Monstruos y fragmentos en la representación de un cuerpo actual

  1. GONZÁLEZ-CARPIO ALCARAZ, DAVID
Zuzendaria:
  1. Catalina Ruiz Mollá Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 2022(e)ko abendua-(a)k 21

Epaimahaia:
  1. Pedro Angel Terrón Manrique Presidentea
  2. Sonia Cabello García Idazkaria
  3. Ana Esther Balboa González Kidea
  4. Lale Altunel Kidea
  5. Marta Linaza Iglesias Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

Cuando Mary Shelley engendra vida de fragmentos unidos de materia orgánica muerta en su novela Frankenstein, no solo está engendrando vida al monstruo en sí, también está engendrando el mito inaugural del monstruo moderno. Los monstruos son esos seres que suscitan admiración y terror, y que han sido clasificados como prodigios y abominaciones que atraen a los mirones. De un modo u otro, en una u otra época, la especie humana no puede permanecer impasible ante sus monstruos. Ante un cuerpo que traspasa las fronteras de la ¿normalidad¿ establecemos una serie de explicaciones y justificaciones que basculan entre lo real, la fantasía y el extrañamiento. Fiel reflejo de esto ha sido el cine a lo largo del siglo XX, como los clásicos del cine de terror. En ciertos monstruos contemporáneos carecemos de estas referencias, sus estados se mantienen en trasformación y metamorfosis. Quizás los monstruos más acordes con la sociedad actual, constante metamorfosis, se caracterizan por lo inestable, lo azaroso, lo irregular, y fundamentalmente, por lo fragmentario. Se aborda así lo fragmentario aplicado a la retórica del cuerpo y sus expresiones artísticas. La fragmentación corporal es un recurso artístico que se ve intensamente potenciado en la última mitad del siglo XX, y de manera absoluta en el siglo XXI, con gran variedad de recursos, diversos niveles de intensidad y diferentes grados de sutileza. Tanto de manera física, psicológica o simbólica. En esta retórica del cuerpo, la fragmentación puede aludir a la totalidad de éste, pero el fragmento puede llegar a adquirir por sí solo una contundente autonomía. En este trabajo se pretende analizar y relacionar de manera coherente circunstancias históricas y hechos artísticos contemporáneos donde el cuerpo físico es utilizado como fiel reflejo de la condición humana, un último espacio de pruebas, experimentación y castigo, que a modo de proceso de tortura sufrirá una irremediable fragmentación (de manera física o mental, de manera literal o figurada) hasta perder su sentido último de normalidad establecida, para convertirse en algo ajeno (en el más puro sentido freudiano de lo familiar que torna en extraño), y por consiguiente en monstruoso.