El cuidado compartido entre los génerosuna comparación entre Italia y España

  1. Canal ricco, Tiziana
Dirigida por:
  1. Constanza Tobío Soler Director/a

Universidad de defensa: Universidad Carlos III de Madrid

Fecha de defensa: 24 de noviembre de 2016

Tribunal:
  1. Miguel Ángel Ruiz de Azúa Antón Presidente
  2. Magdalena Díaz Gorfinkiel Secretario/a
  3. Mattia Diletti Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

En Europa en las últimas décadas ha aumentado el interés respecto de los cambios en la identidad de género, sobre todo tras la creciente escolarización femenina y el aumento de la presencia de las mujeres en el mercado laboral. Esta tendencia ha provocado inevitablemente, aunque no siempre de manera evidente, cambios en la organización de los roles familiares y de pareja, desmantelando, en algunos casos, la antigua división de género, típica de la familia mediteranea (Bimbi 1995; Trifiletti 1997), del trabajo “productivo masculino” y “reproductivo femenino”, a nuevos perfiles familiares, en los que el trabajo productivo no está necesariamente asociado a un género, pero que se convierte en una necesidad familiar que incumbe a todos los miembros (Saraceno 2013; Naldini e Saraceno 2011). Además, la crisis económica iniciada en 2008, que ha provocado una reducción general del trabajo retribuido, ya sea en términos de puestos de trabajo perdidos como respecto a horas trabajadas, y que ha afectado sobre todo a sectores económicos masculinizados (Canal 2016; Baronio 2015; Comisión Europea 2014; Istat 2014), ha contribuido posteriormente a redefinir los roles, los tiempos y los espacios en los que hombres y mujeres ejercen el trabajo retribuido o de cuidados (Eurofound 2012a; Eurofound 2012b). En general en las tareas de cuidado afloran nuevas pautas y colaboraciones entre los géneros y en particular, el cuidado de los hijos deja de representar una carga para convertirse en una oportunidad, relacional y expresiva, a la que muchos hombres no quieren renunciar (Flaquer e Escobedo 2014; Tobio 2012; Ciccone 2011; Murgia e Poggio 2011; Zajczyk e Ruspini 2008). En un mercado de trabajo flexible y a menudo precario las parejas adoptan, entonces, nuevas estrategias productivas y reproductivas, en las que dirigir las decisiones y acciones a la pareja ya no es solo ser hombre o mujer, sino por ejemplo, tener un contrato indefinido y poder beneficiarse de protecciones específicas (permisos parentales, seguros o servicios para la familia), trabajar en una empresa con una organización del tiempo flexible o disponer de una renta de trabajo más elevada respecto a la pareja (Canal 2015; Canal 2013; Deriu 2008; Salmieri 2006). En este contexto económico y social el tema del work life balance, en Europa referido a menudo a la conquista preferentemente femenina del equilibrio entre el trabajo retribuido y la vida privada, asume nuevas connotaciones que parecen trasladar la atención de la cuestión de “género” a la relacionada con la biografía laboral y familiar de la “persona”. Partiendo de dicho escenario, este trabajo pretende profundizar en las relaciones entre géneros, familia y trabajo con el objetivo de evidenciar las tendencias y flujos presentes en el proceso de redefinición de los roles de género en el seno de la familia, sobre todo entre las parejas jóvenes italianas. Muchos jóvenes, en realidad, a pesar de vivir en contextos caracterizados por modelos familiares tradicionales, típicos de países de la cuenca mediterránea (Salido y Moreno 2012; Ferrera 1997; Trafiletti 1997), han comenzado a proponer y adoptar comportamientos más simétricos e igualitarios respecto a las generaciones de sus padres y madres (Flaquer e Escobedo 2014; Tobio 2012; Zajczyk e Ruspini 2008). Para orientar y apoyar todos los análisis realizados en este estudio se ha optado por un enfoque de investigación que utiliza e integra un análisis cuantitativo y cualitativo en profundidad. Esta doble aproximación utiliza como punto de partida los resultados de un primer trabajo realizado en 2012 en Italia para evaluar (a través de un modelo de regresión logística) las características masculinas (de los padres definidos como high care) que fomentan el reparto de los cuidados familiares. Las evidencias obtenidas en dicho estudio han provocado, en un segundo momento, la realización de un estudio más detallado, con técnicas de investigación cualitativas (entrevistas en profundidad) acerca de la cuestión de la participación paterna en las parejas jóvenes italianas. Los padres, identificados en base a las características detectadas con el modelo logístico implementado para la identificación de los padres high care, tienen entre 30 y 40 años, una alta cualificación, hijos pequeños y pareja ocupada y muy cualificada. El material recogido ha permitido dar forma (a través de voces e imágenes) a algunos cambios recientes en la identidad masculina (Murgia e Poggio 2011; Ciccone 2009), además de evidenciar nuevas estrategias y equilibrios entre hombres y mujeres (Flaquer e Escobedo 2014; Tobio 2012), tanto en la gestión de la vida familiar como en la de la vida laboral, para afrontar los cambios del mercado de trabajo así como los efectos de la crisis económica. Ha surgido una fractura de una parte de la sociedad civil que propone nuevos modelos familiares, en cualquier caso a la vanguardia respecto de las escasas oportunidades ofrecidas por las instituciones, y en particular de la política de trabajo y social propuesta en los países mediterraneos en los últimos años.