Los impactos territoriales del turismo en la isla de Lanzarote
- Acosta Rodríguez, J. Ezequiel
- Juan Francisco Martín Ruiz Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Fecha de defensa: 12 de marzo de 2008
- Joaquín Bosque Maurel Presidente
- Matilde Teresa Armengol Martín Secretario/a
- Gerardo Delgado Aguiar Vocal
- Aurora García Ballesteros Vocal
- María Mercedes Arranz Lozano Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
En la actualidad, el turismo se ha convertido en una de las actividades económicas más importantes del mundo, con un enorme poder de transformación espacial y territorial, que ha modificado amplias zonas del planeta y, en la mayor parte de las ocasiones, ha alterado de forma irreparable espacios de gran calidad ambiental y paisajística. Este es el caso de la isla de Lanzarote, que hasta hace pocas décadas jugaba un papel subsidiario en la Formación Social Canaria con una estructura económica dependiente y subordinada a las islas centrales, Gran Canaria y Tenerife. Su economía, de rasgos precapitalistas en las zonas rurales, se basaba en una agricultura de subsistencia y abastecimiento del mercado interior, con unos pocos productos de exportación, y en una pesca artesanal en la vecina costa africana en la que se apoyaba una prometedora industria conservera y de subproductos de pescado. La irrupción, a mediados de los años sesenta, del turismo, ha transformado por completo todos los aspectos de la vida insular. En primer lugar, ha desarticulado la economía tradicional, sustituyéndola por una sustentada en el turismo y en los servicios asociados. En segundo, ha modificado el régimen demográfico insular, transformando el antiguo modelo emigratorio en uno inmigratorio, a la vez que ha sido en gran parte responsable del descenso de las tasas brutas de natalidad y del progresivo envejecimiento de la población. Asimismo, se ha asistido a una rápida terciarización de la fuerza de trabajo, hasta el punto de que en la actualidad más de las dos terceras partes de la población activa está integrada en el sector servicios, cuando hace sólo unas décadas esta proporción correspondía a actividades primarias. Por último, ha inducido unas enormes transformaciones territoriales y paisajísticas y, aunque ha sido responsable del deterioro palpable de amplias zonas costeras, ha contribuido de forma decisiva a la conservación de espacios de gran calidad ambiental.