La infancia en casa. La transformación de los dispositivos domésticos de control vinculados a la niñez desde la edad media hasta la actualidad

  1. de Benito Alonso, Almudena
Dirigida por:
  1. Gonzalo Pardo Díaz Codirector/a
  2. Atxu Amann Alcocer Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad Politécnica de Madrid

Fecha de defensa: 13 de marzo de 2018

Tribunal:
  1. José Luis Linaza Iglesias Presidente/a
  2. Angelique Trachana Secretario/a
  3. Juan Bordes Caballero Vocal
  4. Antonio Agustín García García Vocal
  5. Eva M. Álvarez Isidro Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 529281 DIALNET

Resumen

La evolución y transformación de los espacios infantiles domésticos está relacionada con el valor concedido a la infancia en cada momento de la historia. La habitación de lxs niñxs1, como una estancia independiente dentro de la casa, no surge hasta el siglo XVIII. Algunos grabados de la época reflejan la existencia de cuartos infantiles entre la clase burguesa, pero hasta principios del siglo XIX, en las viviendas europeas, no se proyectan habitaciones destinadas a lxs más pequeñxs. El cuarto de lxs niñxs nace —situándose junto al servicio— tras siglos en los que la infancia carece de un lugar no solo en la casa, sino también en la sociedad. Posteriormente la arquitectura doméstica refleja el creciente interés por el colectivo infantil, ubicando su estancia junto a los progenitores y, a finales del siglo XIX, con el diseño de un mobiliario adaptado no solo a sus necesidades, sino también a las de los adultos, basadas en limitar el movimiento de lxs niñxs dentro del hogar. El control, ejercido a través de diferentes dispositivos, es una constante en la infancia que denota una búsqueda de seguridad pero reduce la libertad de exploración de la casa. Pese a ello, el espacio doméstico constituye el primer escenario de la experiencia lúdica. El dormitorio infantil se transforma en un cuarto de juegos que, a mediados del siglo XX, se expande dentro y fuera de la casa, invadiendo incluso las áreas de uso adulto. En el siglo XXI la casa ha dejado de ser el referente de la familia. La infancia líquida habita en múltiples escenarios diversos entre los que se encuentra el cuarto propio conectado; un lugar expandido y multifuncional donde se duerme, se estudia y se juega, también online.