Conciencia, proceso y autotransformatividad

Resumen

La conciencia es un hecho cotidiano. Todos experimentamos conciencia a cada momento. Al mismo tiempo, la conciencia es un hecho complejo. Se presenta bajo muchas formas y aspectos, y su explicación resulta extraordinariamente elusiva y está plagada de grandes problemas que la ciencia y la filosofía han señalado convenientemente. Para describir en qué consiste la conciencia a menudo se han venido empleando términos como "sustancia", "estado" o "inmediatez". Por desgracia, esta terminología resulta confusa y no refleja de manera adecuada la riqueza y la naturaleza dinámica de la conciencia. Por contraste a ese tipo de enfoques, en esta tesis voy a usar la noción de proceso para explicar el hecho de la conciencia. El objetivo de esta tesis es explicar la conciencia a través de la noción de proceso. Este enfoque procesual lo llevaré a efecto en tres grandes pasos. Primero, voy a tratar de definir cómo es y cómo se ha explicado la conciencia. El "cómo es" nos llevará a las propiedades de la conciencia, mientras que el "cómo se ha explicado" nos llevará a las teorías de la conciencia. Segundo, voy a presentar un marco teórico basado en la filosofía de procesos, en el cual se introducirán sucesivamente la noción de proceso transformativo y la noción de proceso autotransformativo. Tercero, voy a usar el marco teórico anterior para resolver algunos de los problemas que rodean al hecho de la conciencia. El término "conciencia" es polisémico. Con "conciencia" aquí me refiero al hecho de tener experiencias conscientes. Es difícil decir qué es una experiencia consciente. No obstante, es posible describir cómo es una experiencia consciente. Las experiencias conscientes tienen siempre un carácter fenoménico, bien sea subjetivo o cualitativo. Además, típicamente tienen cierto contenido, el cual puede ser directa o indirectamente accesible por el sujeto para hablar, razonar o actuar de acuerdo a él. Las experiencias conscientes tienen típicamente cierta composición, es decir, tienen partes experienciales, y, a pesar de esa composición, se viven como dotadas de unidad. Para finalizar, las experiencias conscientes suceden siempre en el tiempo. Tienen un principio y un final, y consumen energía. Las teorías de la conciencia es el modo en que se ha tratado de explicar el hecho de la experiencia consciente. Hay muchas teorías de la conciencia, aunque se pueden dividir en cuatro tipos fundamentales: teorías representacionales, funcionales, biológicas y físicas. Aquí me centraré en cuatro teorías de la conciencia que, por su impacto o grado de determinación, resultan especialmente relevantes: la Teoría de la Información Integrada, la Teoría del Espacio de Trabajo Global, la Teoría de la Doble Microgénesis y la Teoría Autorrepresentacional. Para tratar algo como la experiencia consciente es necesario echar mano de herramientas específicas. Una de esas herramientas es la noción de proceso. Los procesos suceden en el tiempo, tienen un principio y tienen un final. Además, están compuestos, es decir, tienen partes. Esas partes se describen de manera funcional (no de manera espacio-temporal) y, a menudo, el todo es algo más que la mera suma de las partes. Hay un tipo de proceso que resulta especialmente relevante: el proceso autotransformativo. Los procesos autotransformativos se describen a través de dos propiedades: (1) tienen una composición basada en interferencia mutua y (2) se describen a través de variables que se relacionan entre sí a través de modulaciones con clausura. Cuando se aplica la noción de proceso a la experiencia consciente se llega a la conclusión de que tiene precisamente la forma de un proceso autotransformativo. Esto se puede demostrar de dos formas. Primero, las propiedades de la conciencia conducen a afirmar que las experiencias conscientes son procesos y que el proceso autotransformativo es precisamente el tipo de proceso que puede soportar estas propiedades.Segundo, las teorías de la conciencia (y entre ellas las cuatro teor