El obispado de Cartagena de Indias en el siglo XVIII (Iglesia y poder en la Cartagena colonial)

  1. Serrano García, Manuel
Zuzendaria:
  1. Julián B. Ruiz Rivera Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 2015(e)ko abendua-(a)k 17

Epaimahaia:
  1. Ramón María Serrera Contreras Presidentea
  2. Sandra Olivero Guidobono Idazkaria
  3. Antonio Gutiérrez Escudero Kidea
  4. Rosa María Martínez de Codes Kidea
  5. Miguel Molina Martínez Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 391843 DIALNET lock_openIdus editor

Laburpena

La ciudad de Cartagena de Indias jugó un papel destacado dentro del entramado del sistema colonial americano. Las autoridades coloniales tenían la enorme responsabilidad de gobernar un territorio clave para el comercio y para la estabilidad de las posesiones americanas. La máxima autoridad política era el gobernador pero no quedaba al margen la del obispo de la diócesis. Desde su fundación en 1534 los obispos que gobernaron la sede cartagenera jugaron un papel muy importante en la organización política de la ciudad, siendo un perfecto contrapoder que solo vería limitada su acción con la llegada de los nuevos aires regalistas de la nueva dinastía borbónica. Sin llegar a ser un obispado de gran importancia, la diócesis de Cartagena alcanzó durante el siglo XVIII cierto esplendor, pero sin dejar atrás los problemas que se cernían sobre los obispados de provincias: la falta de rentas, un clero poco formado o el descenso de población indígena impidieron el desarrollo de una red diocesana bien estructurada. Sin embargo, al margen quedó la capital, con un recinto poblado de edificaciones religiosas, que vio aparecer el auge del criollismo dentro de su estado eclesiástico y que se convertiría al final de la centuria en uno de los escenarios de la incipiente emancipación.