Experiencias de la guerra y ocupación insulares en el atlántico y el pacífico: Las canarias y la ryukyu (1936-1953)las Canarias y la Ryukyu (1936-1953)

  1. Rodríguez Marrero, Ismael
Dirigida por:
  1. Juan José Díaz Benítez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

Año de defensa: 2023

Tribunal:
  1. Florentino Rodao García Presidente
  2. Marta García Cabrera Secretario/a
  3. Arnau Fernández Pasalodos Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La primera mitad del siglo XX se caracterizó por ser un periodo convulso en la contemporaneidad. Una convulsión que vino marcada por la concatenación de diversos conflictos armados. Entre ellos destacaron las dos guerras mundiales junto con guerras a menor escala que afloraron durante el periodo de entreguerras. Ejemplos de estas últimas fueron la Guerra Civil española (1936-1939) y la segunda guerra sino-japonesa (1937-1945), estando esta última solapada a posteriori con la Segunda Guerra Mundial. Se produjeron, en última instancia, guerras que abarcaron todo el continente euroasiático. Como consecuencia, este gran volumen de conflictos implicó, directa e indirectamente, a una infinidad de territorios a lo largo y ancho del orbe. Se evidenció, en definitiva, la consolidación de la guerra total. La implicación e impacto de estas guerras ha sido tal que de ellas han emanado ingentes cantidades de trabajos generales. Destacan, por ejemplo, los tres volúmenes de The Cambridge History of the Second World War, o los estudios de autores como Anthony Beevor o Max Hastings. Del periodo de entreguerras también destacan obras como la editada por Nicholas Dumanis o la de Mark Grossman. En todo caso, cada país o potencia vio afectado, de algún modo, su statu quo o el de algunos de sus territorios. Casos flagrantes de esta dinámica lo representaron los entornos insulares. En efecto, multitud de naciones e imperios poseían durante el conflicto la preocupación de asegurar un territorio continental además de otro fragmentado representado por las islas. España, Reino Unido, Francia, Portugal o Japón fueron solo algunos ejemplos representativos de esta tesitura. Muchos de ellos, además de estar compuestos medularmente por contextos archipelágicos, también ejercieron un dominio colonial sobre otros. Véase los casos de los mencionados Reino Unido y Japón. De hecho, este último ha sido calificado, dado su dominio marítimo en las aguas del Pacífico, de “imperio pelágico” por autores como Brett L. Walker o William M. Tsutsui.