciones de selección máximamente idiosincrásicas y específicas de cada sentido de cada unidad léxica con carácter de predicado, dada la imposibilidad de formular restricciones en el ámbito del marco semántico y de la unidad léxica. Esta especificadad absoluta nos lleva a proponer la existencia de micromarcos semánticos, esto es, marcos semánticos específicos de cada sentido verbal. El micromarco semántico es, pues, el locus de las restricciones de selección, y no el marco semántico. La necesidad de esta división de funciones entre marco y micromarco no solo se debe al hecho fundamental de que los primeros son incapaces de dar cuenta de las restricciones de selección, sino que también se debe a que, por su naturaleza idiosincrásica, los micromarcos semánticos no permiten capturar generalizaciones ni establecer jerarquías de inclusión en función de su grado de especifidad o constricción. Por otra parte, los micromarcos semánticos no se ubican en el interior de una escala en cuyos extremos encontramos construcciones muy generales y construcciones muy específicas. Y es que las restricciones de selección de un elemento de micromarco de un sentido verbal dado pueden ser muy concretas o muy generales. De hecho, el mayor o menor grado de constricción de las restricciones se explica en función de los siguientes factores: (i) el número de ejemplares que normalmente saturan el papel temático, (ii) el número de rasgos comunes compartidos por los ejemplares, y (iii) el número de ejemplares que pueden potencialmente saturar el papel temático. Asimismo, defendemos que las restricciones de selección están cognitivamente motivadas, pueden expresarse en forma de paráfrasis y solo podemos identificarlas mediante un trabajo experimental que explore el contenido conceptual de los hablantes en relación con los participantes típicos de un determinado evento. En consecuencia, entendemos que los elementos de micromarco —cuya etiqueta concreta carece de relevancia teórica— constituyen categorías en sí mismos, que su estructura interna se basa en la prototipicidad y, por lo tanto, que se componen de distintos rasgos característicos (las restricciones de selección) que presentan varios grados de abstracción. Consiguientemente, esta teoría no se ve afectada por las dificultades que atraviesan aquellos modelos que proponen listas de restricciones y de papeles temáticos reducidas, atómicas y universales, ni por los problemas relativos a la identificación de las condiciones necesarias y suficientes que definen una categoría. Es más, las restricciones de selección adoptan la forma de rasgos conceptuales caracterizadores y circulares, pero no pueden ser capturados por un conjunto limitado de primitivos semánticos. Por otra parte, la propuesta recoge de manera natural la doble dimensión de las restricciones de selección que ya había sido apuntada por algunos lingüistas estructuralistas. Efectivamente, en la medida en que estamos ante rasgos característicos de elementos de micromarco, las restricciones poseen una dimensión ontológica, esto es, describen el elemento de micromarco, nos informan esencialmente sobre qué y cómo suele ser. Al mismo tiempo, dado que el mayor o menor encaje de un candidato a saturar el elemento de micromarco depende del nivel de solapamiento (en términos cuantitativos y cualitativos) de los rasgos característicos de ambos, las restricciones también ponen de relieve su dimensión contextual o funcional. Es así como aunamos lo paradigmático y lo sintagmático. En lo que compete a los dos experimentos llevados a cabo para poner a prueba algunos de los aspectos expuestos en nuestra propuesta teórica, podemos resumir las principales conclusiones de la siguiente forma: • Experimento 1: los resultados del presente estudio muestran claramente que un contexto mínimo, como el sujeto-AGENTE de un verbo, puede facilitar el procesamiento cuando el sujeto es un buen saturador del AGENTE del evento denotado por el verbo. Estos resultados resultan difíciles de explicar desde la óptica de una semántica minimalista, ya que en ninguna de las oraciones empleadas en este experimento se dan violaciones de las restricciones de selección tradicionales, y los mismos verbos y los mismos saturadores de AGENTES aparecen en ambas condiciones. En este sentido, los resultados ponen de manifiesto que el conocimiento del mundo es la fuente de los efectos observados. Asimismo, este experimento apunta en la dirección de unas restricciones de selección como las postuladas en nuestra propuesta teórica, esto es, las restricciones se revelan como preferencias prototípicas que activan información relativa al micromarco del que participa el elemento de micromarco en cuestión, lo que, a su vez, permite generar expectativas sobre el tipo de evento. • Experimento 2: los resultados evidencian que el conocimiento del mundo y de los elementos de micromarco no instanciados, como DNI, constituyen una fuente de información capital en el establecimiento de las relaciones de correferencialidad entre la DNI y su referente. Además, las restricciones de selección de los modelos minimalistas no pueden dar cuenta del efecto de tipicidad observado, mientras que una visión maximalista y prototípica de las restricciones de selección permite explicar sin dificultades este fenómeno. Del mismo modo, constatamos que, desde el momento en que el procesador accede a la información de un determinado verbo, se activan los micromarcos correspondientes a sus diferentes sentidos y, consiguientemente, sus elementos de micromarco (con su contenido conceptual, esto es, las restricciones semánticas). A medida que el procesador accede a nueva información, ciertos micromarcos son perfilados en detrimento de otros. La afinidad entre el modelo teórico propuesto y los modelos de procesamiento interactivos basados en la satisfacción de constricciones es transparente. En suma, en este trabajo hemos examinado buena parte de la historia de dos nociones lingüísticas fundamentales y estrechamente relacionadas, y hemos intentado llevar a término una propuesta teórica original que, partiendo de un número significativo de estudios previos, superase algunos de sus problemas y carencias más prominentes. Por ello, hemos caracterizado el conocimiento del mundo y las restricciones de selección dentro de la semántica de marcos, y nos hemos servido de datos y herramientas de la lingüística teórica y de la psicolingüística. Esperamos que este trabajo constituya una valiosa contribución tanto para el campo de la semántica teórica como para el del procesamiento del lenguaje.