Gestión de vegetación autóctona mediterránea para minimizar el impacto producido por un campo de golf

  1. García-Ventura, C. 1
  2. González-García, C. 1
  3. Cámara-Hurtado, R.M. 1
  4. García García, M.J. 1
  1. 1 Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, Universidad Politécnica de Madrid, Camino de las Moreras s/n 28040 Madrid
Actas:
VIII Congreso Ibérico de AgroIngeniería: Retos de la nueva agricultura mediterránea (Orihuela-Algorfa, 1 a 3 de junio de 2015)

Editorial: E.T.S.I. Montes (UPM)

ISBN: 978-84-16024-30-8

Año de publicación: 2016

Páginas: 639-649

Tipo: Aportación congreso

Resumen

En este trabajo se aborda la identificación y gestión de los impactos generados sobre una masa de encinar autóctona (Quercus ilex subsp.ballota(Desf.) Samp.) en un área de 183 ha al norte de la Comunidad de Madrid (Término Municipal de San Sebastián de los Reyes), ocupada por una instalación deportiva como es el caso de un Campo de Golf. Se analiza la influencia de diversos factores (bióticos,abióticos y antrópicos)enel deterioro progresivo de la masa de encinar. Entre los factores bióticos más destacables se encuentran insectos y hongos, entre los abióticos el suelo y el agua de riego empleada, y entre los antrópicos se encuentran las modificaciones en la topografía del terreno para la instalación de los campos de juego, el exceso de riego para mantenimiento de césped, la compactación del suelo debida a las actividades del juego, así como los daños provocados por la maquinaria en la creación y mantenimiento del campo. Una vez identificados los problemas que afectan al estado vegetativo de los pies en los campos y calles de la instalación, desde el año 2007, se han aplicado tratamientos vigorizantes en una muestra de encinas, y se han llevado a cabo actuaciones selvícolas de mejora como mantenimiento adecuado de troncos y copas mediante podas. Con el objeto de estudiar y validar la eficacia de dichos tratamientos y actuaciones se realiza un análisis estadístico de los datos obtenidos in situ, entre ellos, del “índice de defoliación de las copas”, desde el año 2007 hasta el año 2014. La evolución temporal de dicha información indica un alto grado de mantenimiento o mejora de la vitalidad en la mayoría de encinas tratadas.