Intervención centrada en la familia basada en la interacción conversacional

Resumen

Los formatos conversacionales con personas del entorno son fundamentales para el desarrollo comunicativo y lingüístico infantil. En ello surgen habilidades básicas como la intersubjetividad primaria, la atención conjunta y la intersubjetividad secundaria. En el proceso de desarrollo comunicativo y lingüístico normotípico, las características del habla dirigida al niño también parecen ser cruciales para su desarrollo comunicativo y lingüístico. Asimismo, las conductas comunicativas adultas ajustadas han mostrado ser fundamentales para su evolución comunicativa. Si bien en la mayoría de los niños el desarrollo comunicativo y lingüístico temprano cursa con normalidad, existe alrededor del 15%, con edades entre 24 y 26 meses que no produce al menos 50 palabras ni combina dos palabras en sus emisiones. Estos criterios son determinantes para establecer casos de hablantes tardíos. Estas dificultades lingüísticas también se ponen de manifiesto en las interacciones que comparten con sus padres. En algunos casos, las trayectorias lentas de desarrollo comunicativo que presentan estos niños se solventan sin una intervención logopédica directa, mientras que, en otros casos, las dificultades persisten. La intervención logopédica con niños con trayectorias lentas en el desarrollo lingüístico se ha venido realizando de forma ambulatoria. Sin embargo, desde finales del siglo XX surgieron nuevos enfoques óptimos, según muestra la evidencia, que incluyen sus entornos y cuidadores habituales en el ámbito de la atención temprana. La intervención centrada en la familia, entendida como el modelo de intervención en el que la familia y el logopeda colaboran para poner en marcha conductas comunicativas adecuadas para el progreso del niño, podría ser una opción efectiva para estas familias. Nuestro objetivo principal es aportar evidencia sobre la intervención centrada en la familia basada en la interacción conversacional, mediante la exploración de la efectividad de un programa de intervención logopédica basado en diferentes conductas comunicativas adultas para estimular el desarrollo comunicativo y lingüístico infantil. Como hipótesis general, con respecto al lenguaje infantil, se espera que existan diferencias en el nivel de vocabulario y capacidad de combinar dos emisiones en función de su participación o no en el programa de intervención. Para las conductas comunicativas adultas, se plantea la hipótesis general de que existirán diferencias en el uso de conductas comunicativas receptivas. La presente investigación cuenta con 16 familias (8 con intervención y 8 sin intervención) cuyos hijos presentaban trayectorias lentas en el desarrollo comunicativo y lingüístico tras ser valorados mediante inventarios estandarizados de desarrollo. Se efectúa también una grabación audiovisual de una actividad conversacional familiar para tomar medidas ecológicas del lenguaje, antes y después de la intervención. Las 8 familias que reciben la intervención se benefician de un programa centrado en la familia basado en rutinas conversacionales que se desarrolla con 10 sesiones domiciliarias. Las familias sin intervención sólo reciben dos visitas para facilitar pautas generales. Finalizada la intervención, se vuelve a valorar el desarrollo comunicativo y lingüístico de los niños del mismo modo que en el inicio de la intervención. Al año de haber comenzado la intervención se realiza una visita seguimiento con la Escala Reynell de desarrollo del Lenguaje. Tras la intervención se constatan mejoras en la producción de palabras a favor del grupo con intervención, así como un mayor uso de enunciados de dos palabras. Asimismo, los padres que se han beneficiado de la intervención emplean más conductas receptivas. Los cambios positivos observados en el desarrollo léxico y gramatical de los niños del grupo con intervención se mantienen 12 meses después. De hecho, existe un mayor número de niños del grupo sin intervención que requiere intervención logopédica directa.