Impacto de la modificación del estilo de vida sobre el proceso inflamatorio y la rigidez arterial en una población de edad avanzada con obesidad metabólicamente sana

Resumen

Los sujetos de edad avanzada con obesidad metabólicamente sana representan un fenotipo minoritario aparentemente protegido de las alteraciones cardiometabólicas asociadas al exceso de adiposidad. No obstante, la benignidad clínica de este fenotipo ha sido cuestionada, ya que hay autores que defienden que podría tratarse de un simple estado transicional hacia el desarrollo de comorbilidades. Por otro lado, se ha postulado que la pérdida de peso en este fenotipo no reportaría los beneficios metabólicos esperados al asociárseles un bajo riesgo cardiometabólico. Además, en contraposición a lo que ocurre en el adulto de mediana edad, la obesidad en sujetos de edad avanzada se ha asociado clásicamente a una menor morbimortalidad (la paradoja de la obesidad), por lo que los potenciales beneficios de la pérdida de peso son aún más controvertidos y las evidencias disponibles en las que basar las recomendaciones y pautas de intervención, escasas. El objetivo de nuestro trabajo es comprobar si la modificación del estilo de vida en esta población, mediante la promoción de actividad física y recomendaciones de dieta saludable de estilo mediterráneo, se asocia a un impacto positivo con: 1) mejoría de los parámetros antropométricos, 2) cambios en la expresión de biomarcadores inflamatorios (proteína C reactiva, interleucina 6 y factor de necrosis tumoral alfa) y de adipoquinas (adiponectina y resistina), y 3) reducción de la rigidez arterial. Para ello, desarrollamos un estudio de intervención en el que participaron 169 sujetos mayores de 65 años con sobrepeso u obesidad y uno o ningún criterio de síndrome metabólico. Se realizó una intervención sobre sus hábitos de vida, con recomendaciones dietéticas basadas en la dieta mediterránea y actividad física regular, que fue monitorizada mediante acelerómetros. Las variables objetivo se analizaron tanto al inicio del estudio como a los 4, 6 y 12 meses; obteniéndose al año de la intervención una reducción del perímetro de cintura, sin cambio en el peso corporal ni en el porcentaje de masa magra, con mejoría en el grado de adherencia a la dieta mediterránea, pero con reducción de los niveles de actividad física debido principalmente a las restricciones sociales y a las limitaciones de movilidad implementadas durante la pandemia. Tras la intervención, los niveles de resistina se redujeron y los de adiponectina presentaron un aumento significativo (ambos manteniéndose dentro del rango de normalidad), especialmente entre los sujetos que mantuvieron una actividad física intensa. Así mismo, observamos una tendencia no significativa a la reducción de los niveles de proteína C reactiva e interleucina 6 y un incremento paradójico en los niveles de factor de necrosis tumoral alfa, todos ellos dentro del rango de normalidad. Respecto a la rigidez arterial, en condiciones basales, nuestros sujetos mayores de 75 años presentaban una rigidez arterial inferior a los valores de referencia en población general ajustados por edad, correlacionándose positivamente con el índice cintura/cadera y negativamente con los niveles intensos de actividad física.