Género, Violencia, Poder y Conflictos en las Organizaciones de mujeres

  1. GIL GÓMEZ, ALICIA
Dirigida por:
  1. Ana de Miguel Álvarez Director/a
  2. Concha Roldán Panadero Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad Rey Juan Carlos

Fecha de defensa: 18 de diciembre de 2015

Tribunal:
  1. Enrique Álvarez Conde Presidente/a
  2. Laura Nuño Gómez Secretario/a
  3. Beatriz Moncó Rebollo Vocal
  4. Rosa San Segundo Manuel Vocal
  5. Pilar Nieva de la Paz Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 423394 DIALNET

Resumen

RESUMEN DE LA TESIS: GÉNERO, VIOLENCIA, PODER Y CONFLICTOS EN LAS ORGANIZACIONES DE MUJERES Palabras clave: Agencia, Androcentrismo, Autoridad, Capital cultural, Cambios, Códigos, Cognoscibilidad, Competencias, Comunicación, Conflictos, Conocimiento, Consolidación, Constatatividad, Cultura, Cultura organizacional, Desigualdad, Diversidad, División sexual del trabajo, Educación, Emocionalidad, Empoderamiento, Equidad, Estructura, Ética feminista, Experiencia, Feminismo, Género, Identidad, Igualdad, Institución, Interdisciplinariedad, Investigación-Acción-Participativa-feminista, Legitimación, Lenguaje, Norma, Noviolencia, Organizaciones, Pactos, Participación, Patriarcado, Paz, Performatividad, Poder, Poder simbólico, Política feminista, Procesos, Racionalidad, Reconocimiento, Reflexividad, Relevo, Resistencia, Representatividad, Reproducción, Sistema sexo/género, Subjetividad femenina, Teorías críticas, Texto privilegiante, Transmisión/adquisición del saber, Violencia, Violencia estructural. Tomando como referencia el artículo de Jo Freeman, “La Tiranía de la falta de estructuras” (1972) -en el que critica el modelo organizativo del movimiento feminista, al que califica de políticamente ineficaz, exclusivista y discriminatorio para las mujeres que no están o no pueden estar ligadas a círculos amistosos-, el objetivo de esta investigación es analizar si, desde entonces hasta hoy, el movimiento feminista ha sido capaz de articular estructuras organizativas adecuadas a sus objetivos y a su ideario ético y político, a partir de las cuales definir y poner en práctica estrategias y modelos de Poder que favorezcan el desarrollo de los procesos de empoderamiento, personales, colectivos, políticos y sociales que propugna, que permitan trascender en el espacio y en el tiempo, que faciliten el reconocimiento de la Autoridad (tanto dentro como fuera de las organizaciones feministas) a las mujeres competentes y que cuenten con recursos idóneos tanto para resolver los conflictos, que se producen dentro de las organizaciones de mujeres feministas y que derivan en violencia estructural, como para presentarse como alternativa al sistema patriarcal y androcéntrico que caracteriza al Poder dominante y, de no ser así, hallar las causas que impiden el desarrollo de tales estructuras. La investigación, de carácter teórico-práctico, ha tomado como referentes: En el marco teórico: - Teorías críticas feministas. - Teorías críticas No feministas, pero susceptibles de incorporar la perspectiva de género: Filosofía Práctica, Sociología de la Transmisión cultural, Socioanálisis, Pedagogía institucional, Teoría de la Estructuración, Teoría de la Paz y los Conflictos. - Metodología procesual y feminista. En el marco práctico: - La experiencia de laboratorio desarrollada en el contexto de las Iniciativas Comunitarias de Empleo NOW y EQUAL del FSE, realizadas en la universitat Jaume I (1995-2007) - El resultado de las entrevistas realizadas a mujeres feministas, con experiencia en organizaciones entre 2005 y 2015. Tras el proceso de investigación, como conclusión final afirmamos que, en 2015, las organizaciones de mujeres feministas no cuentan con modelos organizativos singulares ajustados a su ideario ético y político, que están atomizadas y ancladas en la esencialidad de la subjetividad femenina que les categoriza como idénticas y que determina sus relaciones desde la percepción de no ser portadoras de poder. Esta indefinición es consecuencia de la priorización de sus esfuerzos para combatir los embates del patriarcalismo y el androcentrismo que, a su vez, les provee de los recursos, palmarios y simbólicos, normativos y estructurales, a partir de los cuales se instituyen, sin tener en cuenta que con ello contribuyen a la legitimación y perpetuación de Poder dominante, que se sustenta a través del control de las mujeres. Así, los modelos de organizaciones feministas propician que se desencadene violencia estructural entre mujeres instituidas, tanto en cuanto sus instituciones no cuentan con recursos singulares para transitar por los conflictos devenidos de las relaciones de poder entre iguales marcadas por la “subjetividad femenina”. ALICIA GIL GÓMEZ