Movimiento y forma en Aristóteles

  1. CARBONELL FERNANDEZ, CLAUDIA PATRICIA
Dirigida por:
  1. Alejandro Llano Cifuentes Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 13 de enero de 2006

Tribunal:
  1. Rafael Alvira Domínguez Presidente/a
  2. Lourdes Flamarique Zaratiegui Secretario/a
  3. Carles Llinàs Puente Vocal
  4. Jesús de Garay Suárez-Llanos Vocal
  5. Juan José García Norro Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 296765 DIALNET

Resumen

En Aristóteles, la forma es dinámica. Esta disertación aboga por una articulación múltiple del movimiento y la forma en los escritos físicos de Aristóteles, (i) El movimiento funda la equivocidad del lenguaje y, a la vez, es afectado por la equivocidad del ser. La distinción entre la sustancia y los accidentes se funda en el fenómeno del movimiento, (ii) El movimiento, así como forma, sólo puede ser comprendido correctamente en términos de actualidad y potencialidad. Esto implica que ambos deben ser entendidos como realidades trans-categoriales. (iii) Metafísica Z, 3 apunta a que la forma sea también considerada como sujeto, en cuanto es responsable de la identidad a lo largo del tiempo, un objeto mantiene su identidad precisamente a través de sus diversos movimientos y actividades, y no sin ellos. Los accidentes de una sustancia son sus diversas modificaciones, (iv) En De Anima, la psyche -que es el sentido crucial de la forma- es definida como la actualidad de un cuerpo orgánico. En el ámbito de los seres vivos, la forma se entiende como lo que constituye y preserva el cuerpo orgánico, es decir, sus movimientos y funciones físicas. En la consideración de la relación entre alma y cuerpo aparece una paradoja. Mientras que en un sentido el cuerpo es la potencialidad del alma, en otro sentido el alma es la única posibilidad de existencia del cuerpo. El alma es potencialidad para sí misma, y eso implica que también es potencialidad para la constitución de su cuerpo.