Origen y evolución histórica de la zoofarmacognosiaimportancia y utilidad para la medicina veterinaria y ciencias afines

  1. MEZCUA MARTÍN, ÁLVARO
Dirigida por:
  1. Joaquín Sánchez de Lollano Prieto Director
  2. Luis Revuelta Rueda Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 09 de febrero de 2023

Tribunal:
  1. Manuel Ignacio San Andrés Larrea Presidente/a
  2. Alfredo González Gil Secretario
  3. Evangelina Rodero Serrano Vocal
  4. Francisco Gil Cano Vocal
  5. Francisco de Asís Muñoz Alcázar Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El término Zoofarmacognosia se introdujo por primera vez en el ámbito científico en 1987, como una rama multidisciplinar que estudiaba el comportamiento de automedicación de muchos grupos animales. Humanos y animales se han observado y han interactuado entre ellos desde tiempos prehistóricos, aprendiendo de forma recíproca sobre la naturaleza y el uso de sus recursos. El ser humano ha sido consciente desde hace mucho tiempo de que los animales utilizan sustancias específicas de ciertas formas cuando se sienten enfermos, y que este hábito les ayudaba a recuperarse y sanar. Gracias al desarrollo de la Zoofarmacognosia, estamos empezando a aprender y comprender los aspectos concretos de esta disciplina científica relativamente nueva, que se ocupa de investigar cómo los animales tratan la enfermedad a base de sustancias orgánicas e inorgánicas que encuentran en su medio ambiente. En algunos casos, parecen hacer uso de plantas u otros recursos naturales como medicamentos de una forma muy similar a como lo hacemos los humanos, para tratar los mismos síntomas que nosotros. Para entender la importancia y repercusión que puede llegar a tener la Zoofarmacognosia en la sociedad actual y en nuestro futuro, hemos considerado imprescindible realizar una investigación retrospectiva y buscar los orígenes del estudio de este tipo de comportamientos en la naturaleza. A partir de la revisión de algunos textos sobre Etnozoología y Etnoveterinaria, fuimos descubriendo distintas menciones al comportamiento autocurativo de algunas especies animales. Es ahí donde nos planteamos la primera hipótesis y la raíz de todo este estudio: ¿es la automedicación en animales un descubrimiento científico reciente, o por el contrario es algo que otros naturalistas, científicos o filósofos de épocas pasadas ya habían reconocido, estudiado y mencionado en sus observaciones sobre el medio natural? Por todo lo descrito anteriormente, se ha estructurado nuestra investigación haciendo énfasis en dos asuntos principalmente: en primer lugar, establecer los antecedentes históricos del estudio del comportamiento de automedicación en animales, así como su implicación en el desarrollo de la Medicina Humana y Veterinaria hasta la actualidad; en segundo lugar, entender la alta diversidad de comportamientos que han podido ser descubiertos y descritos desde el nacimiento como disciplina científica de la Zoofarmacognosia, e intentar clasificarlos en base a su finalidad y efectos sobre el individuo. La literatura consultada para el estudio de los orígenes y evolución histórica de la Zoofarmacognosia pone de manifiesto que los seres humanos hemos observado e imitado el comportamiento de una gran cantidad de especies animales con los que hemos compartido ecosistema, recabando un gran número de prácticas terapéuticas y manteniéndolas a lo largo de los siglos. Esta información puede ser muy útil para los investigadores hoy en día, ayudando a descubrir nuevos medicamentos y terapias, a recuperar aquellas en desuso que puedan probarse eficaces, así como desvelar los orígenes del uso de tantas sustancias medicinales naturales por parte de los seres humanos alrededor del mundo. La variedad de estudios y sus resultados nos proporcionan constantemente herramientas potenciales que pueden aplicarse y ser testeadas en los animales con los que compartimos nuestro tiempo y espacio, tanto salvajes como domésticos: en granjas, centros de fauna salvaje, reservas de caza, parques naturales, y otras muchas situaciones que irán surgiendo con el tiempo. Estos serían los principales escenarios en los que la automedicación en animales, como ciencia, puede marcar la diferencia en el futuro más cercano.