Problemas hermenéuticos en la lectura de la Ilíada

  1. Míguez Barciela, Aida
Dirigida por:
  1. Felipe Martínez Marzoa Director/a

Universidad de defensa: Universitat de Barcelona

Fecha de defensa: 27 de junio de 2008

Tribunal:
  1. María Teresa Clavo Sebastián Presidente/a
  2. Natalia Palomar Pérez Secretario/a
  3. Carmen Segura Saint Gerons Vocal
  4. Teresa Oñate Zubía Vocal
  5. Arturo Leyte Coello Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 250022 DIALNET lock_openTDX editor

Resumen

El estudio que he presentado como tesis doctoral empieza aclarando en qué sentido se presenta a sí mismo como un proyecto de lectura de lo que solemos llamar un texto poético griego. Defendíamos que nuestra capacidad de leer el poema estaba en relación con el grado de autocuestionamiento del que fuésemos capaces, de ahí que nuestra posible cercanía al texto (o, mejor, a eso que nos ha llegado en cuanto mero texto) fuese proporcional a nuestra consciencia de la insuperable distancia, pues precisamente en el intento de leer en serio un texto procedente de la Grecia arcaica podía percibirse la urgencia de delimitar el operar irrestricto de categorías que para nosotros, modernos, son ya obvias. El examen crítico de nuestros supuestos ponía de manifiesto el carácter secundario de los mismos, a la vez que remitía a Grecia como origen en un sentido no trivial, es decir, como el acontecimiento cuyo tener lugar es su propia pérdida, pérdida que da lugar al otro ámbito: nosotros, la Modernidad.Puesto que manteníamos cierta reserva frente a la tentación de exponer el resultado de un cuestionamiento de nuestros propios supuestos en abstracto, apostando más bien porque fuese la propia confrontación con el texto cuya lectura constituía la auténtica tarea de nuestro estudio la que los hiciese relevantes, una discusión inicial de ciertas palabras griegas con las que Homero describe aspectos de lo que inmediatamente entendemos como la vida humana (por ejemplo: nóos, aión y psykhé) introdujo ella misma la actitud que frente al texto nos autoexigíamos en nuestro intento de lectura. Veíamos a través de la exégesis de estas palabras que la finitud era en Grecia lo primario, la noción misma de ser, y precisamente esto, a saber, la finitud como lo primero, nos resultaba a nosotros, modernos, lo más difícil de pensar. Sin embargo, darnos cuenta de que ella era en Grecia el fondo de sentido no temático instauraba una cierta distancia respecto a nosotros mismos, la misma que hacía posible la apertura de un espacio hermenéutico en el cual poder leer, en este caso, los versos de la Ilíada.