Cirugía de las fracturas faciales: características, tratamientos y resultados de los pacientes tratados en el hospital La Paz entre 2008 y 2014

  1. García Molina, Daniel
Dirigida por:
  1. José Luis del Castillo Pardo de Vera Director/a
  2. Miguel Burgueño García Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 19 de julio de 2017

Tribunal:
  1. Carlos León Martín Pascual Navarro Vila Presidente
  2. Dolores Martínez Pérez Secretario/a
  3. José Luis Cebrián Carretero Vocal
  4. T. González Otero Vocal
  5. Enrique Gil Garay Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

RESUMEN INTRODUCCIÓN La cirugía de las fracturas faciales constituye gran parte de la actividad clínica habitual del cirujano oral y maxilofacial. En la actualidad no disponemos de datos epidemiológicos sobre las fracturas faciales tratadas en el servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario La Paz, ni de las características de estos pacientes ni de su evolución en conjunto. Conocer cuál es la incidencia de este problema en nuestra población es un requisito básico para establecer las necesidades de tratamiento y prevención. Es por ello que este trabajo se centra en determinar el número de fracturas que se tratan de forma quirúrgica en el Hospital Universitario La Paz y establecer el perfil del paciente con traumatismos faciales. Así mismo se compara nuestro estudio con el de otros centros para poder esclarecer qué factores pueden influir en la diferente o similar distribución de las fracturas faciales. También es motivo de estudio conocer cómo tratamos las fracturas faciales y su evolución, a fin de dilucidar cuál puede ser el mejor tratamiento para nuestros pacientes. MATERIAL Y MÉTODOS Se ha elaborado un estudio retrospectivo incluyendo a todos los pacientes tratados de fractura facial por el Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital La Paz de Madrid, intervenidos entre enero de 2008 y diciembre de 2014. Se han registrado variables demográficas, características de la fractura, clínica, diagnóstico, tratamiento, complicaciones y evolución. También se ha realizado una revisión de la literatura publicada referente a la epidemiología de las fractura faciales. RESULTADOS Se obtuvieron un total de 477 pacientes adultos con 903 fracturas, y 151 pacientes infantiles con 152 fracturas. De los pacientes adultos, los comprendidos entre los 26 y los 30 años fueron los más afectos. La proporción hombre:mujer fue de 4’35:1, atenuándose estas diferencias en las edades extremas de la vida. El 66,66% de los pacientes eran españoles. La mayoría de las fracturas se debieron a agresiones (44,02%). La fractura más frecuente fue la orbitomalar (53,27%) seguida de la mandibular (42,3%). La mayoría de las fracturas se produjeron en los meses de agosto y diciembre, y entre el viernes y el domingo. De los pacientes infantiles la causa más frecuente fueron las caídas (43,63%) y la fractura más frecuente la nasal (60,52%). No se observaron diferencias significativas en cuanto a la estacionalidad. Por localización, la fractura mandibular más frecuente fue la de sínfisis-parasínfisis (28,27%) y su complicación más habitual la infección (24 casos). La fractura maxilar más frecuente fue la de Le Fort I bilateral con 12 casos, siendo producida mayoritariamente por un accidente de tráfico (76%). La fractura del suelo de la órbita fue la más frecuente dentro de las orbitomalares (32,02%). El 33,33% de las fracturas frontales se produjeron por accidentes de tráfico, siendo las complicaciones infecciosas las más frecuentes (2 casos). La fractura nasal es la más frecuente dentro de las infantiles (60,53%). Los accidentes de tráfico son responsables del 25% de las fracturas panfaciales, requiriendo cirugías secundarias la mayoría de ellas (83,3%) CONCLUSIONES La fractura facial más frecuente en adultos que requiere atención quirúrgica es la orbitomalar, en un varón entre 21 y 30 años y a consecuencia de una agresión. La fractura facial más frecuente en niños que requiere atención quirúrgica es la nasal, en un niño entre 3 y 7 años, producida por una caída casual. Los resultados diferentes entre diversos estudios sobre epidemiología de las fracturas faciales se deben a la disparidad entre los criterios de inclusión y sobre todo, a la influencia de factores socio-culturales, ambientales y económicos. En el Hospital Universitario La Paz la causa más frecuente de fractura facial ha pasado de ser el accidente de tráfico a la agresión, además, estas diferencias se han incrementado con el paso del tiempo. La fractura mandibular más frecuente fue la de sínfisis-parasínfisis, en un varón joven y debido a una agresión. Sus complicaciones más habituales fueron las infecciosas. La fractura maxilar más frecuente se trató de la de Le Fort I bilateral, a consecuencia de impactos de alta energía como los accidentes de tráfico. El paciente típico era un varón de 35 años. Su secuela más habitual fue la alteración de la sensibilidad del nervio infraorbitario. La fractura del complejo orbitomalar más frecuente fue la fractura del suelo de la órbita producida por una agresión. En la zona del malar, la zona más afecta fue el arco, debido a una agresión. Su secuela más frecuente fue la hipostesia del territorio del nervio infraorbitario. Las fracturas frontales tuvieron como mecanismo de producción más frecuente los accidentes de tráfico. Las complicaciones infecciosas fueron las predominantes. Respecto a las fracturas nasales infantiles, su etiología principal son las caídas y sus complicaciones más frecuentes fueron las referentes a la estética nasal. En cuanto a las fracturas dentoalveolares infantiles que implican al hueso alveolar, su mecanismo de producción más habitual fueron las caídas, siendo sus complicaciones más frecuentes las odontológicas. Las fracturas panfaciales son las menos frecuentes de todas. Se debieron principalmente a accidentes de tráfico y, la presencia de secuelas en la mayoría de los casos, hizo necesario programar cirugías secundarias.