¡El Sahel en llamas!¿Vuelta al caudillismo?

Resumen

El siempre complejo equilibrio vital en el que, de forma secular, se ha movido el Sahel, se encuentra quebrado, debido, entre otras cuestiones, a un crecimiento demográfico explosivo, a una lucha creciente por unos cada vez más escasos recursos naturales y a unos gobiernos que se ven sobrepasados en sus intentos de mantener la estabilidad de sus países. En ese entorno de desestabilización creciente, el Sahel y cada vez más partes de África Occidental, los afanes de grupos terroristas —especialmente los yihadistas— junto con los de viejas y nuevas potencias por instalarse en esa región clave de África y del planeta resultan constantes; y lo consiguen, en gran parte, aplicando una dinámica de «cuanto peor, mejor». Cuanto peor para las sociedades, mejor para nosotros. Una sucesión de golpes de Estado se han producido en la región; y las percepciones sobre los mismos son variables, oscilando estas desde constituir una causa más de desorden a ser una simple consecuencia de esa inestabilidad creciente. Una breve reflexión al respecto nuclea el presente documento.