Las patentes de interés para la Defensa Nacionalun nuevo enfoque para la industria de Defensa

Resumen

El desarrollo de la propiedad industrial y los diferentes sistemas de patentes, además de establecer los correspondientes derechos que para los inventores suponía el trabajo realizado, ha buscado, sin duda alguna, la difusión del conocimiento y el avance tecnológico, que era fundamental para el desarrollo productivo de un país. Que duda cabe que desde los inicios, se ha pretendido poner en valor el esfuerzo de determinadas personas, que trabajaban para descubrir y diseñar nuevos objetos y procedimientos que contribuyeran al desarrollo de un Estado. A lo largo del siglo XIX y principios del XX se desarrolla la doctrina clásica del Derecho de Patentes. La finalidad última era promover la posibilidad de que cualquier persona pudiera producir la invención y explotarla, contribuyendo al desarrollo tecnológico de la nación. Existen dos elementos, que son claves en el desarrollo de este trabajo, y que han transcurrido en paralelo a lo largo de la historia. Por un lado, la ciencia, como motor industrial y de desarrollo de un Estado y por otro lado, el secreto como herramienta del ser humano para, en función de sus intereses, apartar el conocimiento de esa ciencia al resto de seres humanos. El discurrir paralelo de ambos conceptos, hizo que el conocimiento pudiera difundirse y los Estados crecieran al ámparo del trabajo compartido entre investigadores y científicos. Uno de los factores que han forzado la convergencia y el cruce de los elementos descritos ha sido el provocado por la necesidad de preservar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos de un pais. En estas ocasiones los responsables de la nación, a través de sus instrumentos jurídicos y administrativos declaraban el secreto de aquellas creaciones, cuya revelación podía poner en peligro la seguridad y defensa nacional, al hacer mas vulnerable al Estado si determinadas invenciones eran conocidas. Desde el inicio, los Estados han sido muy celosos de preservar sus desarrollos tecnológicos y evitar que fueran conocidos por aquellas naciones potencialmente enemigas. Se trataba de avances e invenciones que, en el campo militar, provocaban una ventaja sobre el adversario y que podían decantar el desarrollo de un conflicto a favor del pais que poseyese esa invención. Esta actitud fue el detonante para la aparición de las normas que regularan las denominadas “patentes de interés para la defensa nacional” o “patentes secretas”. Paralelamente a estos movimientos se producía en el seno de los Estados la necesidad de configurar los diferentes mecanismos y estrategias para estructurar los sistemas de seguridad y defensa nacional. Consiguientemente, se desarrolló el concepto de «Defensa Nacional» y la obligación de disponer de las herramientas adecuadas para preservarla. En este marco surgieron las leyes para clasificar la información y las diferentes normas sobre propiedad industrial y patentes, que fueron contemplando estos supuestos con la finalidad de conjugar la dicotomía expuesta anteriormente. El paso del tiempo ha demostrado que la configuración clásica sobre la normativa de las patentes de interés para la defensa nacional necesita una revisión que, sin modificar el modelo estructurado que regula el procedimiento, pueda reconocer el desenfrenado avance tecnológico que se produce en la actualidad y una realidad inequívoca: el carácter dual de muchas tecnologías de interés para la defensa nacional. La investigación se basa en un estudio entre paises, a través de una serie de parámetros claves, para responder a la siguiente pregunta de investigación: conocer si la regulación y los procedimientos actuales para la gestión de este tipo de patentes estan adaptados a la realidad industrial y tecnológica del siglo XXI, o “si son necesarias”, sobre la base de la realidad expuesta, nuevas ideas que nos permitan abordar este tipo de patentes con una visión mas adaptada a las características de la realidad tecnológica actual. Por último, se proporcionan una serie de conclusiones que considero necesarias para visualizar un nuevo marco, donde se conjuguen apropiadamente los intereses del Estado y los derechos de nuestros inventores y empresas dedicados al sector industrial de la defensa.