Situación nutricional en jóvenes. Diferencias en función de su consumo de productos lácteos

  1. GONZALEZ GOMIS, MERCEDES
Dirigida por:
  1. Rosa María Ortega Anta Directora
  2. Aranzazu Aparicio Vizuete Directora
  3. Ana María Requejo Marcos Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 15 de diciembre de 2015

Tribunal:
  1. Rafael Lozano Fernández Presidente
  2. Ana María López Sobaler Secretaria
  3. María del Carmen Lozano Estevan Vocal
  4. Rosa María Martínez García Vocal
  5. J. M. Perea Vocal
Departamento:
  1. Nutrición y Ciencia de los Alimentos

Tipo: Tesis

Resumen

Uno de los grupos de alimentos más valiosos desde el punto de vista nutricional son los lácteos, por su elevado contenido en proteínas y calcio de fácil asimilación, los cuales son muy importantes en etapas de crecimiento y desarrollo, así como para el mantenimiento de la masa ósea en etapas posteriores de la vida. Durante la juventud la masa ósea sigue aumentando mientras que el consumo de lácteos suele disminuir. Existen evidencias científicas que un consumo adecuado de lácteos tiene ventajas nutricionales y puede ejercer un papel beneficioso en la prevención de diversas patologías como la osteoporosis, obesidad, diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares. Por todo ello, el objetivo de nuestro estudio es analizar los distintos de hábitos alimentarios, situación nutricional y sanitaria de un colectivo de 171 jóvenes con edades comprendidas entre los 20 y 30 años, que no padeciesen ninguna enfermedad y que no estuvieran tomando fármacos, para analizar las diferencias en función de su consumo de lácteos. Las personas que participaron en el estudio fueron agrupadas en función de su consumo de lácteos, diferenciando entre los que tomaban menos de 2 raciones al día o tenían un consumo superior a esta cantidad. La valoración nutricional se llevó a cabo teniendo en cuenta diversos tipos de datos como los dietéticos, antropométricos, actividad física, y datos bioquímicos y sanitarios. Tras analizar los resultados se ha observado que la calidad de la dieta es inadecuada con un bajo consumo de verduras y hortalizas, un perfil calórico y lipídico desequilibrado, un escaso aporte de fibra y una relación calcio fósforo inadecuada. Los parámetros hematológicos y bioquímicos estuvieron dentro de la normalidad aunque cabe destacar que más de un tercio de los jóvenes tenían una elevada concentración de colesterol sérico y deficiencias en folato sérico, riboflavina y vitaminas A y E. Casi la mitad de la población estudiada no tomaba las 2 raciones de lácteos al día aconsejadas. Los individuos que consumían más raciones de lácteos al día también tomaban más carnes y menos verduras. Los jóvenes que toman más raciones de lácteos presentan mejores contribuciones a las ingestas recomendadas de riboflavina, calcio, yodo y una relación calcio fósforo más óptima. En cuanto a la ingesta de sodio era superior en los jóvenes que toman 2 ó más lácteos diarios, pero la relación calcio sodio fue mejor en estos individuos. Al analizar los datos hematológicos y bioquímicos en función del consumo de lácteos se ha observado que estos eran normales. En general, los parámetros lipídicos séricos fueron similares, independientemente del consumo de lácteos. El indicador de deficiencia de riboflavina fue más inadecuado en los que consumían menos lácteos. En conclusión, se pone de relieve que el consumo de lácteos favorece el seguimiento de dietas más saludables y de mayor calidad nutricional, no suponiendo un aporte superior de energía, pero sí de algunos nutrientes frecuentemente deficitarios en la dieta como el calcio, cinc, magnesio, riboflavina y vitamina D. El consumo de 2 ó más raciones de lácteos al día no se asocia con una situación antropométrica inadecuada, ni a cifras más elevadas de colesterol.