Diagnóstico de trastorno del espectro autista en adultos con discapacidad intelectual severa-profunda y su relación con psicopatología y conducta

  1. PLANELLES FERNÁNDEZ, MARÍA INMACULADA
Dirigida por:
  1. Alfonso Gutiérrez Zotes Director/a
  2. Antonio Labad Alquézar Codirector/a

Universidad de defensa: Universitat Rovira i Virgili

Fecha de defensa: 13 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. Josefa Canals Sans Presidente/a
  2. Rubén Palomo Seldas Secretario
  3. Ramón Coronas Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 508174 DIALNET

Resumen

El objetivo principal de nuestro estudio fue identificar los síntomas clínicos de los trastornos del espectro autista (TEA), en personas adultas con discapacidad intelectual (DI) severa/profunda, de acuerdo con cada uno de los criterios diagnósticos del DSM-IV-TR (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fourth Edition Reviewed), social, comunicativo y conductual; así como analizar si la sintomatología, psicopatológica o conductual, presente en la muestra, estaba relacionada con los síntomas clínicos del TEA, pudiendo dificultar el diagnóstico diferencial en esta población. Para poder cumplir nuestro objetivo, debido a la ausencia de instrumentos diagnósticos adecuados para el diagnóstico de TEA en personas con DI severa/profunda, en España, llevamos a cabo la obtención y validación de la versión española de de la Batería ASD-A (Autism Spectrum Disorder Adult Battery, Matson et al., 2007) y de la prueba MESSIER (Matson Evaluation of Social Skills for Individuals with Severe Retardation, Matson, 1995) de evaluación de habilidades sociales para adultos con DI severa/profunda y TEA. Ambas pruebas fueron incluidas en un protocolo de evaluación, específico para personas con DI severa/profunda, que evaluaba las tres grandes áreas diagnósticas de autismo del sistema de clasificación clínica DSM-IV-TR y, algunas de las pruebas, evaluaron también sintomatología relacionada con trastornos psicopatológicos y conductuales. El protocolo estuvo formado por las pruebas de la Batería ASD-A: ASD-DA (Autism Spectrum Disorders- Diagnostic Adults, Matson et al., 2007), ASD-BPA (Autism Spectrum Disorders- Behavior Problems Adults, Matson & Rivet, 2007) y ASD-CA (Autism Spectrum Disorders – Comorbidity Adults, Matson & Boisjoli, 2008); MESSIER, CARS (Childhood Autism Rating Scale, Schopler et al., 1988), ABC-ECA (Aberrant Behaviour Checklist, Aman et al., 1985), DASH-II (Diagnostic Assessment for the Severely Handicapped, Matson et al., 1991) e ICAP (Individual Client and Agency Planning, Bruininks et al., 1986). El diagnóstico clínico de TEA se realizó por medio de acuerdo clínico interjueces en función de los criterios DSM-IV-TR/CIE10. Las personas clasificadas con autismo y TGD-NE (Trastorno Generalizado del Desarrollo No Especificado) integraron el grupo con DI severa/profunda y TEA. La muestra estuvo compuesta por 156 participantes (65.4% hombres), con DI severa en el 42.9% de los casos, y profundo en el 57.1% restante. Dos grupos fueron obtenidos, uno de personas con DI sin TEA (54.5%, n=85) y otro de DI con TEA. En relación al análisis de datos, en primer lugar, para la validación de la versión española de la ASD-A y MESSIER se realizó el análisis de la fiabilidad y de la validez interna, con análisis factorial confirmatorio y de componentes principales, para testar el ajuste al constructo original de las escalas. Previamente, se realizó la adaptación lingüística según el método de traducción-retrotraducción. En segundo lugar, se obtuvieron los puntos de corte en las pruebas diagnósticas con los criterios DSM-IV-TR/CIE10 mediante el análisis de sensibilidad y especificidad. Para el análisis de las diferencias entre los grupos se realizó una comparación de medianas y de frecuencias. Finalmente, con el fin de examinar la magnitud del efecto de las escalas diagnósticas, de problemas de conducta y de psicopatología en el TEA, se realizaron análisis de regresión múltiple ajustando por sexo, edad y nivel de discapacidad. En relación a las propiedades psicométricas de las pruebas validadas, la versión española de la ASD-DA muestra buena replicación factorial. La ASD-BPA mostró valores de bondad de ajuste moderados. La ASD-CA no vio replicados los factores teorizados en el modelo. La escala MESSIER tuvo un conjunto de ítems que identificaron un núcleo de los dos factores de habilidades sociales positivas y negativas. La consistencia interna de las puntuaciones totales de las escalas ASD-DA, ASD-BPA, ASD-CA y MESSIER es adecuada, aunque algunas de sus sub-escalas tienen valores bajos. Estos resultados fueron concordantes, mayoritariamente, con los hallazgos de la validación de las escalas en su idioma original. Las escalas ASD-DA y CARS tienen capacidad de predicción y valores óptimos de sensibilidad y especificidad en relación a los criterios DSM-IV-TR/CIE10 de TEA, con un punto de corte de 21 y 28, respectivamente. En relación a los criterios clínicos, después de controlar edad, sexo y nivel de DI, los resultados indicaron que las personas adultas con DI severa/profunda y TEA presentaron diferencias significativas, en comparación con las personas adultas con DI sin TEA, en los síntomas de TEA, de las tres áreas clínicas del DSM-IV-TR, relacionados con el área social, comunicativa y de comportamientos e intereses restringidos, repetitivos y estereotipados. En el área social, los adultos con DI sin TEA, presentaron más comportamientos sociales positivos que los adultos con TEA, los cuáles mostraron también, significativamente, más comportamientos negativos que dificultan, o evitan, el establecimiento del contacto interpersonal y la continuidad, o mantenimiento, de las relaciones interpersonales. Las personas con DI y TEA mostraron, significativamente, con menos frecuencia, comportamientos de “atender y orientarse” de manera natural hacia los estímulos sociales, observándose, en algunos casos, una mayor frecuencia de respuestas negativas hacia este tipo de estímulos; también presentaron menos expresiones emocionales positivas, y de afecto, dirigidas a otras personas, y más expresiones, emocionales o de afecto, negativas o desajustadas en relación al contexto o situación social. Además, mostraron, significativamente, con menor frecuencia, algunas conductas que implicaban cognición social, comparados con los adultos con DI sin TEA. En el área de comunicación social, juego e imitación, encontramos diferencias significativas entre los adultos con DI severa/profunda, con y sin TEA. Las personas con TEA participaron en actividades de juego social y mostraron conductas simples de imitación, significativamente menos, que los adultos sin TEA. También mostraron, de manera significativa, menos capacidades para comunicarse con las otras personas. En el área de comportamientos e intereses repetitivos, restringidos y estereotipados, encontramos diferencias significativas entre los grupos con DI severa/profunda, con y sin TEA, especialmente en las categorías de estereotipias, comportamientos e intereses restringidos e insistencia en la invariabilidad o monotonía. Además, el grupo de personas adultas con DI severa/profunda y TEA mostró, significativamente, más comportamientos patológicos relacionados con alteraciones sensoriales, obteniendo puntuaciones, significativamente, más elevadas en relación a las respuestas sensoriales inusuales en las áreas visual, auditiva, gusto-olfato-tacto y nivel de actividad, que el grupo sin TEA. Las personas adultas con DI y TEA también presentaron más síntomas comorbidos relacionados con trastornos psicopatológicos y conductuales que el grupo de personas adultas con DI severa/profunda sin TEA. Después de ajustar en la regresión por edad cronológica, sexo y nivel de DI, los síntomas psicopatológicos comorbidos que predijeron TEA, de forma significativa, en el grupo de adultos con DI severa/profunda estuvieron asociados a las sub-escalas de TGD/autismo, manía y esquizofrenia del DASH-II y a la sub-escala de impulsividad de la ASD-CA. Estos síntomas pueden modular la expresión del TEA en el grupo de personas adultas con DI severa/profunda, ya que estuvieron correlacionados con comportamientos sociales positivos o negativos, y comportamientos repetitivos, los cuáles, están alterados en el TEA. En el área de síntomas conductuales, después de ajustar por sexo, edad y nivel de DI, en el modelo de regresión, además de los comportamientos repetitivos, algunos síntomas asociados con conductas auto-lesivas, las sub-escalas de letargia (ABC-ECA) y de problemas de conducta (ASD-CA) y el ítem retraimiento/falta de atención (ICAP), predijeron TEA. Entre las conductas auto-lesivas, la sub-escala de auto-agresividad de la ASD-BPA y el ítem 45 de la escala MESSIER: incurre en autolesiones u otros comportamientos inadecuados para evitar el contacto social, tuvieron valor predictivo de TEA. La sub-escala de conductas auto-agresivas (ASD-BPA) se asoció con comportamientos sociales negativos y comportamientos repetitivos, relacionados, especialmente, con intereses restringidos y estereotipias. Este estudio puede contribuir al desarrollo del conocimiento para la identificación de adultos con TEA con los niveles más severos de discapacidad intelectual. Varios instrumentos que existen en la actualidad diseñados, específicamente, para adultos con discapacidad intelectual y TEA, fueron traducidos y adaptados al castellano. La obtención de las propiedades psicométricas y estadísticos descriptivos de éstas escalas adaptadas, ayudará, en el futuro, a la comunidad científica y clínica de habla hispana a aumentar el conocimiento de los síntomas de TEA, y comorbidos asociados, de las personas adultas que padecen DI.