Persuasión y movimientoestudio sobre la retórica de Aristóteles desde sus fundamentos físicos

  1. Corrales Cordón, Francisco David
Dirigida por:
  1. Antonio Alegre Gorri Director/a

Universidad de defensa: Universitat de Barcelona

Fecha de defensa: 22 de abril de 2010

Tribunal:
  1. Quintín Racionero Carmona Presidente
  2. Miguel Candel Secretario/a
  3. Marcello Zanatta Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 291540 DIALNET

Resumen

Nuestra aportación a los estudios sobre la Retórica de Aristóteles consiste en una interpretación sobre el modo en que una teoría de la physis permite estructurar o dar a luz un arte de los discursos persuasivos; consiste, pues, en un estudio a propósito de cómo el arte retórica del Estagirita se hace posible no sólo por el desarrollo de una dialéctica y una lógica de la demostración, sino también por el desarrollo de una ciencia concernida con las cosas o lo real en devenir, con el movimiento y el cambio; un estudio, en definitiva, que toma en serio la premisa que habla de la persuasión como un proceso que culmina en el juicio, e intenta determinar de qué modo se analiza y comprende ese proceso según los principios que se especifican en el arte, así como qué función puede un arte así constituida jugar en el todo de la ciudad. El desarrollo de nuestro trabajo transcurre, en su mayor parte, en el interior de los límites del Corpus Aristotelicum, pero no olvidamos por ello, que los esfuerzos del Estagirita se insertan en un determinado contexto histórico y filosófico, de modo que hacemos recurso, cuando lo estimamos oportuno, a los textos que extramuros del Corpus son pertinentes para la inteligencia de la propuesta aristotélica, comenzando por Platón y acabando por la vasta producción literaria de la oratoria del siglo IV. Estos desarrollos los hemos dividido en tres partes que resumimos a continuación: a) La primera parte afronta las cuestiones más generales relativas al método del arte de los discursos persuasivos según su dependencia de los principios de la física aristotélica. Esta primera parte queda dividida, a su vez, en tres capítulos: 1) En un primer capítulo sentamos los precedentes platónicos relativos a la necesidad del conocimiento de la naturaleza para la consecución de un método para un verdadero arte de la palabra, pasando, a continuación, a establecer cómo se inserta el arte en la teleología natural para Aristóteles, y cuáles son las consecuencias metodológicas que ello comporta de cara a la sistematización de una retórica. 2) Lo anterior nos proporciona el utillaje conceptual para acometer la lectura de los primeros capítulos de la Retórica (especialmente Rhet. I, 1-4) donde se condensan los textos de carácter programático en los que se plantean el estatus, las pautas metódicas y la finalidad de un arte del discurso persuasivo, así como su relación con el resto de saberes o disciplinas filosóficas. 3) El tercer y último capítulo de esta primera parte contiene un examen más minucioso del modo en que la física del Estagirita incide en el corazón metódico de la Retórica (Rhet. I, 2), partiendo de la premisa que habla de la persuasión como de un proceso. Así, intentaremos interpretar la articulación del método de las pisteis entechnoi identificando a las mismas con un aspecto o elemento necesario de los considerados por Aristóteles en la teorización del movimiento. Para ello partimos de Phys. III. 1-3 y de los capítulos dedicados al tiempo (Phys. IV, 10-14), intentando ver cómo la tríada êthos-pathos-logos responde a la necesidad de analizar el proceso persuasivo según el elemento productivo (poietikos) del movimiento y el elemento que lo padece (pathetikos), como sendas actualizaciones de una capacidad motora (to kinetikon) y de una capacidad de ser movido (to kineton) respectivamente, lo que complica, en cuanto al modo en que el discurso se adecúa a las mismas, un tratamiento de éste en términos magnitudinales en analogía con el tiempo (chronos) adecuado para ese movimiento, como tiempo justo de la persuasión. b) La segunda parte, una vez revisado el modo en que la teoría del movimiento y el cambio aristotélica contribuye a la estructuración del método de la Retórica, se dedica al examen particularizado de los textos en los que Aristóteles procura los materiales para la producción de las distintas pisteis entechnoi, para lo que también se han dividido sus desarrollos en tres capítulos: 1) Los dos primeros capítulos se centran en las llamadas pisteis subjetivas, el carácter del orador (ethos) y las pasiones del auditorio (pathos), si bien invirtiendo este orden y tratando en primer lugar las pasiones del auditorio. El análisis de los textos que versan sobre éstas discurren a partir de la especificación correspondiente de los principios de la física aristotélica en el campo los procesos anímicos del hombre y, en especial, en el de los procesos perceptivos que se sustancian en la phantasia como movimiento según el cual, a partir del discurso mismo, toma cuerpo la persuasión en el alma del que escucha. 2) El tercer y último capítulo de esta segunda parte, se dedica a la tercera clase de los medios técnicos de persuasión, abordando los expedientes argumentativos (koinoi topoi, koinai pisteis, gnomai), lexicales, de ordenación e interpretación del discurso, según las determinaciones que para la argumentación retórica se han esclarecido previamente en cuanto al método en general y en cuanto al modo concreto en que ese método se especifica para ethos-pathos. Es decir, se interpretarán todas esas instancias en su ligazón fundamental con el proceso o movimiento que quiere actualizarse en el alma del que escucha. Para ello partimos de la teoría del silogismo práctico, a cuya luz pueden interpretarse todas las prescripciones que en el terreno estricto de lo argumentativo hace Aristóteles a lo largo del desarrollo de la Retórica, conciliándose la observación rigurosa de los criterios que sancionan los argumentos como buenos desde un punto de vista lógico, con los momentos o instantes propios en los que puede dividirse el proceso mismo de la persuasión. c) Finalmente, la tercera y última parte se consagra a la función política de la retórica. Partiendo de la premisa de que la ciudad misma es un todo en devenir, se intenta mostrar el valor fundamental de la retórica para el político entendido en sentido netamente arquitectónico, es decir, se intenta mostrar cómo aquélla, en cuanto principio del movimiento, cobra una importancia insoslayable para la actualización de los procesos que en cada caso permitan la salvación de la constitución como forma de vida de la ciudad.