La anhedonia como potencial factor de riesgo de demencia global y subtipos en una muestra comunitaria de personas mayores de 65 años
- Vaquero Puyuelo, David
- J. Santabarbara Director/a
- Concepción de la Cámara Izquierdo Director/a
Universitat de defensa: Universidad de Zaragoza
Fecha de defensa: 30 de de juny de 2022
- Tomás Palomo Alvarez President
- Miguel Ángel Quintanilla López Secretari/ària
- Manuel Martín Carrasco Vocal
Tipus: Tesi
Resum
Introducción El diagnóstico de demencia es eminentemente clínico por lo que precisamos encontrar factores de riesgo psicopatológicos en etapas preclínicas al establecimiento del deterioro cognoscitivo y del declive funcional sobre los que poder intervenir terapéuticamente a lo largo de la evolución longitudinal, y promover una estimulación suficiente en aras de reducir la probabilidad de desarrollo de demencia global y sus subtipos más frecuentes, y/o ralentizar el curso temporal mejorando la calidad de vida del sujeto y la de su entorno psicosocial. La anhedonia entendida desde la más amplia conceptualización como la alteración de la capacidad de disfrute, tanto anticipatoria como consumatoria, resulta fácilmente detectable en la clínica y es una variable que claramente se diferencia del proceso inherente de envejecimiento. Pese a que esta manifestación psicopatológica resulta nuclear para la configuración de un episodio depresivo mayor, no se ha estudiado de manera exhaustiva su asociación con el potencial riesgo de desarrollo de demencia global y los subtipos más frecuentes, controlando por la presencia de la condición clínica depresión. El objetivo general es aportar evidencia científica respecto a la relación entre el síntoma psicopatológico anhedonia y el riesgo de demencia global incidente, así como los subtipos más frecuentes, en una muestra comunitaria de personas de 65 o más años de la ciudad de Zaragoza, libres de deterioro cognoscitivo y controlando por la presencia de depresión. Metodología En el marco del Proyecto ZARADEMP, diseñado para el estudio de la incidencia de demencias en el anciano y el estudio analítico de dichos casos incidentes, diseñamos un estudio analítico observacional de cohortes prospectivo para evaluar, en sujetos con anhedonia y sin esta manifestación clínica en el estudio de base, la incidencia de demencia y los subtipos más frecuentes a lo largo del periodo de seguimiento de 4.5 años. El análisis de supervivencia de Kaplan-Meier se utilizó para determinar el tiempo hasta la demencia global incidente, la Enfermedad de Alzheimer incidente y la demencia vascular incidente en función del síntoma anhedonia. Además, para determinar el riesgo de los sujetos con alteración de la capacidad hedónica (casos) comparados con aquellos sin anhedonia (no casos), en el desarrollo de las patologías descritas, se aplicaron modelos de regresión de riesgos proporcionales de Cox teniendo en cuenta la edad como escala de tiempo. De esta forma, construimos dos modelos en los que gradualmente controlamos por potenciales confusores y/o modificadores del efecto. Resultados En nuestra muestra inicial reclutamos a 4,803 sujetos, de los que excluimos a 746 al ser considerados como casos o subcasos de demencia y a 1,013 individuos por ser menores de 65 años, dado que estábamos interesados en la población psicogeriátrica cognitivamente intacta de la ciudad de Zaragoza. Así, de los 3,044 sujetos incluidos en el estudio de base, excluimos además a 214 participantes debido a no poder ser clasificados como “casos” o “no casos” de anhedonia. De los “no-casos” de anhedonia finales, el 6.7% de los participantes fueron “casos” de demencia global incidente, de los cuales el 63.6% eran casos de EA, el 19.1% eran casos de demencia vascular y el 17.3% otras demencias, frente al 93.3% de los sujetos restantes que se encontraban libres de demencia. Sin embargo, de los “casos” de anhedonia finales, el 18.6% fueron “casos” de demencia global incidente, lo que supone casi el triple de casos de demencia comparados con aquellos sin esta manifestación psicopatológica. De estos sujetos, el 63.6% fue clasificado como casos de EA y el 36.4% como “casos” de demencia vascular. Dicho de otro modo, la anhedonia estaba presente en el 9% de los sujetos clasificados como “casos” de demencia global incidente, en el 9% de los sujetos con EA y en el 16% de los individuos con demencia vascular. La presencia de la manifestación anhedonia, controlando por diversas características sociodemográficas (sexo, años de educación recibida y estado civil), multiplica significativamente por 2.4 tanto el riesgo de demencia global como el de EA, y por 7 el riesgo de demencia vascular, comparados con aquellos sujetos de las mismas condiciones que mantienen un adecuado tono hedónico. Al controlar además por el efecto de múltiples factores de riesgo vasculares conocidos (el índice de masa corporal, la historia de enfermedad vascular previa, la hipertensión y diabetes), la sintomatología depresiva, la alteración de la funcionalidad en las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria y el estado cognoscitivo en el estudio de base, la presencia del síntoma anhedonia triplica el riesgo tanto de demencia global como de EA incidente y multiplica por 6 el riesgo de demencia vascular incidente, en comparación con aquellos sujetos de las mismas características que conservan su capacidad de disfrute. Conclusiones En apoyo a la hipótesis inicial de partida, el presente estudio realizado con una muestra representativa de población mayor de 65 años de la ciudad de Zaragoza cognitivamente intacta ha permitido documentar que la presencia de la manifestación clínica anhedonia, controlando por la presencia de la condición clínica depresión, se puede considerar un potencial factor de riesgo de demencia global incidente, y específicamente de EA y de demencia vascular incidentes. La identificación de estos sujetos en riesgo de desarrollo de demencia global, de EA y de demencia vascular a través de la exploración rutinaria de su capacidad de disfrute, puede ser una herramienta clínica sencilla, útil y extrapolable a la práctica clínica diaria para su monitorización a lo largo del tiempo. Con ello, sería posible la elaboración de programas de intervención clínica que incluyeran la implementación y el despliegue de los recursos socio-sanitarios, farmacológicos, psicoeducativos y psicoterapéuticos apropiados a las circunstancias concretas de cada individuo en particular, con el objetivo de evitar la conversión hacia demencia o enlentecer su progresión inexorable en aras de mejorar su estado cognoscitivo, su funcionalidad diaria, su bienestar emocional, su calidad de vida, y la de su entorno sociofamiliar.