Los problemas de la adaptación de la fiscalidad indirecta a una Europa sin fronteras fiscales

Resumen

La armonización es un proceso lento ya que supone la cesión de soberanía por parte de los estados miembros. Es necesario el paso de un I.V.A. en destino a un I.V.A. en origen. Un I.V.A. en origen conlleva la supresión de los gravámenes a las importaciones y de las desgravaciones a las exportaciones. Antes de implantar un I.V.A. en origen hay que llegar a un alto grado de armonización de los tipos impositivos pues de los contrario se producirían distorsiones. El régimen transitorio (en vigor) adolece de una serie de defectos: régimen complejo y subjetivo, divergencias de aplicación de las legislaciones nacionales, inidóneo ante los nuevos retos económicos.... Estos vicios se subsanarían con un I.V.A. en origen al que le ha de ir acompañado un sistema de compesanción, una buena opción consistiría en el establecimiento de un I.V.A. en origen con reasignación de la recaudación de las transacciones instracomunitarias entre los estados miembros a partir de los datos estadísticos del consumo.