El Sahelepicentro yihadista en África Occidental

Laburpena

El Sahel, la orilla sur del Sáhara, ha constituido de manera secu- lar el nodo de interconexión en África occidental, entre el golfo de Guinea y el Magreb, y de ahí con Europa. Por ello, y aunque aparentemente constituya un espacio remoto, si ya en el pasado se encontraba vinculado con Europa, mucho más en la realidad de un mundo global, de tal modo que se llega a afirmar que el Sahel es la frontera sur de Europa. Las difíciles condiciones estructurales de la región —escasez de tierra fértil, de agua, de pastos, etc.— junto con una identidad ba- sada en la etnicidad y en un marco de Estados de bajos ingresos, generan un entorno que se mantiene, en el mejor de los casos, en un equilibrio inestable, equilibrio completamente alterado por el cambio climático y el crecimiento exponencial de la población. En esa región desestabilizada florecen y se asientan grupos te- rroristas y de crimen organizado, que contribuyen al caos y al desorden según la máxima cuanto peor, mejor. Y ese caos y ese desorden se expanden, desde el epicentro saheliano, por toda la región y alcanza una dimensión global. Si, además, en plena reconfiguración del orden global, nuevos actores —estatales y no estatales— instrumentalizan los diferen- dos y disputas de las sociedades sahelianas para obtener posicio- nes de ventaja en la nueva liza global, la posibilidad de que este epicentro se estabilice es cada vez más remota.