Caracterización fenotípica y seguimiento endoscópico del síndrome de poliposis serrada

  1. RODRIGUEZ ALCALDE, DANIEL
Dirigida por:
  1. Carlos Lumbreras Bermejo Director
  2. Antonio Lalueza Blanco Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 23 de mayo de 2022

Tribunal:
  1. Rafael Rubio García Presidente
  2. José Carlos Marín Gabriel Secretario
  3. Alberto Herreros de Tejada Echanojauregui Vocal
  4. Victor Julián Moreno Cuerda Vocal
  5. María López-Cerón Pinilla Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El cáncer colorrectal (CCR) es el tercer tumor maligno más incidente a nivel mundial y el primero en España si consideramos ambos sexos, y conlleva una alta morbi-mortalidad. Aunque durante décadas se asumió que prácticamente el único precursor del CCR era el adenoma colorrectal, desde hace 15¿20 años se sabe que también los pólipos serrados (PS) pueden malignizar, originando el 25¿30% de los CCR esporádicos. El síndrome de poliposis serrada (SPS) es la poliposis de colon más prevalente y fue definido por la OMS en 2010 por la presencia de 1 o más de estos criterios: 1) 5 o más PS proximales al sigma, 2 de ellos mayores de 10 mm; 2) 1 o más PS proximales al sigma en un paciente con 1 familiar de primer grado con SPS; 3) más de 20 PS de cualquier tamaño a lo largo del colon. El SPS asocia un riesgo de CCR del 15,8¿36,7%, pero se ha demostrado que tras extirpar todos los pólipos existentes al diagnóstico (lo que se ha denominado ¿clearance¿) y bajo un estrecho seguimiento endoscópico, su incidencia acumulada a 5 años es del 0-7%. Pese a los avances recientes, persisten numerosas incertidumbres con respecto al SPS y su historia natural. Un conocimiento más profundo del síndrome probablemente permitiría reducir el número de colonoscopias innecesarias al estimar mejor el riesgo real de cada subgrupo de pacientes, emplear técnicas específicas que mejoraran la detección de pólipos durante la endoscopia, así como disminuir la incidencia de CCR. Los objetivos de esta tesis son: 1) averiguar el riesgo de los sujetos con SPS de desarrollar una neoplasia avanzada (NA) ¿adenoma avanzado, PS avanzado (con displasia y/o de 10 mm o más) y/o CCR¿ durante la vigilancia tras el ¿clearance¿, y qué factores podrían favorecer o predecir su aparición; 2) determinar los resultados clínicos a largo plazo del seguimiento de individuos con SPS en la consulta de alto riesgo de cáncer digestivo de un hospital universitario; y 3) evaluar la utilidad de la pancromoendoscopia con índigo carmín para el diagnóstico de pólipos en pacientes con SPS en seguimiento endoscópico, así como cuantificar la proporción de pólipos no detectados en la primera retirada del endoscopio y sí en la segunda. Resultados: tras el ¿clearance¿, los individuos con SPS muestran una incidencia acumulada de NA del 15,2-42% a 3 años, y de entre el 21,6% y aprox. el 50% a 5 años. Sin embargo, con una adecuada vigilancia endoscópica, la incidencia acumulada de CCR a 5 años es del 0-6,4%. Los sujetos que cumplen criterios 1 y 3 de la OMS (2010) para SPS y aquellos que tuvieron algún PS avanzado durante el ¿clearance¿ presentan unas Odds ratio para NA incidente de 1,85 (IC 95% 1,03¿3,33) y 2,62 (IC 95% 1,18¿5,81), respectivamente. En cambio, aquellos que sólo cumplen el criterio 3 muestran una incidencia de NA del 10,8% frente al 50,8% de los que cumplen el 1 y el 3 simultáneamente (p < 0,001). El 94,1-99,1% de los pacientes con SPS que entran en seguimiento tras el ¿clearance¿ pueden ser manejados endoscópicamente. La pancromoendoscopia con índigo carmín detecta más pólipos que la colonoscopia con luz blanca en pacientes en seguimiento por SPS (39% vs. 22%; p < 0,001), sobre todo a expensas de los menores de 10 mm. En la segunda exploración con luz blanca se observaron un 21% y un 28% extra de PS y de adenomas, mientras que tras teñir con índigo carmín estas cifras fueron del 40% y 32%, respectivamente. Conclusiones: estos resultados apoyan la necesidad del seguimiento endoscópico de los pacientes con SPS, así como la personalización de la vigilancia tras estratificar el riesgo según la presencia o no de predictores como el cumplimiento aislado del criterio 3 de la OMS (2010) o la resección de algún PS avanzado durante el ¿clearance¿. También demuestran que la inmensa mayoría de pacientes no requieren tratamiento quirúrgico cuando se extirpan todos los pólipos prevalentes, y la utilidad de la pancromoendoscopia con índigo carmín para optimizar la detección de pólipos durante el seguimiento.