Estudio clínico comparativo de las depresiones cíclicas y las monopolares
- González Infante, J. M.
- Francisco Alonso Fernández Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Sevilla
Fecha de defensa: 1970(e)ko maiatza-(a)k 01
Mota: Tesia
Laburpena
El hecho, cada vez más admitido por todos los autores, de la imposibilidad de mantener totalmente el concepto nosológico kraepeliano de las psicosis circulares (locura maniaco-depresiva), deducido de la cada vez más difícil existencia de doble fase en la clínica, y por el contrario, el gran aumento de las formas monopolares, ha creado un auténtico confusionismo, tanto nosológico como terminológico, hasta el punto, de que, para algunos, es imposible a veces saber ante un cuadro depresivo, si están frente a una auténtica enfermedad –en el sentido científico-natural, pues tal cuadro carece de unidad nosológica, nota primordial definidora del concepto de enfermedad-, por lo que hay quienes vuelven a la concepción ya superada de sindromología, diagnosticando síndromes depresivos ante todo cuadro depresivo; por otra parte, los mantenedores de la idea de auténtica enfermedad en los cuadros depresivos, crean unidades nosológicas con criterios puramente empíricos, extrayendo de la primitiva concepción de KRAEPELIN, psicosis circular, la depresión endógena monopolar, la manía endógena monopolar y las psicosis maníaco-depresivas bipolares; esto lleva, a que ante el diagnóstico depresión endógena, no sepamos si el especialista se está refiriendo a una fase depresiva de una psicosis maniaco-depresiva, o a una auténtica forma de depresión de manía endógena, se está refiriendo a una forma monopolar de manía, o a una fase maníaca de una psicosis maníaco-depresiva. El confusionismo nosológico y terminológico es evidente, la carencia de un verdadero criterio unitario no crea más que problemas al clínico, el cual, por este hecho, se ve imposibilitado no solo en su labor médica, sino también en su actividad investigadora. No puede fiarse de los índices estadísticos de otros autores, ya que no sabe la terminología o las concepciones nosológicas que profesan, lo que para unos es tan solo un síndrome, para el puede ser una auténtica enfermedad lo que para él es una depresión endógena, para otro puede ser una simple fase depresiva de una psicosis circular. La introducción es la práctica psiquiátrica de un término, como el propuesto por el Profesor ALONSO FERNANDEZ de PSICOSIS FASOTIMICAS nos parece perfectamente adecuado, ya que, por una parte, aúna las tres formas en que se han desmembrado las psicosis circulares de KRAEPELIN –formas depresivas, maníacas y maníaco-depresivas-, con lo que el serio problema planteado desaparece, pues, ante el diagnóstico de psicosis fasotímicas, presuponemos la existencia de un cuadro psicótico afectivo de curso fásico (cualquiera de las tres formas mencionadas más arriba), pero en modo alguno de una entidad nosológica, con lo que no ha lugar a confusionismo nosológico, por otro lado, basta añadir al término “fasotímica” el adjetivo “depresiva” o “maníaca”, o “cíclica”, para que el problema terminológico desaparezca, -ante una depresión endógena, no sabía el clínico si estaba frente a una fase depresiva de una psicosis circular o ante una psicosis depresiva monopolar; ahora, al decir psicosis fasotímia depresiva o psicosis fasotímica cíclica, ya sabe a que atenerse. El nombre psicosis fasotímicas nos parece pues exacto para designar estos cuadros clínicos, ya que lo consideramos como un esfuerzo de aunar la disparidad de criterios existentes; ya que somos de la opinión de que hay que separar las depresiones monopolares, de las psicosis circulares kraepelianas, porque las bases de separación nosológicas entre ambas, nos parecen lo suficientemnte evidentes, diferencias que queremos poner de manifiesto mediante esta Tesis, a través del estudio de los siguientes datos: 1. Biotipo y Temperamento. 2. Influencia del desencadenamiento psíquico o somático. 3. Edad de aparición de la primera fase. 4. Características clínicas. 5. Síntomas más frecuentes y severidad de los mismos. 6. Distribución por sexos. El estudio de todos estos factores que intentamos demostrar como diferenciales entre la psicosis circulares y las depresivas monopolares, nos inducen a mantener la idea de una tajante separación nosológica entre ambos cuadros clínicos, lo que al no querer que sea más que un simple criterio de realidad, y no de confusionismo para el clínico, abogamos por el empleo del concepto de PSICOSIS FASOTIMICAS: CONCLUSIONES: Después del estudio realizado deducimos las siguientes conclusiones: 1. Que no puede ser mantenido hoy en su totalidad el concepto nosológico de KRAEPELIN, pues aunque con certeza parece existir un núcleo central con autonomía e independencia propia, este no engloba en modo alguno, a todos los cuadros depresivos endógenos. 2. Que tales cuadros depresivos revelan, a través del estudio de una serie de factores clínicos, que hay motivos suficientes como para que los separemos al menos en dos grupos nosológicos básicos: el de las psicosis depresivos bipolares o cíclicas y el de las psicosis depresivas monopolares. 3. Que hemos de admitir que no debe ser empleado el ya clásico diagnóstico de psicosis maníaco-depresiva en la actualidad, pues no resulta lo suficientemente significativo, ya que el mayor número de depresiones monopolares, de indudable endogeneidad, que actualmente vemos en la clínica, no pueden ser calificados con él sin faltar a la verdad. 4. Que por otra parte, tampoco nos parece idóneo el término depresión endógena. Pues puede evocar en algunos, una referencia a la bipolaridad de tal psicosis, o a que, forma parte del núcleo central ciclotímico, siendo por el contrario expresión de una forma depresiva monopolar, que como nos parece haber demostrado, deben ser separadas nosológicamente de las otras. 5. Por fin, con un estudio práctico creemos que tales cuadros deben ser incluidos en un término que aúne, de forma lo suficientemente expresiva, las características peculiares de estas psicosis. Al no ser el justo el de maníaco-depresivas ni el de depresiones endógenas, abogamos por el empleo del de Psicosis Fasotímicas.