Mosaicos tardoantigüos de la Siciliaitinerario topográfico - iconográfico

  1. DI CARO, DOMINIQUE MARIA
Dirigida por:
  1. María Luz Neira Jiménez Director/a
  2. Giuseppe Roma Codirector/a
  3. Adele Coscarella Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad Carlos III de Madrid

Fecha de defensa: 30 de noviembre de 2020

Tribunal:
  1. María Isabel Rodríguez López Presidenta
  2. Jesús Bermejo Tirado Secretario/a
  3. Fábio Luiz Cheche Pina Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 641433 DIALNET

Resumen

El presente trabajo de tesis se centra en el estudio del patrimonio musivo en Sicilia, en particular de los mosaicos pavimentales y parietales en teselas y en técnica "mixta", sea realizados con pinturas que con sectilia, de contextos rurales y urbanos, que se refieran a un período comprendido entre el siglo IV y el VI. d.C.. Un período histórico de transición entre la antigüedad clásico y la edad moderna, caracterizado por profundas transformaciones políticas, socioeconómicas y sobre todo ideológico-religiosas con el proceso de cristianización que invierte espacios y artefactos. Del análisis de las soluciones formales ha sido posible localizar relaciones de continuidad/discontinuidad con respecto a la plurimilenaria tradición pagana, así como las nuevas propuestas procedentes de contextos externos con los que la isla se puso en contacto, en particular el norte de África y el Oriente mediterráneo, identificando los intercambios comerciales, los mercados, las influencias culturales, los maestros y los clientes. En el estado actual de la investigación no existe un estudio regional actualizado de la producción musiva en edad tardía, recientemente el Centro Regionale Progettazione e Restauro, como Polo Regionale Siciliano della Carta del Rischio del Patrimonio Culturale ed Ambientale, comenzó dentro del proyecto Carta del Rischio dell'Istituto Superiore Conservazione e Restauro di Roma (ISCR) el censo del patrimonio musivo siciliano desde la edad helenística hasta la época romana tardía, en aras del conocimiento, conservación y tutela. El punto de partida de la investigación ha sido la recogida sistemática y la coordinación de los datos arqueológicos e históricos relativos a los sitios con mosaico, desgraciadamente dispersa en publicaciones muy variadas, antiguas y locales, a menudo simples comunicaciones ligados a recuperaciones puntuales y casi nunca fruto de una investigación sistemática sobre el territorio. Se ha intentado realizar un examen lo más completo posible de los datos de una bibliografía muy extensa y no siempre fácilmente disponible. La documentación gráfica, fotográfica y bibliográfica de archivo fue acompañada por la encuesta sobre el terreno, en la medida de lo posible, en los sitios arqueológicos y en los distintos museos/depósitos para la observación directa para un oportuno análisis iconográfico y una más general contextualización arquitectónica-paisajística y topográfica. Los datos han confluido en el Catálogo que contiene fichas de sitio y sub fichas de mosaico, las primeras se caracterizan por números correspondientes a los incluidos en el mapa adjunto y proporcionan en la primera parte indicaciones útiles para la localización en relación con el contexto topográfico y con las directrices de carreteras de edad romana y bizantina, a la cronología, a la descripción del sitio y a la segunda parte o a las sub fichas, insertadas allí donde hay más mosaicos en el mismo sitio, informaciones relativas al estudio iconográfico e iconológico de la decoración musiva (sumos temáticos). En el intento de proponer un encuadre cronológico del repertorio analizado junto con el análisis técnico-estilístico de las composiciones geométricas y figuradas musivas se ha utilizado, cuando ha sido posible, la integración de los datos arqueológicos-estratigráficos, examinando también el material de diagnóstico representativo (cultura material, fuentes epigráficas), del que se ha introducido en las fichas. La asignación de cronología absoluta resulta problemática, salvo algunos ejemplares con elementos intrínsecos de datación, como indicaciones epigráficas, las marcas de los talleres, las figuras de los comitentes o materiales numismáticos bajo los pavimentos, pero obstante, hay que señalar que se trata de dataciones post quem. Para el conocimiento diacrónico de los contextos censados, el recorrido de investigación empleado puso en diálogo arqueología y topografía. Los sitios, como reflejo de la dinámica de evolución del componente social y cultural, han sido contextualizados en el paisaje antiguo, tanto agrícola como urbano, considerado en su complejidad (hidrografía, viabilidad...), integrando los datos arqueológicos, cartográficos (cartografía IGM, plantas) y las fuentes históricas sobre intercambios comerciales, prácticas cultuales, etc. El contexto histórico, político-institucional y socioeconómico se ha profundizado ampliamente en los capítulos anteriores al catálogo, como marco imprescindible para llegar a una descripción fiable de los aspectos de la vida sociocultural, artística y religiosa de la época. La metodología de investigación tradicional ha sido apoyada e implementada por el uso del software QGIS de recogida y tratamiento de datos, en el cual los sitios han sido localizados teniendo en cuenta la antigua división territorial en diócesis y la viabilidad romana. La producción de mapas temáticos de las tipologías implementadas y de los escaneos cronológicos ha permitido esbozar un cuadro de conjunto de las rutas de distribución de los sitios y de los modelos decorativos. Al análisis espacial sigue el cuantitativo, los criterios adoptados son los estadísticos, propios de los programas de cálculo, para el reconocimiento de las tendencias generales en el ámbito institucional, político, económico-productivo, etc. A este respecto, el uso de los límites administrativos antiguos y modernos, los primeros trazados en los mapas y los modernos utilizados en el catálogo para la agrupación de las diferentes fichas, ha sido una herramienta útil para ordenar los sitios de manera coherente y para facilitar, incluso mediante análisis estadísticos básicos, la identificación de posibles diferencias o analogías entre las macro-áreas con el fin de trazar un cuadro global y general, un status quaestionis. Del censo de las presencias musivas emerge un cuadro distributivo en el cual es posible distinguir tres macro áreas, correspondientes a las provincias de Trapani, Siracusa y Catania, con un elevado número de testimonios, también están representadas las provincias de Palermo y Ragusa, quedando inexploradas las provincias de Messina y Agrigento, de las cuales no se conocen muchos sitios. Las razones de estas carencias son de orden histórico y topográfico, ya que reflejan el estado de la investigación arqueológica dirigida al estudio de los sitios de mayor interés y accesibilidad, con relación a las zonas internas inaccesibles o caracterizadas por la continuidad de uso hasta nuestros días (pluri estratificación constructiva). La mayoría de los lugares se concentran en las franjas costeras, en zonas estratégicas desde el punto de vista agrícola y comercial y, sobre todo, a lo largo de importantes vías, lo que demuestra la función determinante de la viabilidad en la transmisión de la cultura de las imágenes. Más concretamente, los sitios con mosaicos están ubicados en los centros urbanos de la costa, sobre todo en el sector oriental de la isla, y en los centros rurales de la zona centro-sur a lo largo de la Catania-Agrigento, destinada en gran parte al cultivo de cereales. La riqueza de los recursos naturales y del agua, así como la localización a lo largo de las rutas de tránsito, favoreció el nacimiento y el desarrollo de asentamientos en el interior de Sicilia, del cual no disponemos de investigaciones sistemáticas a excepción de las excavaciones conducidas a partir de los años 50 en la Villa del Casale de Piazza Armerina (Enna), y sólo recientemente en el complejo de Gerace cerca de Enna (Enna). Del tratamiento sistemático de datos, el 67% de la producción musiva se refiere a contextos suburbanos y rurales, dato indicativo del desplazamiento del baricentro económico de las ciudades a las zonas rurales, que a partir del siglo IV se convierten en el centro del sistema productivo tardo antiguo siciliano, probablemente relacionado con la función de la isla de aprovisionar de trigo el imperio y los consecuentes intereses de la aristocracia senatorial romana. Resulta una reducción de la actividad de la construcción en los centros urbanos, tanto en el ámbito privado como en el público, donde intervenciones esporádicas, más relacionadas con actividades de reconstrucción y restauración, como consecuencia de los daños causados por fenómenos sísmicos (en particular el del 365 d.C.), se realizaron para la recalificación y monumentalización de instalaciones anteriores. . Emblemáticos son, por citar algunos casos, los grandes edificios termales públicos de Catania, la casa de peristilio tardo-helenística del barrio helenístico-romano de Agrigento con evidencias de reutilización hasta el siglo V; la ínsula del Capo Boeo en Marsala (TP) que deriva de la agregación de dos unidades habitables datadas en el II-I a.C., que entre los siglos III-IV fue decorada con nuevos mosaicos y provista de termas; el edificio A de Piazza della Vittoria en Palermo, una domus construida en la edad severiana y posteriormente reutilizada por una comunidad cristiana, que manipuló un mosaico anterior con símbolos órficos y dionisíacos. La mayoría de los contextos se refieren a las villae residenciales, que constituyen el 33% (de las cuales el 9% se refieren a edificios termales anexos a las villas y el 6% son villae marítimas) del total de las tipologías constructivas investigadas (Gráfico 5), ellas concentradas en la Sicilia centro-oriental, se localizaron en: Favarotta di Mineo (CT), Castellitto di Ramacca (CT), Erranteria di Bronte (CT), Gerace di Enna (EN), Casale e Rasalgone di Piazza Armerina (EN), Bagnoli - San Gregorio di Capo D’Orlando (ME), Patti Marina (ME), Orto Mosaico di Giarratana (RG), Cozzo Cicirello di Acate (RG) y Tellaro cerca Noto (SR). Sus aparatos musivos con representaciones de escenas cinegéticas y de captura de animales, de pesca, de juegos, de comercio, denotan la capacidad de inversión en función de la autorrepresentación de la riqueza y del poder de clases sociales elevadas, así como su cultura literaria, que se manifiesta en el proceso de alegorización de la mitología antigua, protagonista de un número consistente de mosaicos en la villa de Piazza Armerina, que no por casualidad formaba parte de los praedia llamados “Philosophiana”. A este propósito hay que mencionar el mosaico con escena del rescate de Ettore de la habitación 8 de la villa del Tellaro (SR) que reproduce, como sugirió el descubridor, un pasaje de la tragedia “I Frigi” de Esquilo, la única que ha informado del episodio del pesaje del cuerpo. Los epígrafes en griego identificando con su nombre a varios personajes y la presencia de las máscaras en el marco, revelan que el ordenante debía ser un conocedor apasionado de la cultura griega y de la literatura teatral. Los mosaicos, entre los testimonios arqueológicos más llamativos y sofisticados, en el ámbito de la arquitectura doméstica y de los testimonios del lujo privado, arrojan luz no sólo sobre las posibles matrices político-ideológicas y culturales de los comanditarios, sino también sobre el contexto socio-económico. A partir de finales del siglo III, África asumió una función determinante en el sistema de circulación y comercio en el Mediterráneo, como lo documentan la amplia difusión de cerámica sellada y las evidentes influencias estilísticas norafricanas en el repertorio musivo, hasta el punto de inducir a suponer la presencia de personal especializado itinerante y la circulación de cartones africanos. Esta tendencia se atenua en la zona costera de la Sicilia oriental, en la que los mosaicos, que datan de los siglos V-VI, presentan analogías con la zona greco-macedónica, pullesa y adriática. Este área, por su posición, era propensa a los intercambios comerciales y culturales con el exarcado de Ravenna, las ciudades adriáticas y Constantinopla, de las cuales Sicilia era dependiente. Además de las villae, entendidas como la pars dominica de un gran latifundio, el nuevo sistema de organización del territorio, incluye otros tipos de asentamientos como las stationes, las granjas y los pueblos, donde los nuevos polos de agregación son las basílicas, importantes para la comprensión de la difusión del cristianismo. Constituyen el 22% de las tipologías arquitectónicas examinadas y la mayoría se encuentran en contextos rurales, con excepción del edificio A de la Plaza de la Victoria de Palermo, que probablemente tuvo función de domus ecclesiae y la pequeña basílica bajo la catedral de Cefalù. El 15% de las basílicas tuvieron función funeraria con sepulturas privilegiadas sacadas dentro o fuera del edificio, a veces con núcleos de cementerios. Teniendo en cuenta las soluciones decorativas de todo el informe presentado, el 76% presentan composiciones geométricas, que en la construcción residencial está conectada a la jerarquización funcional de los espacios. En ámbito sagrado, revisten toda la pavimentación sin diferenciación de espacios, como en los mosaicos de las basílicas funerarias de Salemi (Trapani), de Caucana (Ragusa), de la Pirrera (Ragusa). En estas últimas, los motivos zoomorfos y vegetales de los esquemas reticulares y de las composiciones, aluden al jardín paradisíaco y a la pacificación de los animales (Isaías 11, 6-9 y 65, 25). La producción musiva de los edificios de culto es esencialmente anicónica, probablemente para ser interpretada como una forma de precaución como función anti pagana. Son excepciones, porque son atribuibles a una fase madura del cristianismo, dos sitios del territorio de Catania, el mosaico del bema de la basílica de Mascali (Catania) y el de la nave de la basílica cimiterial de vía Doctor Consoli de Catania. El primero presentaba en el centro un kantharos o una fuente (lamentablemente falta la parte central) y simétricamente a los lados ciervos, arbustos de hojas de acanto y pavos reales, representados en referencia a la pacificación de la era mesiánica profetizada por Isaías (Isaías 11, 6-9 y 65, 25). Los ciervos y los pavos reales aluden al triunfo del bien sobre el mal, ambos son enemigos de la serpiente (símbolo del pecado, tentación), representada en el mosaico de vía Doctor Consoli, enredado en el tronco de un árbol, que según mi lectura interpretativa podría ser “El Árbol del Conocimiento” citado por los textos sagrados, la serpiente reaparece en las vestiduras de un gran dragón rojo en otro registro con escena marina. En este sentido es plausible la utilización del procedimiento retórico de “inclusión significativa” para exaltar la unidad y la continuidad narrativa entre Antiguo y Nuevo Testamento: la serpiente veterotestamentaria constituye el arquetipo del dragón de la Revelación apocalíptica de Juan (Apocalipsis 12, 1-18). En el Nuevo Testamento, el equivalente del árbol del Edén es el árbol de la Cruz, que encontramos como staurogramas (del griego bíblico “stauròs” con significado de cruz o palo) asociados a las inscripciones o flanqueados por las letras apocalípticas, alfa y omega, en la segunda pavimentación musiva, atribuible al siglo V, de la basílica de San Miceli en Salemi (ficha sitio no. 40). Staurogramas y cristogramas indicaban de manera codificada la presencia de los cristianos en las catacumbas de San Diego de Vigna Cassia y de San Giovanni en Siracusa, dibujados por teselas o pintados en el fresco. Sorprendentemente y en última instancia, se ha reconocido un número considerable de testimonios musivos en los complejos de catacumbas, que constituyen el 15% de los contextos analizados, delineando un cuadro más completo del patrimonio musivo, que de esta manera viene a ser más adherente a la realidad espiritual de la Antigüedad Tardía. La investigación nace de la voluntad de promover en el territorio siciliano nuevos estudios que, superando la fragmentación que a menudo ha caracterizado el espíritu de la investigación arqueológica post clásica en Sicilia, a través de un enfoque global y multidisciplinar, ofrece un balance útil de los datos disponibles sobre la producción de mosaico tardo antiguo en Sicilia y representa un posible modelo a utilizar para ulteriores investigaciones, con el fin de colmar las lagunas debidas a la falta de estudios científicos sobre esta clase de materiales hasta ahora descuidada y al retraso general en la publicación de los resultados de las investigaciones arqueológicas.