La experiencia aymara en la defensa del derecho comunaluna identidad y ethos particular en los márgenes del Estado Peruano (1820-1870)
- GUERRERO OÑATE, PABLO ANDRÉS
- Rodrigo Escribano Roca Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Alcalá
Fecha de defensa: 02 de septiembre de 2022
- Ascensión Martínez Riaza Presidenta
- María Sol Lanteri Secretario/a
- Francisco Laguna Álvarez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Entre las décadas de 1820 y 1870, las provincias de Arica y Tarapacá fueron consideradas como un espacio periférico y salvaje para los intereses de las élites que controlaron el Estado peruano. Ello, debido a su lejanía física y cultural, características geográficas, origen de sus habitantes y debilidad del Estado para imponer el modelo de homogeneización cultural tan característico de los procesos de construcción nacional. En este contexto, los arquitectos del Estado-nación desplegaron una serie de medidas para consolidarlo tanto territorial como políticamente, un proyecto inspirado bajo lineamientos republicanos y liberales. Así, se impulsaron políticas orientadas a la desestructuración del sistema organizacional social y territorial de las poblaciones indígenas aymaras, motivando que estas desplegaran una valorable capacidad negociadora y adaptativa con tal de resistir y, en consecuencia, insertarse en el desarrollo del proceso de construcción nacional. Dicha capacidad, se materializó a través del uso instrumental de la retórica republicana, la apelación estratégica a la condición de contribuyentes, el establecimiento de complejas alianzas con las autoridades locales y la validación como indígenas propietarios de tierras comunales desde tiempos del Antiguo Régimen, constituyeron los medios para hacerse escuchar y así, pleitar por la defensa de sus tierras, bienes y, sobre todo, especificidad cultural. Mediante el análisis de las fuentes documentales, judiciales y notariales, sobre litigios y conflictos comunitarios que emergieron en el área de estudio, esta tesis pone en valor la dimensión histórica de los indígenas aymaras altoandinos como sujetos políticos y actores socio-territoriales activos dentro del sistema tradicional. Es más, estas acciones reivindicativas propias de una cultura de la resistencia enarboladas en honor a sus comunidades -centro físico y simbólico de la representación de la identidad aymara- en distintos niveles y espacios geopolíticos, constituyen un proceso de afirmación y fortalecimiento de una ciudadanía y praxis indígena alternativa. Esta, se estructuró y concibió según un mundo epistémico erigido a partir de la imitación de matrices europeas y mestizas, permitiendo la emergencia y creación de una nueva realidad, compuesta y capaz de favorecer la conservación y defensa de sus intereses. Bajo esta perspectiva interpretativa, se favorece la reflexión sobre cómo esta población interactuó con los sistemas normativos y judiciales peruanos, con la finalidad de resolver los pleitos individuales y comunales en que se vieron involucrados, mostrando la tensión entre los valores liberales y su concreción en una realidad heterogénea cultural y étnica. De aquí entonces, que identificando las rupturas, continuidades y problemas que se suscitaron a partir de dichos expedientes, comprender que las acciones de la población aymara de la zona, no fueron solo simples reacciones o respuestas a las disposiciones impuestas por la agencialidad estatal. Más bien, consistieron en la respuesta o agencialidad de unos actores que elaboraron sus prácticas e identidad desde la pertenencia a una zona periférica, superando los esquemas tradicionales de interpretación de la historia nacional bajo la lógica inclusión/exclusión.