Periodismo relacional participado por comunidades como alternativa en la empresa informativaestudio de caso a partir de la crisis del COVID-19

Resumen

La gran crisis global acaecida en la primera década del siglo XXI evidenció toda una serie de problemas que la profesión periodística arrastraba desde hacía décadas. La pandemia por la aparición del nuevo coronavirus de la COVID-19, que puso al mundo entero patas arriba a comienzos de 2020, supuso un punto de inflexión añadido para la industria. En un contexto de incertidumbre generalizada, donde cada vez menos personas pagan por información ya que creen que pueden cubrir sus expectativas de manera gratuita en el ecosistema digital, se afronta una verdadera transformación en el concepto de empresa informativa, donde no todas las opciones conocidas hasta ahora podrán pervivir y se abrirán paso otras nuevas. Entre las que se consolidan, llama la atención la evolución de aquellas que, en torno al denominado engaged journalism, buscan consolidar dinámicas que garanticen el beneficio económico (indispensable para garantizar su viabilidad e independencia) y reporten al mismo tiempo un fuerte beneficio social. La presente investigación tiene por objeto el concepto de periodismo relacional participado por comunidades, entendidas estas en un sentido antropológico amplio, con la categoría de ciudadano como denominador común para todos sus miembros, aunque en cada caso estos adopten nombres y roles específicos dentro del proceso informativo (socio, accionista, colaborador, cómplice, vecino) y sus lazos puedan transitar de lo geográfico a lo ideológico o experiencial. Se busca validar bajo un mismo paradigma modos distintos de ejercer la profesión que, sin ser modelos de negocio en sí y pudiendo acogerse a distintas fórmulas, generan dinámicas de mayor alcance en favor de la construcción de una identidad colectiva. En este contexto, se estudia y teoriza el nuevo marco de relaciones entre organizaciones informativas y comunidades (geográficas o temáticas) dentro de este paradigma de periodismo. Partiendo de la hipótesis de que el ciudadano siente más predisposición a vincularse (no necesariamente económicamente, aunque también puede ser de esta forma) con aquellos proyectos periodísticos que conectan con un interés personal y/o responden a una inquietud o necesidad y de que un modelo de periodismo que escucha y permite la participación del ciudadano afianza su credibilidad, se disecciona la evolución de la empresa informativa hacia nuevas formas y figuras jurídicas, así como la transformación de la misma imagen del periodista y la del público, inmersos todos en la construcción de comunidad. Partiendo de una metodología analítico-deductiva y de la observación de la realidad se han empleado en este trabajo técnicas como entrevistas a expertos, periodistas, responsables de medios o académicos; encuestas a público y potenciales lectores y usuarios; análisis semántico; estudios de casos (con comparativa de nuevos medios VS. medios tradicionales); foros de discusión; o búsqueda de documentación e investigación bibliográfica, entre otras. Gracias a todo ello se ha podido establecer un posicionamiento crítico para, desde ahí, concluir que, al hablar de Periodismo relacional participado por comunidades como alternativa en la empresa informativa, abordamos un panorama plural y abierto en cuanto a figuras (físicas y jurídicas), acciones y dinámicas que, en el ejercicio de la labor informativa, configuran un arquetipo en construcción de un periodismo con características propias. Confirmamos pues que la mutación experimentada en la mayor parte de los comportamientos sociales por la digitalización ha conllevado también una evolución importante en los conceptos de público, periodista o medio de comunicación, siendo todas estas realidades que, si ya encarnaban cierta complejidad, comprenden hoy en día una variedad de perfiles mucho más ricos y variados en el en el paradigma en construcción que estudiamos.