Manuel Ruiz OrtegaLa enseñanza del dibujo como eje de su obra

Laburpena

Justificación: El análisis sobre las motivaciones que me han impulsado a presentar esta tesis es el siguiente: Hay una parte de motivación intima, con raíces en experiencias tempranas, pero también un interés tanto en la obra plástica como en la enseñanza. Ambas circunstancias provienen de mi propia vocación, aunque el motor más potente ha sido un planteamiento de carácter ético: en mi opinión, todos tenemos la obligación de resaltar qué nos parece bueno e importante. Por ende, considero justo aportar algo a la Universidad, que tanto me ha proporcionado intelectualmente. Los que nos dedicamos a la Pintura, al Dibujo o a la Escultura, somos conscientes de las carencias en la enseñanza de las bases de la creación plástica. La Licenciatura de Bellas Artes tiene un diseño que es prácticamente el mismo que el de una academia de Arte. Esto no es reciente, sino que vino dado por el paso de Escuelas a Facultades en 1978. En aquel momento se intentó adaptar lo que ya existía, tanto en temas como en profesorado. Y aunque fue adecuado como primer paso, pienso que, al no haberse remodelado en profundidad con el paso del tiempo, esta Licenciatura está en desventaja intrínseca con todas las demás. Muchos docentes de Bellas Artes subsanan esta cuestión con su entrega y su creatividad. Pero la organización académica es exigente, y sus límites son muros muy altos. Esta tesis analiza el trabajo de docencia y la creación de uno de esos profesores/creadores, el Catedrático de Dibujo Manuel Ruiz Ortega; y está dirigida por otro profesor/creador, el Catedrático de Dibujo Jaime Gil Arévalo.