El Euroescepticismo en la Europa Central y Orientaldiferencias entre Estados Miembros y Candidatos

Resumen

En los últimos años diferentes crisis han azotado con diversa virulencia los pilares de la Unión Europea. La crisis económica y de la deuda soberana, así como la llegada masiva de migrantes a partir de 2015, han resquebrajado el principio de solidaridad que regía la política europea y enfrentado a unos miembros con otros. No obstante, la salida del Reino Unido de la UE tras el referéndum de 2016 puede entenderse como el problema más acuciante para la institución supranacional, pues ha marcado un importante precedente en un contexto de auge del euroescepticismo por toda Europa. Los países miembros de la Europa Central y Oriental son buen ejemplo de este auge. En Polonia o Hungría, pero también en Eslovaquia y en la República Checa, la división entre proeuropeos y euroescépticos es una fractura relevante en la política doméstica. En opinión de algunos, el concepto de “soberanía limitada” típico de la época comunista ha resucitado, pero esta vez el “centro” está representado por Bruselas en lugar de Moscú. No obstante, el fenómeno del euroescepticismo también afecta a los países candidatos de los Balcanes Occidentales. La opinión pública en eternos aspirantes como Serbia parece estar cada vez más en contra del proyecto europeo, tanto por la actual experiencia del país con la UE como por el efecto que el ser miembros ha tenido sobre sus vecinos (inflación, aumento de la deuda pública, etc.). A través de la explotación de los datos del Eurobarómetro, se confirmará el auge del euroescepticismo en estos países y se analizarán las diferencias en éste entre los países ya miembros y los candidatos, así como las causas de dichas divergencias y si entienden la UE de la misma forma.