El intraemprendedor como ideal normativoel caso de la consultoría especializada en la selección de personal

Resumen

Asistimos en la actualidad a la proliferación y asentamiento de toda una serie de discursos que fomentan y prescriben las líneas maestras que definen y constituyen el paradigma del emprendimiento. Este tipo de discursos se engarzan dentro de las profundas transformaciones que están afectando al mundo del trabajo en la actualidad y han venido a cuestionar los pilares mismos sobre los que se ha estado asentando la sociedad asalariada durante el último siglo. Así, todas aquellas narrativas vinculadas con el paradigma del emprendimiento están de forma progresiva, pero de manera constante, desplazando a las narrativas del paradigma asalariado. Una de estas consecuencias, ligadas a un cambio de paradigma dentro del mundo del trabajo, es la reconfiguración simbólica que ha sufrido el arquetipo del ¿buen trabajador¿ en los últimos años. Valores como la intensificación de la competitividad, el riesgo como oportunidad, el individualismo productivista, que se distancian de los referenciales normativos del trabajador durante las primeras tres cuartas partes del siglo XX, se han transformado en imperativos morales y se promueven permanentemente de forma omnicomprensiva. Por lo tanto, ese desplazamiento y sustitución de las narrativas del asalariado por las del emprendimiento se produce acompañado de una crítica inmanente de los valores anteriores, definidos, ahora, como inadecuados y anacrónicos. Desde nuestra perspectiva, el emprendedor es más que alguien que decide sacar adelante un proyecto empresarial con el objetivo de obtener una rentabilidad concreta; alude a un ideal normativo contemporáneo que prescribe los referentes éticos con los que articular el mundo del trabajo. Así mismo el emprendimiento, tal y como se presenta en la actualidad, implica una cosmovisión sobre la sociedad en general y el mundo del trabajo en particular, articulada a través de una racionalidad de gobierno neoliberal. El capitalismo, como modelo económico, es un producto histórico que ha experimentado profundas mutaciones. En este proceso de transformación se han modificado los sujetos políticos que han operado como ideales normativos con la capacidad de legitimar y hacer hegemónicos los valores y las condiciones materiales propias de cada momento histórico. Así, partiendo de los estudios de Foucault, y su concepción del poder en términos productivos, este estudio analiza los modos de operar del paradigma emprendedor en un contexto neoliberal. Entendemos el neoliberalismo como racionalidad gubernamental, es decir, como una práctica diferenciada de gobierno, de orientación y conducción de la conducta, que produce subjetividades productivas, que naturalizan las leyes del mercado como doxas incuestionables y que alojan a la metáfora de la empresa como el modelo referencial de la sociedad en general y del mundo del trabajo en particular. Por lo tanto, estos procesos inducen un cambio en la concepción del trabajo-empleo como actividad central dentro del orden social y del individuo mismo que la ejerce. En este contexto, y a raíz de la progresiva empresarialización del trabajo asalariado que está teniendo lugar desde hace décadas dentro de un entorno donde el modelo tradicional de empleo asalariado estable deja de ser el elemento central, surge con fuerza la figura del intraemprendedor como el máximo exponente del empresario de sí mismo dentro de las empresas y como nuevo sujeto referencial dentro del mundo del trabajo asalariado. El intraemprededor vehicula un modelo de sujeto que huye de la seguridad y la certidumbre proporcionadas a través de la colectivización de los riesgos y que intensifica el compromiso con su empresa como si fuera el suyo propio.