Circadian functioning and quality of life in substance use disorder patients with and without dual disorders
- HASHEMZADEH, IMAN
- Ana Adan Puig Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universitat de Barcelona
Fecha de defensa: 2021(e)ko otsaila-(a)k 18
- Marta Torrens Melich Presidentea
- Julia Marquez Idazkaria
- Juan Francisco Díaz Morales Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
El sueño es una parte fundamental del desempeño diario y la supervivencia del individuo que forma parte del ritmo circadiano principal de sueño-vigilia. Cualquier alteración del sueño provoca un perjuicio para la vigilia (fatiga, somnolencia) e incluso puede derivar en diversos problemas de salud. La alteración del ritmo circadiano afecta la calidad del sueño, disminuye la calidad de vida (CV) y puede motivar el desarrollo de diversas patologías médicas, neurológicas y mentales como el trastorno depresivo mayor (TDM) y el trastorno por uso de sustancias (TUS). La relación entre el tiempo social y los ritmos endógenos es una diferencia individual denominada cronotipo que clasifica a los individuos en tipo matutino, intermedio o ningún tipo y tipo vespertino. Existen numerosos estudios que apuntan al tipo vespertino como factor de riesgo para desarrollar conductas inadaptadas, trastornos del sueño, síntomas psiquiátricos y trastornos mentales, entre los que destacan el TUS y el TDM. El uso de sustancias y los problemas de sueño son mutuos y se retroalimentan. El uso de sustancias influye en el sueño con efectos perjudiciales y la presencia de un problema de sueño puede promover el consumo de sustancias como un intento de automedicación. Aunque la evidencia disponible sobre ritmo circadiano, cronotipo y TUS en la población iraní es muy limitada, los estudios existentes indican una alta prevalencia de automedicación con el riesgo de entrar en un círculo vicioso y desarrollar tanto TUS como un problema de sueño más graves. El uso de sustancias también puede causar enfermedades mentales y viceversa. La presencia de un trastorno mental comórbido con TUS, al que nos referimos como patología dual (PD), implica más problemas clínicos (hospitalizaciones, intento de suicidio, recaídas) y sociales en comparación con la presencia de un solo trastorno. Sin embargo, hay poca investigación en esta área y menos todavía en el estudio de la afectación de la ritmicidad circadiana y la CV de los pacientes con PD. El objetivo general de este estudio fue el de investigar las características y diferencias clínicas, el funcionamiento circadiano y la CV en una muestra de 238 pacientes varones iraníes (38,14 ± 10,11 años) en tratamiento con diagnóstico de TUS (N = 81), con TUS y esquizofrenia comórbida (TUS+SZ; N = 75) y con TUS y trastorno depresivo mayor comórbido (TUS+TDM; N = 82). Otro objetivo fue crear la versión persa de la Sleep Belief Scale (SBS) y explorar sus propiedades psicométricas en la muestra de pacientes estudiados. El historial y la presencia de síntomas clínicos se evaluaron junto con el funcionamiento circadiano, mediante diversos instrumentos estandarizados [parámetros horarios para el jet-lag social (JLS), el cuestionario reducido de matutinidad-vespertinidad (rMEQ), el índice de calidad del sueño de Pittsburgh (PSQI) y la SBS]. Para la CV se utilizó la escala desarrollada por la Organización Mundial de la Salud (WHOQOL-BREF). Este estudio es la primera investigación con los diagnósticos clínicos y mediciones seleccionadas desarrollado en Irán. Según las variables sociodemográficas y clínicas, los pacientes TUS+SZ eran personas solteras mucho más jóvenes, con un mayor número de consumo de sustancias y una edad más temprana de inicio del TUS en comparación a los otros dos grupos. En el grupo SUD+TDM se observó más concomitancia de patología orgánica, una mayor cantidad de antecedentes de trastornos psiquiátricos e intentos de suicidio, así como más individuos analfabetos. Los pacientes TUS aportaron la mayor proporción de consumidores de opio y cristal, mientras que los SUD+SZ mostraron la tasa más alta de número de sustancias consumidas. Tanto el grupo SUD como el SUD+SZ tenían una mayor proporción de consumidores de heroína y de policonsumidores. En cuanto a las características del sueño, si bien no se observaron diferencias entre los grupos en el JLS, los pacientes TUS tendían a una hora más tardía de acostarse que los grupos PD tanto durante los días laborales como en los días libres (fin de semana) junto a una mayor presencia del TI. En cambio, los pacientes con TUS+TDM eran más propensos al tipo matutino y los pacientes con TUS+SZ al tipo vespertino. En la muestra total de nuestro estudio, los pacientes vespertinos fueron los que mostraron la tasa más alta de policonsumidores. El grupo TUS+TDM aportó las peores puntuaciones del PSQI, incluso después de controlar la edad y la edad de inicio del TUS, además de mostrar una mayor cantidad de prescripciones farmacológicas para dormir. En cambio, el grupo SUD+SZ fue de los tres el que mostró las peores puntuaciones en el parámetro de alteración del sueño. La edad de inicio del TUS y la gravedad del TDM mostraron una relación negativa y positiva, respectivamente, con las puntuaciones totales del PSQI. Además, dado que no encontramos ninguna interacción entre la cronotipo y los grupos con respecto a la calidad del sueño, una vez desarrollado el trastorno mental éste y su severidad parecen ser los mejores indicadores de las alteraciones del sueño, con independencia de la cronotipo del paciente. La SBS en su forma original no mostró unas propiedades psicométricas adecuadas en la muestra de pacientes, con ítems sin ponderar en ninguna dimensión y una fiabilidad interna inferior a 0,700. Se creó una versión reducida con 13 ítems, que cumple con el mínimo criterio de fiabilidad y requiere menor tiempo de respuesta. Los análisis realizados tanto con la propuesta original como con la nuestra reducida aportaron en ambos casos mejores puntuaciones de los grupos TUS y TUS+TDM en comparación con el grupo TUS+SZ. Este estudio destaca que un mayor número de uso de sustancias y la mayor gravedad de SZ o MDD se vinculan a peores puntuaciones en la SBS, tanto en la escala original como en la reducida. Teniendo en cuenta las dimensiones de SBS (original y reducida), la gravedad de SZ se relacionó negativamente con las puntuaciones de Comportamientos incompatibles con el sueño y Pensamientos y actitudes hacia el sueño, mientras que el número de consumo de sustancias se asoció negativamente con los Comportamientos incompatibles con el sueño. Además, en el grupo TUS+TDM las puntuaciones más bajas en Pensamientos y actitudes hacia el sueño se relacionaron con un mayor número de consumo de sustancias, menor edad de inicio del TUS y mayor gravedad del TDM. El grupo SUD aportó una mejor CV que los grupos con PD en todas las dimensiones, incluso tras controlar los factores de confusión. A excepción de la Salud ambiental en el grupo TUS, todas las puntuaciones de CV en los tres grupos fueron inferiores a los datos normativos de la población sana. En la muestra total, encontramos que el número de consumo de sustancias se relacionó negativamente con la puntuación general de CV. En el grupo TUS+SZ, más intentos de suicidio y más SJL se asociaron a una menos Salud física y Relación social. En cambio, en el grupo TUS+TDM, a mayor JLS y gravedad del TDM se observó peor Salud física y la menor latencia del sueño se relacionaba con más Salud psíquica. Nuestros resultados indican que los pacientes con PD en la mayoría de las características clínicas y circadianas –con énfasis en el sueño-, así como la CV sufren más problemas en comparación con los pacientes con TUS. Ello resalta la importancia de la atención a estos pacientes en los centros de tratamiento de aquellas variables que puedan ser modificadas durante el proceso terapéutico. Los estudios futuros pueden considerar nuestros resultados para la promoción del conocimiento en este ámbito, con el objetivo de comprender mejor las asociaciones entre variables y superar las limitaciones del presente trabajo con la finalidad última de diseñar tratamientos mejores y más efectivos.