PAPP-A Y ß-hCG: marcadores bioquímicos de cromosomopatía del primer trimestre como predictores de alteraciones del crecimiento fetal

  1. Pérez Carbajo, E.
Dirigida por:
  1. Luis San Frutos Llorente Director/a
  2. Tirso Pérez Medina Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 27 de julio de 2017

Tribunal:
  1. Luis Martínez Cortés Presidente/a
  2. C. Martínez Payo Secretario/a
  3. Augusto Pereira Sánchez Vocal
  4. Pilar Álvarez Álvarez Vocal
  5. Francisco Javier Salazar Arquero Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El retraso de crecimiento intrauterino es una patología obstétrica con importantes repercusiones en la morbi-mortalidad perinatal, siendo un factor que aparece en un 25% de las muertes fetales anteparto. Cuando ocurre un retraso de crecimiento intrauterino, aumenta drásticamente el riesgo de mortalidad intrauterina, así como la morbilidad perinatal asociada. La evidencia acumulada en estos últimos 20 años ha demostrado también que implicaciones tiene esta patología en la vida adulta. El conocimiento de los serios riesgos asociados a esta patología, sitúa en el punto de mira toda estrategia propuesta que facilite el cribado de pacientes que presenten mayor riesgo y que se beneficien de un control más exhaustivo. Existen marcadores bioquímicos que pueden ser útiles para el cribado de gestantes con mayor riesgo de alteraciones de crecimiento fetal. Los niveles PAPP-A y β-hCG, marcadores bioquímicos utilizados en el cribado universal de aneuploidias durante primer trimestre gestación, podrían asociarse a alteraciones del crecimiento fetal y malos resultados obstétricos. El objetivo de nuestro estudio es evaluar si los niveles de PAPP-A y β-hCG durante el primer trimestre de gestación se relacionan con bajo peso al nacer y analizar su utilidad clínica para predecir alteraciones del crecimiento fetal. Para ello se realizó un estudio de cohortes retrospectivo en el que se incluyeron pacientes gestantes con feto único controladas en Hospital Universitario Puerta de Hierro y en Hospital Universitario Infanta Elena, que realizaron cribado aneuploidía en el primer trimestre y que finalizaron la gestación en ambos de centros respectivamente. Bajo unos criterios de inclusión y exclusión se seleccionó se obtuvo una cohorte de 1519 pacientes. Se calculó el percentil 3, 5, 10, 90 y 95 de PAPP-A y β-hCG para nuestro población y se analizó su relación con defectos de crecimiento fetal (bajo peso y macrosomía) y malos resultados obstétricos (aborto tardío, muerte fetal anteparto, preeclampsia y prematuridad). El resultado final es que niveles de PAPP-A y β-hCG disminuidos en el primer trimestre, por debajo de los percentiles 3,5 y 10, se asocian a bajo peso al nacer. Este riesgo es inversamente proporcional al nivel de PAPP-A y β-hCG . Cuanto menor es el nivel de PAPP-A y β-hCG, mayor es el riesgo para bajo peso al nacer. Esta asociación es muy imprecisa para utilizarla como marcador aislado en la práctica clínica, ya que la mayoría de los resultados adversos ocurrirán en mujeres con niveles normales de PAPP-A. Además no cumple los criterios necesarios como prueba de cribado debido a su baja sensibilidad y bajo valor predictivo positivo. Bajos niveles de PAPP-A y β-hCG se asocian con malos resultados obstétricos de forma global. Individualmente, únicamente hemos demostrado una asociación entre PAPP-A baja y aborto tardío y prematuridad y β-hCG baja y muerte fetal anteparto y preeclampsia