Efecto de las células madre cardíacas sobre el sustrato arrítmico epicárdico en un modelo postinfarto

  1. CARTA BERGAZ, ALEJANDRO
Dirigida por:
  1. Angel Arenal Maíz Director/a
  2. Francisco Jesús Fernández Avilés Díaz Director/a
  3. Javier Bermejo Director

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 02 de febrero de 2023

Tribunal:
  1. María Eva Delpon Mosquera Presidente/a
  2. L. Collado Yurrita Secretario
  3. Pedro Luis Sánchez Fernández Vocal
  4. Joaquín Jesús Alonso Martín Vocal
  5. José L. Merino Llorens Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Introducción. El sustrato arrítmico de las taquicardias ventriculares de muchas cardiopatías estructurales se encuentra en el epicardio, condicionando peores resultados con las terapias actualmente disponibles. Las células derivadas de cardioesferas (CDCs) pueden modificar la escara miocárdica, aunque para que ejerzan su efecto en el epicardio es clave la vía de administración. La hipótesis de este trabajo es que la administración intrapericárdica de CDCs (punción subxifoidea) puede modificar la anatomía y funcionalidad del sustrato arrítmico epicárdico. Método. Se incluyeron 19 cerdos (Large White) a los que se les provocó un infarto por oclusión de la arteria descendente anterior media durante 120 minutos (día 0). Se obtuvo una cardiorresonancia (RMC) basal con secuencias de realce tardío 4 semanas postinfarto y se aleatorizaron a los cerdos a un grupo tratamiento (300.000 CDCs alogénicas/kg intrapericárdicas), (n=10), y a un grupo control (administración del vehículo de las CDCs) (n=9). Se realizó una segunda RMC y un mapa electroanatómico endocárdico (CARTO-3) de alta densidad y resolución a las 16 semanas postinfarto. Se realizó post-procesado de las imágenes de RMC para proyectar la intensidad de señal promedio de la mitad interna y externa del miocardio en una reconstrucción tridimensional del endocardio y el epicardio. La escara total se segmentó en escara densa (ED) y el tejido heterogéneo (TH) atendiendo a la intensidad de señal con respecto al miocardio sano remoto ( > 3 y entre 2 y 3 desviaciones estándar, respectivamente). Inmediatamente después de realizar el mapa electroanatómico, se sacrificaron a los cerdos y se realizó una cartografía óptica epicárdica (sistema Langendorff) y un estudio histológico del tejido heterogéneo (TH) de la escara endo- y epicárdica.Resultados. 1) RMC: No se detectaron diferencias estadísticamente significativas en la masa miocárdica ni tampoco en los volúmenes o la función ventricular entre los grupos de tratamiento. Las CDCs no produjeron diferencias en la evolución de la escara endocárdica. A nivel epicárdico, en el grupo tratado, aunque la escara total creció, no se observó un cambio significativo en la extensión de la ED entre la primera y la segunda RMC, sin embargo, sí se produjo un aumento estadísticamente significativo en la cantidad de TH. La escara epicárdica del grupo control presentó una evolución opuesta: la ED creció, pero la extensión del TH no cambió. 2) Mapa electroanatómico: No se documentaron diferencias estadísticamente significativas en la extensión de la ED y del TH. 3) Cartografía óptica: La tasa de variación relativa de la velocidad de conducción y de la duración del potencial de acción entre el TH y el miocardio sano fueron significativamente menores en el grupo tratado. 4) Estudio histológico: No se documentaron diferencias en las características del TH endocárdico de los grupos. A nivel epicárdico, el TH del grupo tratado presentó menor porcentaje de fibrosis, mayor cantidad y mejor polaridad de las conexina-43 y mayor viabilidad de los cardiomiocitos.Conclusiones. Las CDCs intrapericárdicas producen cambios anatómicos (detienen el crecimiento de la escara densa) y funcionales (homogenización de las propiedades electrofisiológicas del epicardio) del sustrato arrítmico epicárdico, lo que podría tener un efecto antiarrítmico. La detención del proceso fibrótico con mejor vascularización y viabilidad de los cardiomiocitos del TH epicárdico junto con la mayor cantidad y mejorar polarización de la conexina 43 podrían explicar los cambios anatomofuncionales.