edit_calendar Duración do 01 de xaneiro de 2022 ao 31 de decembro de 2024 (36 meses) Actual
euro 144.840,00 EUR

De ámbito Nacional.

El consumo intensivo de alcohol (CIA) por parte de adolescentes es una práctica cada vez más extendida que consiste en ingerir cantidades importantes de alcohol en cortos periodos de tiempo concentrados, ocasionando importantes efectos nocivos sobre el cerebro adolescente. El patrón CIA causa alteraciones cerebrales que afectan al desempeño neurocognitivo, pero que también les impulsa a desarrollar comportamientos violentos y conductas de riesgo. Además, El consumo de alcohol suele ir acompañado del consumo de tabaco y cannabis causando este último desde alteraciones cognitivas y emocionales concomitantes al consumo hasta brotes psicóticos. Las personas con problemas de adicción presentan ciertos perfiles previos de personalidad y rendimiento cognitivo que les hacen más vulnerables a desarrollar la adición. Impulsividad, bajo autocontrol o sintomatología disejecutiva son aspectos que con frecuencia se pueden observar en estos pacientes. La cuestión que se plantea en este caso es si es el consumo de sustancias (alcohol especialmente) es el que motiva la aparición de dichos perfiles o, por el contrario, la presencia de dichos rasgos es lo que predispone al consumo irresponsable de estas sustancias y a la aparición de problemas derivados. En investigaciones realizadas en el marco de un proyecto anterior (2010/134; Valoración del daño cerebral asociado al consumo intensivo de alcohol (binge drinking) en jóvenes: evaluación comportamental, neuropsicológica y psicofisiológica); Fernando Cadaveira Mahía y 2010/051; Valoración del daño cerebral asociado al consumo intensivo de alcohol (binge drinking) en jóvenes: evaluación del impacto en el volumen cortical y en la conectividad anatómica y funcional; Fernando Maestú Unturbe), encontramos diferencias en el rendimiento neuropsicológico así como en la conectividad funcional y anatómica del cerebro entre jóvenes universitarios que practicaban consumo intensivo de alcohol (CIA) o no. Además, con el objetivo de identificar factores predisponentes a estas conductas de consumo, se pusieron en marcha otros dos nuevos proyectos (Detección de indicadores conductuales y neurofisiológicos tempranos de riesgo para el inicio en el consumo de alcohol y cannabis de adolescentes menores (2014); Estudio de seguimiento y profundización para la detección de indicadores conductuales y neurofisiológicos tempranos de riesgo para el inicio en el consumo de alcohol y cannabis de adolescentes menores (2017)). En dichos estudios longitudinales encontramos que aquellos adolescentes que se iniciaron en el consumo intensivo de alcohol mostraron previamente perfiles anómalos de conectividad cerebral, conducta disejecutiva e impulsividad (ver Tesis doctoral UCM: Antón Toro, L. F. (2021). Marcadores neurofisiológicos y conductuales tempranos de vulnerabilidad al inicio en el consumo de alcohol en adolescentes). Durante el segundo proyecto en 2017 (seguimiento mediante MEG de los participantes del primer proyecto), encontramos que lo perfiles previos de predisposición derivaron en un perfil de hipoconectividad cerebral respecto a aquellos adolescentes que no se iniciaron en el consumo (ver:https://www.researchgate. net/publication/354761495_Teens_in_Binge_Relacion_entre_el_neurodesarrollo_de_la_conectividad_funcional_y_el_consumo _intensivo_de_alcohol).

Convocatoria: (Ministerio de Sanidad)
Programa: Ayudas económicas para el desarrollo de proyectos de investigación sobre adicciones en el año 2021.
Subprograma: Programa de Proyectos de I+D del Plan Estatal 2021

Investigadores/as