Santa Teresa De Ávila en Brasil. Dirigido y coordinado por Begoña Sáez Martínez AECID-Embajada de España en Brasil, Río de Janeiro, 2015

Resum

Desde el corsé hagiográfico hasta la reivindicación feminista, pasando por el espiritismo, el estudio filológico o la medicalización freudiana, la obra de la mística abulense ha realizado un tortuoso viaje a través de los siglos, cuyas turbulencias, sin embargo, parecen haber disminuido notablemente en este quinto centenario de su nacimiento, gracias a una serie de esfuerzos ejercidos desde múltiples perspectivas, pero impulsados por una misma ambición y dirigidos a una meta común: la revalorización de la enriquecedora y fértil polivalencia de su figura y su obra. Tras la lectura de Santa Teresa de Avila en Brasil, podríamos pensar que algo similar sucede con toda la obra teresiana, que, como un gran cuadro repleto de símbolos, se presta a muchas lecturas e interpretaciones, pero de las cuales se desprende un mismo mensaje esencial: el hombre, para hallar la paz y el sosiego, debe aventurarse en las profundidades del alma, del ser, lo que supone emprender un camino hacia dentro -a través del autoconocimiento-, hacia fuera -mediante el amor al prójimo- y hacia arriba -practicando la contemplación y la oración para acercarse a Dios. Este capítulo es, sin lugar a dudas, uno de los más sugerentes de la compilación, pues resulta inevitable conmoverse ante las muchas semejanzas que estos relatos y los textos teresianos revelan: el deseo de aproximación y unión con Dios, la búsqueda de la propia casa, la corporalidad de los arrobamientos, la sensación de plenitud, felicidad y torpor que dejan tras de sí, la incapacidad comunicativa, la capacidad para discernir el autor espiritual de los mensajes, la oración como alimento del deseo de cultivar las virtudes y cuidar la conducta, la creencia en el retorno de las malas energías o malos deseos, el énfasis en el amor al prójimo, la elevación de virtudes como la caridad, la comprensión y la humildad, etc. Si, como afirma Dante Marcello Claramonte, en época colonial los deseos de prosperidad demográfica y social de la Corona impedían la apertura de conventos femeninos en Brasil, hoy en día es la fugaz y dinámica vida moderna y sus aspiraciones tecnológicas y capitalistas lo que ha desconectado al hombre de sí mismo, impidiéndole emprender su camino interior hacia la trascendencia.