El ceremonial, el protocolo y el ritual de la Patum

Resumen

La Patum es la fiesta por antonomasia de la ciudad de Berga. Una manifestación del pueblo a medio camino entre el cielo y la tierra que nace de la procesión del Corpus Christi pero que, con el devenir del tiempo, se desacraliza, se emancipa de su origen eclesiástico, se libera de toda atadura medieval, y conquista un espacio propio, una simbología específica, una expresión genuina, un ritmo particular, un atavío peculiar, un léxico concreto, unas cadencias, melodías y armonías singulares, un cromatismo inconfundible, una complicidad entre la forma y el fondo, un vínculo entre las comparsas y la ciudadanía, y un paradigma único e irrepetible para el mundo con la proclamación por la UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Y todo ello ha propiciado la confluencia de una trinidad de protocolos: el eclesiástico, el oficial y el de la Patum en tan íntima comunión, y con tal complementación, que nos permiten afirmar que si esta manifestación del credo religioso, de la identidad del pueblo y del folclore ha llegado incólume hasta nuestros días ha sido merced al protocolo que se ha convertido en el alma que la ha cohesionado, la ha preservado, le ha conferido trascendencia y la ha perpetuado.