El irlandés Ambrosio O'Higginscapitán general de Chile y virrey del Perú (1761-1801)

  1. Chauca García, Jorge
unter der Leitung von:
  1. María Isabel Pérez de Colosía Co-Doktorvater/Doktormutter
  2. Juan Jesús Bravo Caro Co-Doktorvater/Doktormutter

Universität der Verteidigung: Universidad de Málaga

Fecha de defensa: 28 von April von 2014

Gericht:
  1. José Miguel Morales Folguera Präsident/in
  2. Marion Reder Gadow Sekretär/in
  3. Laura González Pujana Vocal
  4. Lluís Guía Marín Vocal
  5. Marina Alfonso Mola Vocal

Art: Dissertation

Teseo: 363268 DIALNET lock_openTESEO editor

Zusammenfassung

-Origen familiar y llegada a España. Desempeño de la actividad mercantil en Cádiz y primeros contactos con la realidad americana gracias al tráfico atlántico. -Búsqueda de mentores políticos en la Corte. Su compatriota Ricardo Wall lo favoreció y encomendó al círculo de Campomanes. Protegido por José de Gálvez, junto al también irlandés Garland pasó al sur chileno en labores defensivas como delineador. En Lima contó con el impulso del virrey Amat, quien lo destinó a la frontera, así como del limeño Duque de San Carlos, Correo mayor de Indias. Grimaldi, entre otros, le encomendó varios trabajos en el tránsito de la cordillera de los Andes. -Dilatada y meritoria carrera militar sobre la base del control del territorio y su gran ascendente entre las naciones de la frontera araucana, combinando la guerra con la negociación. Si bien no era original, sí era eficaz. El descubrimiento e introducción en Europa de la araucaria o pino chileno dice mucho tanto del juego de lealtades al Secretario de Indias, como de la mentalidad ilustrada en el aprovechamiento de los recursos naturales y el desarrollo. -El proceso de implantación del sistema de intendencias en Chile y su gestión en calidad de primer intendente de la meridional Concepción, practicando la reglamentaria visita en cumplimiento de la ordenanza de intendentes. -Los mecanismos que terminaron con su nombramiento de Capitán general de Chile (1787-1795). Exequias celebradas en Santiago por la muerte de Carlos III y la posterior jura y proclamación del nuevo monarca: Carlos IV. Combinando las identidades imperial y local, así como elementos y representaciones singulares americanas junto a la tradición castellana al efecto. Su huella en el imaginario colectivo. -Punto trascendental de su gestión indiana: la vertebración del territorio mediante una red de caminos que terminaron enlazando el Río de la Plata con Valparaíso, transversalmente del Atlántico al Pacífico, salvando durante todo el año las alturas andinas gracias a refugios. Así como la articulación fronteriza longitudinal desde el centro de la Capitanía a las periféricas Valdivia y Chiloé. -La política defensiva frente al enemigo interior y exterior. Los mapuche-araucanos de más allá del río Bío-Bío y la aplicación de una política indigenista de atracción merced a fluidas relaciones fronterizas y comerciales. Franceses e ingleses también le preocuparon en relación a la introducción y contagio de ideas revolucionarias y defensa del extenso litoral ante desembarcos y posibles establecimientos británicos. En muchos casos el contrabando fue el verdadero objetivo de los balleneros ingleses y angloamericanos. -Las visitas significaron dentro de su labor de gobierno un hito clave. En el Chile septentrional revalorizó el desierto de Atacama, fundó numerosas villas, entre ellas Vallenar, en recuerdo de su natal Ballenary. Inspeccionó Coquimbo y relanzó el valor del puerto de Valparaíso. La introducción de cultivos, explotación pesquera y la racionalización de la administración de justicia frente a los abusos, al amparo de la distancia, supusieron objetivos del reformismo, en ocasiones fallidos. -La visita meridional a la frontera buscó parecidas metas, profundizando en las cuestiones militares y política de atracción indígena. Resultaron claves los procesos de aculturación, hibridación y mestizaje: la labor de evangelización e hispanización realizada por jesuitas y franciscanos o las cautivas y la forja de una sociedad mestiza. Utilizó mitos como la Ciudad de los Césares para el avance territorial y descubrimientos geográficos patagónicos. -La celebración del parlamento o encuentro de Negrete en 1793, entre las autoridades españolas y las parcialidades indígenas vino a significar un eslabón más de su política indigenista. Establecer las reglas del juego fronterizo y la ayuda en caso de presencia ajena a los súbditos del rey eran sus objetivos, si bien la reiteración de las cláusulas delata su incumplimiento anterior. Fundación de ciudades y fuertes, la estratégica repoblación de Osorno que le valió el ennoblecimiento: barón de Ballenary y marqués de Osorno, paso previo a su nombramiento como virrey del Perú (1795-1801). -Su arribada al puerto peruano de El Callao y entrada virreinal en la Ciudad de los Reyes en clave festiva y política. Una vez en Lima, estableció su propia red clientelar con reformistas y numerosos irlandeses, además de tutelar la carrera de sus sobrinos al servicio del rey en el ejército. El papel que jugaron las difíciles relaciones con su hijo Bernardo, futuro líder de la Independencia de Chile, quien por encima del cambio de lealtades, se mostró digno heredero al rodearse de un grupo de fieles, su entendimiento con los mapuches y los planes de colonización austral con colonos irlandeses. -La sociedad peruana observada mediante los testimonios de viajeros de diversa procedencia e intencionalidad. Fundamentalmente el componente indígena, como hilo conductor a lo largo de sus destinos. Si bien los intereses de la Corona siempre estaban detrás de sus decisiones al respecto, una y otra vez recordaba la tradicional política protectora hacia los nativos, su asimilación efectiva por encima de nominal y en igualdad de condiciones. Ideas no originales pero que sí fueron punta de lanza de su gestión indiana y se proyectan en las reivindicaciones indigenistas de las Cortes de Cádiz. En relación al componente social afroamericano su crítica fue negativa, pues consideraba que lesionaban frecuentemente la dignidad de los indios mediante abusos y no dejaba de temer una posible revuelta negra, eco de lo sucedido en el Caribe. -Labor peruana en consonancia con la chilena, como el camino al Callao, mientras que dejó en proyecto la comunicación con la sierra. Planes de irrigación en el litoral desértico, aclimatación de plantas, traída de trabajadores chinos vía Manila quedaron pendientes, pero evidencia la visión global que tenía el irlandés de la región y su desarrollo. Prosiguió remitiendo plantones exóticos y colaborando con numerosas expediciones ilustradas. Igualmente la defensa, en especial la constante amenaza británica y lo inabarcable de la frontera marítima -Su caída en desgracia vino propiciada por los manejos en Londres de su hijo con Francisco de Miranda, así como su origen foráneo en una turbulenta época de transición y la desaparición de sus apoyos en la Corte, por más de que Godoy lo defendiera hasta el final. Su muerte sobrevino al conocimiento del cese, cuando antes incluso se había pensado en una honrosa jubilación en el Consejo de Indias. Los elogios sobre su persona y obra fueron múltiples entre sus coetáneos, pero también las intrigas y críticas. Entre luces y sombras como hombre privado y público, dejó testamento y se celebró el correspondiente juicio de residencia, en este caso póstumo.