Estudio prospectivo del síndrome de piernas inquietas en una muestra de donantes de sangre

Resumen

El Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) se caracteriza por la presencia de una necesidad irresistible de mover las piernas acompañada o no por disestesias, que se desencadena por el reposo siguiendo un perfil circadiano con preferencia nocturna y una característica mejoría con el movimiento de las piernas. Su prevalencia es alta, afectando del 7,2 al 11,5% de la población europea. La ferropenia sistémica aumenta el riesgo de SPI. Las donaciones reiteradas de sangre favorecen la ferropenia, y podrían por tanto aumentar el riesgo de SPI. El objetivo principal de este estudio fue analizar la prevalencia de SPI en una muestra de donantes de sangre de la Comunidad de Madrid estratificando en función del género y frecuencia de donación. Como objetivos secundarios analizamos si las donaciones de sangre favorecen la ferropenia; si dicha ferropenia aumenta la prevalencia de SPI y qué variable demográfica condiciona mayor riesgo de SPI. En 2014 llevamos a cabo un estudio observacional transversal en el que incluimos 129 donantes de sangre realizando exploración física y analítica sanguínea para determinar los niveles de ferritina y receptor soluble de transferrina (RSTF). Los síntomas de SPI se evaluaron mediante un cuestionario formado por cuatro preguntas relacionadas con los síntomas de SPI. Entre 2017 y 2020 realizamos un seguimiento prospectivo telefónico en 128 de los participantes repitiendo el cuestionario de cribado y completándolo con una entrevista clínica telefónica detallada para afirmar o descartar el diagnóstico de SPI. En el momento de inclusión la mediana de ferritina fue 56 microg/l y la media de RSTF de 3,13 mg/l. Las mujeres y los donantes habituales mostraron cifras de ferritina significativamente inferiores. Las mujeres presentaron mayor número de respuestas afirmativas en el cuestionario. Sin embargo, no hubo diferencias en el número de respuestas afirmativas entre los donantes habituales y esporádicos. No encontramos relación entre los niveles de ferritina ni los de receptor soluble de transferrina y el número de respuestas afirmativas al cuestionario. En el seguimiento prospectivo observamos un aumento significativo en el número de respuestas afirmativas al cuestionario, siendo significativo dicho aumento en las mujeres y los donantes esporádicos. Con los datos de la entrevista clínica telefónica la prevalencia de SPI en la inclusión fue de 12,5%, siendo en su mayoría mujeres, sin diferencias en cuanto a su hábito de donación (esporádico vs habitual). El género femenino fue el factor demográfico de más peso en el riesgo de presentar SPI, por encima de la edad. En el seguimiento prospectivo la prevalencia de SPI fue del 19,5% siendo mayor entre las mujeres y los donantes esporádicos. Los valores de ferritina y RSTF no mostraron relación con el diagnóstico de SPI en el momento de inclusión ni en el seguimiento prospectivo. En conclusión, la prevalencia del SPI en esta muestra de donantes de sangre fue del 12,5% en el momento de inclusión y del 19,5% en el seguimiento prospectivo, si bien no se observaron diferencias significativas. Las mujeres mostraron mayor prevalencia de SPI tanto de modo transversal como en el seguimiento prospectivo. En el momento de inclusión no se observaron diferencias en la prevalencia de SPI entre donantes esporádicos y habituales. Sin embargo, la prevalencia de SPI en el seguimiento prospectivo fue significativamente mayor en los donantes esporádicos frente a los habituales. Donar sangre de manera regular induce ferropenia aunque la presencia de ferropenia, valorada tanto por los valores de ferritina como de receptor soluble de transferrina, no se asoció con un aumento de la prevalencia del SPI en donantes de sangre de modo transversal ni prospectivo. El género femenino es el factor demográfico que más influye en el riesgo de presentar SPI.