Joaquín Peinadola herencia del cubismo en la renovación plástica española del Siglo XX. Catalogación de la obra 1921-1975

  1. LÓPEZ FLORES RAFAEL VALENTÍN
Dirigida por:
  1. Eugenio Carmona Mato Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Málaga

Fecha de defensa: 17 de marzo de 2007

Tribunal:
  1. Antonio Bonet Correa Presidente
  2. Maria Morente del Monte Secretario/a
  3. Rosario Camacho Martínez Vocal
  4. María del Mar Lozano Bartolozzi Vocal
  5. Carmen Bernárdez Sanchís Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 136335 DIALNET

Resumen

Joaquín Peinado, pintor español nacido en Ronda (Málaga) en 1898 y fallecido en París en 1975, fue uno de los más destacados representantes de su generación, artista que, hasta la fecha, no ha sido estudiado con el detenimiento y capacidad de análisis que su obra, por significación, merecimiento y calidad estética, merecía. De ese modo, la tesis se propone desvelar, contextualizar y valorar su aportación a la renovación plástica española del pasado siglo XX, aportando para ello, además de una detallada biografía y un completo estudio artístico, un primer acercamiento a la catalogación de su obra. Su trayectoria estuvo jalonada por varios hitos comunes a los pintores de la Generación del 27. Formándose en la madrileña Escuela de la Real Academia de San Fernando, inició su faceta pictórica en el entorno paisajístico del Paular bajo el influjo de Daniel Vázquez Díaz, sin atender en primera instancia a los requerimientos de la vanguardia más militante. Luego, en 1923, fue de los primeros de su generación en instalarse en la capital francesa, donde, tras el encuentro con el cubismo, Picasso, y la herencia de Cézanne, practicó una pintura que pasó por tendencias como los nuevos clasicismos, el neocubismo o la figuración lírica, imbricándose, por pleno derecho, en las posturas renovadores del "arte nuevo" español de la década de los 20. En los 40, tras un paréntesis de casi una década marcado por singulares condicionantes personales y protagonizado por una relevante acción propagandística desde el exilio a favor de la Segunda República Española, regresó a la pintura manifestando una singular y pesonalísma estética que, partiendo la herencia cubista y las lecciones de depuración o idealismo, pictórico tomadas de Cézanne, dio a luz una pintura figurativa que encontró en su dimensión "pro-forma" su justo lugar. Una propuesta que, pese a su aparente carácter aislado o independiente, se relacionó, como la de otr