El conocimiento como creencia en el joven Pierce

Laburpena

Este trabajo es un estudio de los hábitos del conocimiento en Peirce, tomando como punto de partida la ley de la continuidad y temporalidad de la conciencia. Unos hábitos de conocimiento que tanto en temas de lógica, como de fenomenología, como de semántica tienen en común lo que Peirce identifica con el principio conductor o rector o la ley de la continuidad, y que yo particularmente en mi tesis he interpretado como un proceso de atención. La atención da lugar a la formación de hábitos de conocimiento. Sin atención no hay hábitos, ni tampoco aprendizaje al modo como requiere todo conocimiento sintético que aporta algo nuevo. La atención es el elemento más selectivo del proceso perceptivo y viene a ser lo que los filósofos desde Brentano han denominado la intencionalidad de la conciencia. Por medio de la intencionalidad de la conciencia, se producen las asociaciones e entre ideas. A su vez las asociaciones entre ideas obedecen a un principio que Peirce en su artículo "La Ley de la Mente", de 1872, denominó la ley del continuo que no es más que un estudio detallado de la temporalidad de la conciencia. Pues bien, la tesis en una defensa del papel que juega la atención para elaborar las asociaciones entre ideas. Este proceso de atención es el origen del hábito-creencia en Peirce. A su vez este proceso de atención tiene que ver con la imaginación y con el instinto. Y este proceso imaginativo ligado al instinto se encuentra ya según Peirce en el pensamiento moderno. Y a este conocimiento, cuyo origen se encuentra en el proceso de atención que a su vez da lugar a los hábitos es lo que yo denomino conocimiento como creencia. En cuanto que el conocimiento como creencia se genera mediante hábitos dedico, el primer capítulo a señalar los antecedentes del conocimiento como creencia en la filosofía moderna, el 2 capítulo a la lógica de las creencias, en el 3 capítulo al hábito en la