Hábitos alimentarios saludables en el control del peso corporal

  1. BENSADON BELICHA, SARA PATRICIA
Dirigida por:
  1. Isabel Goñi Cambrodón Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 16 de noviembre de 2015

Tribunal:
  1. Rosa María Ortega Anta Presidenta
  2. Ana María López Sobaler Secretaria
  3. J. M. Perea Vocal
  4. Bricia López Plaza Vocal
  5. Rosa María Martínez García Vocal
Departamento:
  1. Nutrición y Ciencia de los Alimentos

Tipo: Tesis

Teseo: 139773 DIALNET

Resumen

Existe un vínculo estrecho entre hábitos alimentarios deficientes y enfermedades crónicas como diabetes, enfermedad cardiovascular, Alzheimer y obesidad. La obesidad se ha convertido en el principal problema nutricional en países desarrollados como EE.UU. donde se considera una epidemia. El presente trabajo analiza el papel de los hábitos alimentarios y de la actividad física, dos causas modificables de la obesidad, partiendo de la hipótesis de que el establecimiento de hábitos alimentarios saludables y la actividad física son herramientas eficaces para el control del peso. El principal objetivo fue evaluar el efecto de los hábitos alimentarios y del nivel de actividad física sobre el control del peso y la composición corporal en adultos con sobrepeso y obesidad. Se estudió el grado de adherencia al patrón alimentario de dieta Mediterránea y estilo de vida de un colectivo, con el fin de mejorar los hábitos y poderlos modificar de acuerdo a las recomendaciones descritas en el patrón Mediterráneo, considerado actualmente como uno de los más saludables. El estudio de intervención se realizó en un centro de adelgazamiento privado situado en Miami, Florida, USA. Se seleccionaron hombres y mujeres mayores de 18 años que acudieron voluntariamente al centro para perder peso y dispuestos a participar en una intervención dietética basada en mejorar sus hábitos dietéticos. La muestra se compuso de 100 adultos, 80 mujeres y 20 hombres, con una edad media de 44 años. Los controles se realizaron al inicio del estudio, a los 3 y 6 meses de intervención. Se determinaron las variables antropométricas y se estudiaron los hábitos alimentarios y de actividad física de cada sujeto, que en cada control se ajustaron a las directrices saludables basadas en el patrón de Dieta Mediterránea y en las Guías Dietéticas para Americanos. Se determinó la pérdida de peso y el grado de adherencia al Índice de Alimentación Saludable de 2010, al Cribado de Adherencia a la Dieta Mediterránea y al Índice de Vida Saludable, un baremo diseñado específicamente para este estudio. Al inicio del estudio los participantes tenían niveles de obesidad superiores a otras poblaciones situadas en diferentes países. El sedentarismo era elevado. El análisis nutricional de la dieta mostró deficiencia en la mayoría de los nutrientes evaluados y un exceso de colesterol, sodio y ácidos grasos saturados. Estos datos son similares a los presentados por la población norteamericana. Los hábitos alimentarios al inicio del estudio no eran saludables y se registraba un consumo bajo de frutas, verduras, cereales integrales, proteínas y lácteos. Los participantes presentaban al inicio un valor del Índice de Alimentación Saludable mucho más bajo de lo recomendado. El Cribado de Adherencia a la Dieta Mediterránea era extremadamente bajo. Prácticamente todos los participantes perdieron peso desde las etapas iniciales. Al finalizar la intervención, el porcentaje de obesidad se había reducido en un veinte por ciento en mujeres y cincuenta por ciento en hombres. Las pautas de actividad física regular establecidas no fueron seguidas. De los resultados se concluye que el establecimiento de hábitos saludables basados en la Dieta Mediterránea consigue reducir el peso corporal, de acuerdo con la hipótesis inicial. Además se observó que la puesta en práctica de hábitos saludables aumenta la probabilidad de incorporar otros hábitos saludables. En un programa de pérdida de peso es importante abordar simultáneamente los cambios en los hábitos dietéticos y en la actividad física. La modificación conjunta de estos comportamientos tiene un efecto beneficioso en el control de peso y en la salud. Los resultados de pérdida de peso fueron más pronunciados en aquellos individuos que presentaban peores hábitos dietéticos al inicio del estudio. El establecimiento de hábitos alimenticios saludables es efectivo tanto a corto como a largo plazo. Una dieta saludable es una herramienta eficaz para el control de peso.