La industria papelera española. Entre la tradicción y el cambio ténico 1750-1936

  1. GUTIERREZ POCH, MIGUEL
Zuzendaria:
  1. Jordi Nadal Oller Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universitat de Barcelona

Fecha de defensa: 2005(e)ko iraila-(a)k 09

Epaimahaia:
  1. Carles Sudrià Presidentea
  2. Josep Maria Benaul Berenguer Idazkaria
  3. Renzo Sabbatini Kidea
  4. Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo Kidea
  5. Louis André Dorion Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 123947 DIALNET

Laburpena

Esta tesis pretende aumentar el conocimiento sectorial de la historia de la industria española y contribuir al debate sobre el papel de la demanda en su evolución y desarrollo. La eclosión de la manufactura papelera en España, concentrada en Cataluña y el País Valenciano, data de la segunda mitad del siglo XVIII debido al incremento de la demanda (de papel del Real Sello y del estanco de tabacos de Nueva España)y la política de substitución de importaciones. La demanda española de distinguía de la de otros países europeos en el menor peso del papel de impresión y del de embalaje. La manufactura papelera había evidenciado su techo productivo a finales del siglo XVIII. Como respuesta a caballo del siglo XVIII y XIX, y de Francia y Gran Bretaña, se desarrolló una máquina que fabricaba el papel de forma continua. España adoptó esta maquinaria con retraso y en indicadores modestos. La otra cara de la moneda la ofrecía la fabricación manual que se mostró muy dinámica hasta 1880 (a lo contrario de lo sucedido en otros países). Esta estructura productiva se explica por la demanda, ya que el bajo consumo de papel de impresión dificultó la mecanización, mientras que el consumo del papel de Estado y de fumar se incrementaba y potenciaba la producción manual. A partir de 1880 se puede hablar de un mercado internacional articulado de madera, aunque su uso era posible desde la década de 1860. El cambio desplazó la hegemonía de los países pioneros en la mecanización a otros que disponían de abundantes recursos forestales. España perdió terreno relativo. En ese nuevo contexto durante la década de 1890 se reforzó la hegamonía vasca, especialmente vizcaína, aprovechando sus fábricas los flujos comerciales de la exportación de hierro para acceder a la pasta escandinava y al carbón británico. El tamaño de las empresas, excepto las vizcaínas, era relativamente pequeño. La crisis de sobreproducción que se dio a f