El compositor y director Casimiro Espino y Teisler (1845-1888)

  1. Flores Rodríguez, Marta
Dirigida por:
  1. José Ignacio Suárez García Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 30 de septiembre de 2022

Tribunal:
  1. María Encina Cortizo Rodríguez Presidente/a
  2. Gloria Araceli Rodríguez Lorenzo Secretario/a
  3. Andrea García Torres Vocal
  4. Víctor Sánchez Sánchez Vocal
  5. Francesc Cortès Mir Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Casimiro Espino y Teisler (Madrid, 1845-1888) fue un compositor y director de la segunda mitad del siglo XIX, reconocido especialmente por su labor al frente de la orquesta Unión Artístico-Musical de Madrid, así como por la composición de un buen número de zarzuelas en colaboración con Ángel Rubio. Sin embargo, el maestro Espino también ejerció como primer violín en varias de las principales compañías y agrupaciones de la época, siendo ejemplos la Sociedad de Conciertos de Madrid o la orquesta del Teatro Real. Asimismo, sus labores de dirección no se restringieron a la Unión Artístico-Musical, sino que estuvo al frente de diversas compañías, como las de los teatros Eslava y Variedades, desempeñando un papel destacado en el asentamiento del teatro por horas. Al frente de la Unión, desarrolló una intensa labor de difusión de repertorio nacional e internacional, brindando al público madrileño la oportunidad de escuchar por primera vez obras como el preludio de Parsifal de Wagner y permitiendo que muchos de nuestros jóvenes compositores se dieran a conocer. Trabajó codo con codo junto a reputados artistas españoles, como Manuel Fernández Caballero, Manuel Nieto o Juan Goula, así como extranjeros, siendo ejemplos Víctor Mirecki, Giovanni Bottesini o Adelina Patti. Asimismo, se incorporó como profesor en el Instituto Filarmónico, tomando parte activa en un proceso de renovación de la enseñanza de la época. Su amplio legado musical supera el centenar de composiciones, comprendiendo obras líricas, sinfónicas y religiosas, algunas de las cuales obtuvieron muy buena acogida a nivel nacional e internacional. La presente Tesis Doctoral facilita un acercamiento a la vida y obra de este compositor y director, rescatando a una figura destacada del Madrid de finales del siglo XIX. En el primer capítulo se realiza una reconstrucción biográfica basada fundamentalmente en su trayectoria profesional. En este sentido, se recoge su paso por el Real Conservatorio de Música y Declamación, donde se formó con Juan Díez, Rafael Hernando y Emilio Arrieta, obteniendo los primeros premios en violín (1864) y en composición (1869). Los siguientes cinco capítulos desarrollan su intensa trayectoria profesional en función de los diversos ámbitos de intervención. Así, el segundo capítulo se destina a la música religiosa, abordando sus facetas como director y compositor de un total de 23 obras e incorporando el análisis en los casos en que se conservan partituras. El tercer capítulo recoge sus funciones como intérprete, compositor y director en las agrupaciones sinfónicas madrileñas Sociedad de Conciertos, Filarmónica de Madrid y Unión Artístico-Musical, incluyendo el estudio completo de esta última formación. Asimismo, se analizan 12 obras sinfónicas. El cuarto capítulo se consagra al teatro lírico, aludiendo a sus labores de concertino y director en diversas compañías teatrales y analizando su extenso corpus en términos de recepción hasta 1890, dada la necesidad de acotar temporalmente la investigación. El capítulo facilita, al mismo tiempo, información relevante sobre buena parte de la producción de Ángel Rubio, teniendo en cuenta que 59 de las 75 obras localizadas surgieron de la razón social Rubio-Espino. En el quinto capítulo se analizan cuatro casos seleccionados del repertorio lírico: Una tiple de café (1876), ¡Cómo está la sociedad! (1883), Meterse en Honduras (1883) y ¡Quién fuera libre! (1884). Las tres últimas, compuestas junto a Ángel Rubio, constituyen las obras más exitosas, al menos desde el punto de vista del número de reprogramaciones que tuvieron y de su impacto en otras provincias e incluso en Latinoamérica. El estudio de estos cuatro casos permite ahondar en su estilo compositivo, así como en otros aspectos relacionados con la recepción y difusión del género chico a nivel nacional e internacional. Por último, en el sexto capítulo se recogen sus intervenciones en otros ámbitos, tales como beneficios y bailes de máscaras, en los que acometió funciones de intérprete, director y compositor. En este sentido, cabe destacar la dirección de la compañía del Teatro Real en la representación de Roberto el diablo (1881), así como las veladas camerísticas ofrecidas junto a reputados miembros de la Filarmónica de Madrid (1872- 1874), en las que se dio a conocer un repertorio poco habitual en la época. Asimismo, se incluyen las 21 piezas que Espino compuso para los bailes de máscaras de la Zarzuela y del Real, y se analizan las cuatro partituras que se conservan: El correo de amor, Las amazonas, Hércules y La Paquita. El contenido de estos capítulos se complementa en los apéndices, donde se incluye el catálogo completo de su obra. Cabe destacar el último, que incorpora todos los programas de concierto ofrecidos por la Unión Artístico-Musical de Madrid, constituyendo una valiosa fuente de información en términos de circulación del repertorio sinfónico en España. De este modo, la presente investigación facilita un acercamiento a la figura de Casimiro Espino en sus principales dimensiones y contribuye al conocimiento de la historia musical del siglo XIX en España.