La Seguridad Energética como factor relevante para el desarrollo de la autonomía estratégica de la UE (2014-2021)

  1. Gutiérrez Roa, Tomás
Dirigida por:
  1. Francisco Aldecoa Luzárraga Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 06 de mayo de 2021

Tribunal:
  1. José Ángel Sotillo Lorenzo Presidente
  2. Mercedes Guinea Llorente Secretaria
  3. Noé Cornago Prieto Vocal
  4. Teresa Fajardo del Castillo Vocal
  5. Alexis Berg Rodríguez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La energía es un elemento central del desarrollo humano. Sin ella, las sociedades modernas no existirían tal y como las conocemos, el crecimiento económico estaría condicionado por los límites de la capacidad física humana y el bienestar social se encontraría en índices previos a los de la Revolución Industrial. En el último siglo, los cambios en los sistemas productivos, los procesos globalizadores y la expansión de la sociedad de consumo han llevado a un incremento constante de las necesidades mundiales de energía, haciendo de su acceso y control un componente clave de la seguridad nacional. Sin embargo, la preponderancia de los combustibles fósiles en la economía mundial también ha provocado en muchos Estados una situación de dependencia endémica. Gran parte de los países industrializados no disponen de reservas de hidrocarburos, lo que implica que su estabilidad económica y social dependen, en buena medida, de su capacidad para asegurar su suministro constante y a precios asequibles. Esto ha llevado a una politización de los mercados internacionales del petróleo y del gas natural, un sistema parcialmente intervenido, complejo e inestable en el que los Gobiernos utilizan los recursos como herramientas de poder para defender sus intereses en la escena global. En este escenario volátil, la UE se encuentra en una situación de clara desventaja. Dado que su progreso y prosperidad están ligados al suministro exterior, los Estados miembros tienen que hacer enormes esfuerzos para mantener un alto nivel de seguridad energética, lo que no siempre es posible debido tanto a las debilidades internas del sistema de energía comunitario como a la vulnerabilidad de su posición exterior. Desde hace algo más de una década, esta realidad se ha vuelto mucho más preocupante con motivo del incremento de la tensión geopolítica mundial, el cambio climático, el alejamiento con los principales socios energéticos, la inestabilidad en el vecindario cercano y la contestación del orden internacional basado en normas promovido por las instituciones europeas, entre otros factores. Para afrontar estos nuevos desafíos, la UE debe actuar como un verdadero poder global, ejecutando estrategias que le permitan defender sus propios intereses mundiales de manera asertiva en un escenario de creciente rivalidad entre potencias. Sin embargo, es evidente que esta proyección exterior está condicionada por la imperiosa necesidad de abastecimiento energético, lo que en muchos casos impide una actuación firme y autónoma. De este modo, el objeto de esta investigación es analizar cómo un bajo nivel de seguridad energética limita la acción exterior de la UE y le impide alcanzar sus objetivos mundiales de manera plena, obstaculizando una actuación independiente y decidida debido a la constante exigencia de acceder a fuentes de energía no disponibles en territorio comunitario. Esto es especialmente relevante debido a que la principal meta de la política exterior europea, establecida en la Estrategia Global para la Política Exterior y de Seguridad de 2016, es actuar en la escena internacional con un alto grado de autonomía estratégica, lo que difícilmente se conseguirá si no se avanza hacia el autoabastecimiento de energía. Por otra parte, cabe estudiar cómo el desarrollo de la seguridad energética comunitaria está condicionado no solo por el elevado ratio de dependencia exterior, sino también por las propias debilidades del mercado interior, entre ellas la baja interconexión entre los Estados miembros, la falta de una legislación fuerte o la insuficiente producción propia. Por otra parte, y en línea con lo anterior, esta investigación también pretende examinar las oportunidades que el ya impostergable cambio hacia un modelo más sostenible puede brindar a la UE para alcanzar sus objetivos tanto en materia de seguridad energética como en el desarrollo de su autonomía estratégica. En el primero de los casos, la necesidad de lograr la neutralidad climática conllevará la progresiva sustitución de los hidrocarburos por fuentes de energía renovable, lo que permitirá avanzar hacia el autoabastecimiento energético y, por lo tanto, la reducción de la dependencia exterior y el incremento de la seguridad energética, sobre todo si se ejecutan con éxito otras estrategias paralelas, como el aumento de la eficiencia energética o el establecimiento de una economía circular. En segundo lugar, el liderazgo de la UE en la transición climática mundial y el desarrollo de una diplomacia en la materia más efectiva ayudará a potenciar la acción exterior, elevando el nivel de influencia y la autonomía estratégica mediante el uso de todas las herramientas de política exterior, como el establecimiento de nuevas asociaciones, la política comercial y la promoción de su sistema normativo y regulatorio a escala internacional. Esto permitirá a la UE consolidar su posición geoestratégica y convertirse en un verdadero poder global.