La decoración mural de interiores a través de la historia

  1. Mancera-Martínez, Manuel-Fernando
Dirigida por:
  1. Rita del Río Rodríguez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 14 de junio de 2004

Tribunal:
  1. Rosa Garcerán Piqueras Presidenta
  2. Araceli Liste Fernández Secretario/a
  3. María José García del Moral y Mora Vocal
  4. Pilar García Fernández Vocal
  5. Theótima Amo Sáez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 103114 DIALNET lock_openIdus editor

Resumen

El revestimiento mural de interiores, en base a una decoración implícita, con su desdoblamiento en el exterior, ha sido siempre un tema hartamente utilizado como símbolo de confort, distinción y personalidad. El campo de estudio que comporta el tratamiento y manipulación de los distintos materiales empleados hasta el momento como resultantes de una piel para �nuestra intimidad� son la base para sustentar el estudio de un �Yo que habito�. El revestimiento llega a ser entendido como un lenguaje más dentro de las distintas sociedades y como un recurso para el posicionamiento social. La necesidad y el deseo por alcanzar esas posiciones ha creado toda una manufactura productora de un sinfín de materiales que denotan particularidades en ocasiones distintivas y en otras, la mayoría, de �comunidad� y semejanza con respecto a su representación. No se si recuerdan el comienzo del largometraje de Walt Disney: �los ciento un dálmatas�, en él se hace una presentación, o mejor dicho, una representación de la psique socio-personal, y nuestros apéndices. Se argumenta de una forma sencilla, como todo lo que nos rodea lo retocamos y lo intentamos mostrar como una parte más de nuestro yo, cuando compara a los perros con sus dueños, asignándoles un parentesco formal y semejanza en actitud y apariencia. Esta hipótesis es la que sustenta mi idea de que el revestimiento mural de interiores es también un apéndice de nuestro ego, en este caso, lo que hemos dado en llamar, nuestro �yo que habito�. Al respecto, los expertos nos lo subrayan como la �definición del ambiente personal�, �la solución para un interiorismo inteligente�, y �una definición con éxito de la personalidad� basado en la decoración. La necesidad, el interés, y la influencia recíproca entre el hombre y el revestimiento se hace constatar gracias a ciertos espacios que la historia ha dejado vivos, dando fe de una creación personal e intransferible del �yo interno� hacia el �yo que habito�. Los materiales considerados como predominantes fieles para acometer dicha actuación, son los que me han inducido a pre-argumentar una necesidad mostrada dentro de las nuevas tecnologías como base de una adaptación formal hacia el campo de la decoración, y más particularmente al del revestimiento mural de interiores. Javier Peña Galiana hace una mención con respecto a las técnicas empleadas, los condicionantes y su uso, diciendo: �No todos los revestimientos son temporales. Algunos están más sujetos a la tecnología del momento, incluso a las modas, y otros, aun que aparentemente sean considerados como <<materiales tradicionales>>, cada época ha marcado su carácter temporal por la forma de obtenerlos, manipularlos/industrializarlos, y su puesta en obra. En este sentido, un ejemplo claro sería el de la piedra: de la lasca como arma al corte por chorro de agua. La idea de un revestimiento mural de interior tal y como es concebido en la actualidad, es decir, esa piel que forra, adorna, adecenta, limpia, engalana o sencillamente identifica los muros de nuestra vivienda, es un aspecto tratado desde muy antiguo. Pues tanto n lugares menos desarrollados como en las habitaciones de los más marginados, o incluso en la de aquellos de mayor posición social o poder económico, el revestimiento siempre ha estado presente como lenguaje distintivo, por su aspecto exterior y su intencionalidad. Sin embargo el revestimiento mural siempre ha estado condicionado en su muestra a los derroteros de la decoración de interior, como un mero gesto de coquetería personal dentro de un ámbito. Cuando debe ser renombrado como el protagonista de esa actuación. No en vano se le sigue denominando por los arquitectos como una respuesta en primer lugar a la función y en segundo término a la estética; cuando debe ser entendido como una necesidad de recurso final para un lenguaje efectivo. Sin él, y sin los condicionantes implícitos que lleva como carga en su presentación formal, nada de lo que se distingue en el espacio interior tiene sentido. Distintas opiniones de mano de los arquitectos y los interioristas nos hacen dudar sobre su importancia. Los unos porque lo consideran un recurso final, sin el que la estructura sigue teniendo dominio del espacio, y de la otra parte, por considerarlo como una pauta más en el desarrollo para la representación final, sin atribuírsele mayor importancia en ello. ¿Serían capaces de imaginar algunos espacio, conocidos por su carácter especial, en cuanto al revestimiento usado en ellos, denostando bajo la acción de una actuación implícita en el signo de otro revestimiento distinto, una distinción para el mismo lenguaje, personal y distintivo? Intenten hacer la prueba con las yeserías y azulejería que revisten las paredes del Alcázar de Sevilla y sustitúyanlo por otro material diferente. Es realmente inconcebible. No sólo porque le borraríamos de un solo golpe la idiosincrasia del lenguaje plástico que nos aporta esa estética, sino porque además le estaríamos restando importancia cultural dentro de ese ámbito. Desde sus comienzos ha sido, no sólo una muestra más de nuestra personalidad hacia los demás, dentro del conjunto de actuaciones que ejercemos sobre nuestra misma persona, como es la indumentaria, el maquillaje, la higiene; sino que comporta un dato más dentro de la personalidad como elemento social, de buen gusto, estilo, condición, savoir faire� El revestimiento debe ser entendido como una parte más de nosotros que se comporta externamente al unísono con nuestro estado psico-social. Sobre nuestra pared depositamos un lenguaje que retocamos o estructuramos según unos condicionantes impuestos o deseados. Su similitud para con nosotros mismos es el de la propia evolución del individuo. Vive en un cambio constante, sufre transformaciones, arreglos, limpiezas, reestructuraciones; como nosotros soportamos cicatrices, vemos como encanecemos y nos encorvamos. Por ejemplo, los arquitectos Ortner & Ortner nos adelantan un concepto antiguo reutilizado como código moderno al decirnos que �los libros son una valiosa forma de revestir una pared�, o la idea de Jean Pierre Lutz que nos argumenta un uso de revestimiento mural conformado como el pavimento continuo para unificar zonas y espacios. Argumentaciones que nos adentran aún más en la concepción e un recurso efímero y cambiante. Esta investigación que a grosos modo somete su estudio a un amplio campo de trabajo, se concreta en su estructura general, a estos cuatro condicionantes: a) No se pretenden tratar los cambios estéticos producidos sobre el revestimiento mural. Salvo en casos justificados como causa desencadenante para un cambio formal. b) Se hará distinción entre el tratamiento técnico, relegando a un plano secundario los posibles cambios estructurales de procedimiento y método que son los que se enriquecen el lenguaje de cada técnica o materia. c) Constatar que todo cuanto se desee puede ocupar parte integrante en el concepto de revestimiento. Analizaremos las materias base, a partir de las cuales se abren distintas disciplinas capaces de sufrir cambios verdaderamente insospechados. d) Aceptar al revestimiento como capa límite entre el espacio y la concepción del �yo que habito� y que lo identifica y personaliza, en tanto en cuanto se desarrolla, de forma continua, sobre el soporte mural y/o constitutivo de esa superficie de cerramiento. Objetivos: 1.- Constatar ante la idea de un soporte vivo, supeditado a cambios, que el revestimiento holográfico (todos los mensajes) refleje en mensajes externos nuestro �yo interno� conforme a nuestro �yo que habito�. 2.- Analizar los nuevos avances técnicos, bajo la constatación de viabilidad para el desempeño de una función constructiva dentro de este campo como un efectivo cambio estructural y formal del espacio que nos rodea, imbricándose entre otros en la utilidad de soporte técnico, favorable para el revestimiento mural, como una muestra revolucionaria para lo que es ese montaje efímero, que se identifica en el forro del muro. 3.- Argumenta los cambios que soporta el muro en base a su revestimiento con un condicionante intrínseco a su naturaleza decorativa. 4.- Originar una guía de cambios, base para un desarrollo. 5.- Examinar las nuevas aptitudes técnicas como la consecución de una identificación idónea dentro de la versatilidad de su presentación. 6.- Ejemplificar las posibilidades como un recurso satisfactorio para su resolución. 7.- Identificar esta nueva técnica como un revolucionario método donde el soporte posibilitará la adecuación del �yo interno� (nuestras propias ideas), al �yo que habito� (la representación sobre nuestras paredes). 8.- Verificar la ductilidad del medio para conformar esos aspectos reveladores.