Sobre sexismo en los medios de comunicaciónenfoque pragmático-discursivo

  1. García Oyarzun, Ainhoa
Dirigida por:
  1. Ana María Vigara Tauste Directora
  2. María Isabel Hernández Toribio Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 23 de enero de 2014

Tribunal:
  1. Joaquín María Aguirre Romero Presidente
  2. Teresa Rabazas Romero Secretaria
  3. Amelia Valcárcel Vocal
  4. Uwe Kjær Nissen Vocal
  5. José Luis Aliaga Jiménez Vocal
Departamento:
  1. Lengua Española y Teoría Literaria

Tipo: Tesis

Teseo: 119998 DIALNET

Resumen

La Universidad es un «micromundo» dentro de la sociedad y uno de sus modos esenciales de expresión y comunicación es la prensa universitaria que, a principios del siglo XXI, ofrece matices muy interesantes en cuanto a la perspectiva de género desde su peculiaridad discursiva: como pieza clave en el entorno de la institución educativa universitaria no debería recrear y perpetuar la exclusión de género en su discurso; sin embargo, la dicotomía sexual (la sociedad se componde de varones y mujeres) se reproduce con el uso de la lengua (pilar fundamental en el acto comunicativo) y con el uso de las imágenes. En este aspecto, la lengua española plantea un problema básico: al ser flexiva en cuanto al género gramatical transforma a veces el discurso desde el sexismo gramatical en un constructo falaz (en la investigación la gran falacia discursiva) en que la mujer queda ocultada y en el que el varón es el modelo para describir la realidad (lagunas de coherencia entre realidad y lenguaje); esto no ocurre en danés, dado que no existe el género gramatical (no se puede ocultar a la mujer en el discurso textual si es nombrada con el mismo género gramatical que el varón). Ahora bien, cosa distinta es el discurso social: como macroestructura en la que se enmarca el periodístico es deudor de la sociedad en la que se elabora, pero también es catalizador del sentir y pensar de los individuos que componen las sociedades. La exclusión de género sociolingüística muestra en estas publicaciones a una mujer significada a partir de unos patrones de género estereotipados: un modelo cosificado de mujer muy concreto (Barbie, Lara Croft, etc.) y definido desde su sexualidad como un objeto, en vez de un sujeto (proceso de cosificación gráfico y lingüístico). Así, el género se crea y se recrea a partir de la sexualidad de la mujer de una manera exclusiva, lo que da lugar a una iconografía de género concreta: los iconos públicos tienen una connotación negativa (prostituta e intrusa), dada su relación con la independencia económica de la mujer; y los privados, positiva (madre y ama de casa) que, al contrario que los anteriores, plantean una dependencia económica del varón y la sociedad. Nace así un discurso social dividido entre mundos de varones y mundos de mujeres, basado en la estereotipación no de género, sino de sexo: el discurso de ideología de género androcéntrica subyacente conforma contextos sociales dicotómicos sexuales (opresores y oprimidos). Esta investigación parte del (falso) dilema «sexo-género» (que aún se plantea en la sociedad y la lengua españolas) para mostrar cómo son las mujeres y los varones a través de la prensa universitaria y cómo los agentes mediáticos y sociales actúan en detrimento de los derechos de la mujer en el ámbito de la comunicación (en concreto,la prensa universitaria) tanto en España como en Dinamarca. Se determina, para poder analizarlo, qué o quiénes crean y recrean su discurso: tras establecer los porcentajes de mujeres en las redacciones y en los puestos de liderazgo, la conclusión es que en todas las cabeceras universitarias la decisión última de la selección de contenidos, así como del protagonismo de los mismos, es tomada por varones y esta exclusión laboral de génerono ha cambiado en absoluto de 2002 a 2010: el liderazgo no es femenino en la prensa universitaria y la elaboración de contenidos ocurre desde guetos discursivos (moda, belleza, sentimientos...) de «estilo femenino»: la mujer «que habla», solo habla de «cosas de mujeres» y si se habla de mujeres es como objeto de observación (cosificación gráfica y lingüística). Este desequilibrio de género debería chocar a la audiencia universitaria, pero no solo no genera respuestas en contra sino que es apoyado y afianzado (el universo de discurso y el contexto implícito cultural, psicológico y socio-educativo se comparten con el medio): es la misma ideología de género...