Las fortificaciones leonesas desde la Antigüedad a la Edad media en el contexto del noroeste peninsular

  1. Fernández Ordás, Rocío
Dirigida por:
  1. José Pascual González Director/a

Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid

Fecha de defensa: 08 de marzo de 2019

Tribunal:
  1. Julio Mangas Manjarrés Presidente
  2. Antonio Fernández de Buján Fernández Secretario/a
  3. Juan Miguel Alburquerque Sacristán Vocal
  4. Pedro Rodríguez Oliva Vocal
  5. Juan Ángel Paz Peralta Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Esta reconstrucción de los primeros mil años de las murallas leonesas logra un cambio de perspectiva con la articulación sincrónica de hallazgos arqueológicos -algunos ya conocidos y sin valorar-, y la revisión de las fuentes históricas. Se rectifica el paradigma de la conquista romana de los Astures desde Levante: fue desde el Duero hacia el noroeste, por las provincias de Zamora y León desde dos bases casi equidistantes de la capital astur, Lancia, vindicada en Arrabalde (Zamora): Rosinos de Vidriales (Zamora), y Castrocalbón, al sur de León asegurando el oro de la Valduerna, La Cabrera y Los Ancares. Se asume en parte la tesis de Schulten (acción combinada de conquista astur-cántabra del 29 al 19 a.C.), invalidando la tesis de Syme que excluía Galicia del conflicto. En este contexto surgió León como campamento estable durante la fase de ocupación, para el control de la zona anexionada. Frente a la “visión diacrónica” de sus fortificaciones se ha realizado una revisión sincrónica restringiendo las cuatro fases campamentales a dos: un primer vallum de madera y tierra con un agger de bloques de arcilla compactada, y una muralla de sillarejo de piedra altoimperial. Se elimina una fase, basada en la existencia posible de un segundo muro de “tapines”. Se proponen dobles hipótesis sobre el primitivo vallum leonés: los vestigios de madera podrían corresponder a la altura total de las empalizadas, o a una estructura temporal para el fraguado. Se propone para León I una variación del modelo desarrollado para el Vallum escocés por G. Carter. La autoría de la legio VI Hispaniense para la primera fortificación no se asegura, porque efectivos de las legiones V Alauda y X Gemina pudieron participar en su construcción. Lo mismo sucede con la legio VII Gemina para la segunda muralla de sillarejo altoimperial: no se descarta que la encontrase levantada por la legio VI (cuando ya era VI Victrix), ni la contribución de tropas de la Legio I Adiutrix. Una tercera fase pétrea, la muralla de cubos de León, es de construcción tardía, refutando la cronología “tetrárquica”. Es posterior al siglo V, siendo posibles las hipótesis de su autoría sueva o más tardía, por la reina regente Elvira García, madre de Alfonso V. Un diploma leonés de 1011 propone el terminus ante quem: Munio Fernández y su esposa fundaron el monasterio de San Juan Bautista “intus municione muri”; tras la destrucción de Almanzor, implica que la muralla de cubos estaba en pie. La Historia se apoya en la relectura de los estratos arqueológicos murarios y sus interfacies, a la vista desde 2009 y que la Administración Pública no ha sabido interpretar.